Capitulo 24: "Parque acuático" Parte dos

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Mi cabeza comenzó a doler, mi cuerpo se sentía pesado, parpadeo un par de veces para intentar volver a mi. Me sostengo de la reposera para evitar caer, estoy tenía que ser una broma o un mal sueño.

-¿Quien habla?.- cuestionó pues seguramente sólo se trataba de un mal entendído.

Una risa burlona, ronca y soberbia se escuchó del otro lado de la línea.- ¿Qué pasa Caramelito, ya me olvidaste?

Mierda, esto no podía estar pasándome a mi. Cómo había conseguido mi maldito numero, ¿y ahora que quería de mi?

-¿Lista para volver a casa o prefieres que te denuncie por falsificación de firmas?.- las palabras salían de su boca de forma cruel, como si él estuviera en este planeta solo por y para hacerme sufrir.
Tantos recuerdos volvieron a mi, tantos malos momentos, malos tratos. Podía sentir mis ojos humedecerse, el nudo en mi garganta evitando que cualquier palabra saliera de mi boca, él, era la prueba que nunca puedes confiar tanto en alguien, como alguien con quien deseabas compartir tu vida y decía amarte se convertía en un ser tan vil que vive por y para tu miseria.

-Eso pensé, te espero en casa Caramelito.- finalizó cortando la llamada.

Necesitaba salir de aquí, tenía la mirada de Kathy, los chicos sobre mi.

-Cuidalo...- mi voz salió apenas en un susurro, sabía que si hablaba algo más me rompería delante de todos.

Me aleje lo más que pude con la intención de buscar los baños, necesitaba estar sola, sentía como mi pecho se cerraba, mi respiración se agitaba y las lágrimas comenzaron a salir. Sabía que no iba a llegar así que bbe editaba calmarme, me senté en el suelo tarareando de tranquilizar mi respiración, entre más intentaba hacerlo la presión en mi pecho aumentaba más y más.

-¿Clara?.- la voz de Manuel a mi espalda hizo que me pusiera aún peor, no quería que me vieran así y menos el.

Vi cómo se arrodilló delate de mi, su rostro reflejaba preocupación, intenté calmar mi respiración nuevamente pero nada funcionaba, se acercó unos sentimetros a mi y me abrazo.-Tranquila, respira.- comenzó a pasar la palma de su mano por mi espalada mientras inhalaba y exhalaba.- Eso, bonita.-

Poco a poco sentí como mi cuerpo iba volviendo a la normalidad, el nudo en mi garganta seguía ahí. Y en mi corazón.

-¿Tu...-

-Cuando me mudé a Paris, comenzó a tener ataques también, con el tiempo se van o solo aprendes a manejarlos.- su ojos ven los míos, no podía, no debía acostumbrarme a esto.

-Debemos volver a casa.- digo poniéndome de pie

Él me observa como si tratara de descifrar qué pasaba. Se acercó unos pasos a mi, tanto que podía sentir su respiración chocar en mi boca. Cerré los ojos un segundo, podía sentir ese dolor en el pecho nuevamente, pero esta vez las lágrimas comenzaron a salir. Llevo su mano  a mi mejilla limpiándolas.

-Por favor...- suplique.- No hagas esto más difícil....-

Rompió la poca distancia que quedaba entre nosotros, uniendo nuestros labios en un beso cálido, rápido, como si  intentara convencerme de algo, como si me necesitara.

-Te necesito conmigo.- pega su frente a la mía.- Pero se que es egoísta retenerte...-  su voz, esta vez es diferente, rota.

"El desastre que dejas" | Manu. UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora