Capítulo 6: "20 de Junio"

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-Brrrr...Brrrr...Brr.- sentí mucho celular vibrar sobre la pequeña mesa de noche. Lo teme, pare la alarma. 2:00 am..

Me levante de la cama para ir al baño, debía haber -2c• en este momento. Abrí la lluvia mientras esperaba a que el agua se calentara, debía bañarme en tiempo record para poder alistarme y luego a mi hijo. Peine mis rulos y les di forma para quedar lista, puse un poco de rímel en mis ojos y bálsamos color rosa para estar más arreglada.

Había optado por ponerme un conjunto en Morley color blanco ya que afuera hacía mucho frió, el top era de manga larga que llegaba hasta el ombligo, y el pantalón Oxford que era demasiado comido y se veía bonito, unos tenis blancos bajo y lista.

Camine hacia el cuatro para despertar a mi hijo y así alistarlo, lo ma pronto posible pues Kat había preparado el desayuno para luego irnos.

Felipe se veía tan bonito con su deportivo de la Auf.

Desayunamos en tiempo récord, tome nuestras maletas, abrigos y pasaportes para luego salir de la casa y cerrar.

-Corre nene, que ya está todo listo y no llegamos.- grito Kat entrando al auto donde ella y Felipe esperaban por mi.

Nos habíamos levantado tan tempero pues debíamos manejar 95.4 kilómetros hasta el aeropuerto de Carrasco en Montevideo.

....

3:30 am

El viaje en carretera había estado tranquilo, Felipe había dormido todo el camino, mientras yo conducía Kat no paraba de hablar y por suerte había traído el Mate para el camino. Para mi sorpresa la entrada al estacionamiento del aeropuerto estaba bastante tranquila, considerando que habíamos llegado una hora y media antes.

Baje las maletas y todo lo necesario, tome la mano de mi pequeño y caminamos juntos los tres hacia el interior del Aeropuerto.

La enorme estructura iluminada de este hacia que los pequeños ojos de Felipe picaran, este los rascaba con pereza. Nos sentamos en las pequeñas bis tacas a esperar que el tiempo pasara para abordar.

Junto a nosotros había un grupo de persona, quienes mediante iban llegando ser reunían y saludaban alegremente.

-Clara.- siento como golpean mi hombro.-Mira,mira,mira.- noto el entusiasmo en la voz de mi amiga, por lo que veo en dirección a donde ella lo hace. A nuestra izquierda, vienes caminado una mujer de unos 30 y tanto años, con todos niños y una niña que la seguían. Los cuatro saludaron al grupo que allí estaba.

Eran nada más y nada menos que la esposa e hijos de Alberto Díaz el máximo goleado de nuestra selección.

Reí ante el entusiasmo de Kathy, no sin antes notar que justo detrás de la familia de Alberto, venía Lorenzo y su mamá.

Enseguida mire en dirección a Kat, a quien el cambio la cara enseguida al ver a Lorenzo.

-Que pensabas. Que pensabas que te habías librado de mi...jah.- saca su lengua como un niño pequeño. Lo que provocó que Felipe soltara una pequeña risita.-Hola amigo, ¿estas brujas te hicieron madrugar?.- se agacha a la altura de Feli y alborota su pelo. Este estira sus brazos para que lo levante, Lolo se para con él en brazos y me mira.

-Mami ¿puedo ir con toto?.- me pregunta el pequeño mientras sonríe. Toto era Lolo, cuando feli tenía un año y medio, recién comenzaba a hablar, como no podría pronunciar bien la "L" decía Toto y así le quedo.

Asentí mientras le entregaba su pequeño peluche de vaca, con quien dormía y pasaba gran parte del día.

Lorenzo camina con Felipe en sus brazos hacia la puerta de embarque.

Había más personas ahora, algunas mamás, hermanas y incluso novias de los jugadores, a quienes algunas podría reconocer y otras no.

-Clara.- Kat toma su maleta y la hace rodar en su dirección.- Vamos que ya nos vamos.- dice con una enorme sonrisa y emoción en su rostro.

Tomo mi maleta y el bolso de Felipe, camino hacia la banda y lo pongo allí. Le doy mi pasaporte y el de mi hijo a la azafata de la puerta quien me sonrió.

-Si. El muchacho ya abordó con él.- dice mientras sonríe.

-Seguramente suplicó demasiado.- dije ya que el pasaporte y el boleto los tenía yo. La mujer sonrió y se hizo a un lado para que pudiéramos ingresar.

Kathy iba justo delante de mi, caminaba de manera rápida y estaba demasiado inquieta.

-Kathy que te va a dar un soponcio, ¡tranquilízate!.- por fin la alcanzo en la entrada al avión.

Lorenzo se abría sentado en su aviento gusto del lado del pasillo, tenia a Felipe sentado sobre su falda, quien al verme sonrió. Busque mi numero de asiento, y para mi suerte estaba justo a su lado del otro lado del corredor.

-¿Quieres venir conmigo mi amor?.- estarme mis brazos en su dirección. Quien asintió enseguida.

...

17:45 pm hora Uruguay

Doce hora, casi trece había durado el vuelo, la habíamos pasado el viaje entre películas y siesta. Creí que Felipe se iba a sentir incómodo e incluso aburrido pero no fue así. Lorenzo se encargó de que pasara bien.

Por suerte la diferencia horaria entres Uruguay y EE.UU era solo de una hora.

Desembarcamos, recogimos nuestras maletas y sin inconvenientes ni demoras, estábamos oficialmente en Miami.

-Vamos para el mismo lado, por desgracias.- dijo Lorenzo mirando mal a Kath.- Así que se van con nosotros.- dijo mientras tomaba mi bolso y la mano de Felipe.

-Todavía no me la creo.- dice Kathy mientras me abraza por atrás.

Ni yo me la creo, que estuviéramos así.

-Ni yo KatKat, ni yo.-

Ambas caminamos hacia la salida detrás de Lolo, quien no era la primera ni la última vez que recorría estos pasillos.

Salimos de aeropuerto, donde un auto mercedes negro nos esperaba.

....

Minutos más tarde nos encontrábamos entrando al Stadium Hotel donde nos hospedaríamos los siguientes días.

El hotel era hermoso, los colores verdes y amarillos predominaban en todo el lugar era enorme y hermoso. Nos dirigimos a la recepción para pedir nuestras llaves, Lorenzo era quien se estaba encargando de todo, ya sabía lo que debía hacer.

Tome a Felipe de la mano y camine hacia el ascensor. Ante de poder si quiera subir Felipe jalo de mi mano comenzado a correr.

-Mira mami, ¡¡una piscina!!.- grita mientras tira de mi brazo, corriendo e arrastrándome.

Sin darme cuenta chocho con alguien.

Cuando levanto la vista veo a un hombre de unos veintitantos años, traía el cabello corto, sus ojos era marrones y sutilmente achinados. Castaño, su expresión era seria, cuando hizo contacto visual conmigo sonrió dejando ver sus dientes perfectamente blancos y sus dos hoyuelos.
Traía puesto una remera blanca y un deportivo azul es ambos traía el escudo de la Auf. Estaba acompañado por un grupo de chicos que vestían igual.

-Lo siento yo...-su mirada bajo hacia mi hijo y volvió a sonreír.

-Tranquila linda, no fue tu culpa.- sonrió haciendo que apartara mi mirada de él.

"El desastre que dejas" | Manu. UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora