Rosas, espinas y sangre.

Intenté.

Intenté besar otro labios a ver si olvidada el tacto de los tuyos, pero me fue imposible.
Intenté embriagarme para olvidar tu recuerdo, no funcionó, empeoró.
Intenté quedarme a tu lado, no quisiste que lo hiciera.
Intenté conocer a otra persona, nunca será igual a ti.
Intenté llamarte, no respondiste. ¿Por qué me dejas en esta agonía?
Intenté de mil maneras sacarte de mi pecho y se me ha hecho imposible.
Quedaste en mi cuerpo, en mis labios, en mi mente, en mis pensamientos.
Nada será igual a ti, en lo absoluto.
Intenté llenar el vacío de tus asucencia con amor correspondido. Pero no pude, no pude llenarlo.
Me faltas tú. Tal vez no lo entiendas, pero irme de tu lado ha sido difícil, y más cuando fue una obligación, no un querer.
Intenté quererte, no me dejaste.
¿Por qué no dejaste que nuestro amor siguiera?
Hubiera sido bueno, mágico, épico.
Pensé que olvidarme de ti sería sencillo. No lo es.
Pensé que luchando por ti a capa y espada haría que nuestro amor permaciera, pero no. No fue suficiente.
Pensé que me querías, pero sólo fueron palabras vacías.
Pensé que al cerrar mis ojos ya no te vería, pero es lo primero que hago al dormir.
Pensé que quemando tus fotos te irás con ellas, no fue así, no me dió el valor para hacerlo.
Pensé que a pesar del tiempo que ha pasado, ya debería haberte superado. Es imposible.