¿Cómo está tu perro?

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Desde que te fuiste de mi lado, me han surgido tantas preguntas como: ¿Cómo has estado desde que me dejaste el corazón herido? ¿Dónde has estado desde que me dejaste abandonada? ¿Cómo me superaste tan rápido? ¿Por qué no me llamaste por mi cumpleaños? ¿Cómo está tu perro?.

No he dejado de pensarte, todo lo que hago día y noche es llorarte, extraño lo nuestro, nos extraño a nosotros, las noches llenas de risas, los días llenos de flores, de nubes en formas extrañas, de lluvia con chocolate caliente, los domingos de ver películas hasta cansarnos, los lunes de besarnos sin que hubiera un mañana, los martes de jugar cartas, los miércoles de ir a comer, los jueves de quedarnos en casa a leer, los viernes de perdernos y los sábados de dormir, juntos, abrazados.

¿Cómo está tu mamá? ¿Ya le dijiste que me dejaste? ¿Tuviste los huevos para decirle que te faltó valentía para luchar por mi?

¿Cómo está tu papá? ¿Ya le comentaste que no habrá quien se reía de sus chistes?

¿Ya les dijiste que me abandonaste?

¿Cómo está tu perro? ¿Ya sabe que faltará calor cuando lo acaricien? ¿Ya sabe que no vendré a verlo? ¿Ya sabe que no tendrá quien juegue con él mientras tú estás en el cuarto?

¿Ya tus amigos saben que habrá una silla vacía cuando cenen, jueguen juegos de mesa y escuchen música?

¿Ya sabe todo el mundo que jugaste con mis sentimientos?

¿Ya sabe toda la gente que el equivocado fuiste tú?

¿Ya saben que jugaste conmigo?

¿Ya saben que me heriste?

¿Ya tienes huevos para afrontar tu error?

¿Dónde has estado? Ha pasado tiempo desde la última vez que te vi, pero no sé de ti. No sé si ya cambiaste, si usarme como experimento te sirvió, no sé si te acuerdes de mi o si fue irrelevante en tu vida, no sé si te hacen falta mis besos, mis caricias, mi lado de la cama, no sé si te hago falta.

Ojalá y sí, porque tú me haces falta a mi, pero a pesar de todas las preguntas y dudas que tengo, la única que se me viene a la mente es: ¿Cómo está tu perro?
Hablemos de él, de el único ser que realmente me mostró que me quería y sin yo pedírselo.

Rosas, espinas y sangre. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora