Era Lunes, aún no sabíamos que íbamos a hacer o cuantos días más nos quedaríamos en Miami, teníamos hasta el fin de la fase de grupos para quedarnos, bueno al menos mi hijo y yo.
Eso sería más o menos dos semanas más, ya que Uruguay volvía a jugar el 27 de junio y luego el 1 de julio. Hasta ahí estábamos cubiertos con los gastos por el sorteo.Luego de lo pasado con Manuel, no nos habíamos vuelto a cruzar, sinceramente no sabía que era lo que pretendía.
Hoy las actividades de la Copa seguían, no estaba muy al tanto de qué selección jugaba hoy, me había centrado en pasarel fin de semana con mi hijo, y habíamos ido a ver una película con Kathy mientras Facundo entrenaba.Ahora nos encontrábamos en nuestra habitación mirando una peli, ya que fuera había 39 grados y no nos apetecía para nada pasar calor.
-¿Podemos comer hamborguesas mami?.- Felipe me observa mientras sonríe.
-Clara cielito.-acarició su pelo mientras seguimos mirando la televisión.
-brr...brr..brr.- oigo como mi celular vibra sobre la pequeña mesa de noche. Me inclino un poco para tomarlo, era una notificación de Instagram.
De todos menos de quien lo esperaba, era Manuel.
@𝐔𝐫𝐫𝐮𝐭𝐢𝐚𝐌𝐚𝐧𝐮: 𝐓𝐨𝐩𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚, ¿𝐋𝐞𝐬 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚𝐫𝐢́𝐚 𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐢𝐠𝐨?
¿Que carajos se suponía de debía contestar? ¿Acaso quiero dejarlo entrar a nuestras vidas? Tal vez solo busca una amistad, separar las emociones y poner un límite era algo que no se me daba muy bien, jamás lo fue.
Dude en si contestar o no; pero, si quería aceptarlo.
@𝐍𝐮_𝐜𝐥𝐚𝐫𝐚: 𝐍𝐨𝐬 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚𝐫𝐢́𝐚, 𝐬𝐢.
Ya sin darme paso a la duda o arrepentimiento me encontré enviando el mensaje.
Manuel había pedido mi número de habitación y dijo que estaría aquí a las 21 pm.
Enseguida llame a Kathy, quien luego de contarle la inesperada invitación no paro de gritar del otro lado de la línea mientras se oían las preguntas de Facundo intentando saber que pasaba.
...
20:30 pm marcaba el reloj en la pared de la habitación, con Felipe bañado y alistado. Solo faltaba terminar de arreglar mis rizos recién lavado y elegir qué usaría. No quería estar demasiado arreglada o pasarme de más.
Así que luego de amarar mi pelo en una media cola, dejando mi fleco suelto delate y mis rulos bien definido, opté por ponerme un vestido rosa viejo con mangas caídas que dejaban al descubierto mis hombros, era apretado hasta la parte de la cintura y luego caía, unas pequeñas sandalias bajas color negro y solo un poco de rímel en mis ojos.
Me observe al espejo unos segundos, estaba bien, no demasiado arreglada pero si bonita. Hacia tanto tiempo que no salía a una cita, bueno, desde que soy mamá y tampoco sabía si esto era una.
Mi hijo traía un pequeño short de jean y una remera azul básica, que el mismo había elegido pues este era su color favorito, su carita cuando pido por esa remara fue la más dulce y tierna del mundo.
-Toc..toc..- esos dos pequeños golpes en la puerta hicieron que mi cuerpo se llenara de nervios, me estremecí por completo, una sensación invadió mi estomago. Por favor Clara, tienen veintitrés años, no puede ponerte nerviosa, me obligue a mi misma a calmarme.
Camine hacia la puerta, pero para mi sorpresa era Lorenzo quien estaba de otro lado, quien me observaba, su mirada estaba distinta, note sierra tristezas en sus ojos.
-La barrista más bonita siempre.- medio sonrio mientras jugaba con sus manos.- ¿Podemos hablar?.- dice
Avanzó unos pasos fuera de la habitación, para tratar que Felipe no escuche. Veo cómo Lorenzo parece nervioso.
-¿Sucede algo Lolo?.- preguntó ya que puedo ver su incomodidad.
-Blin....- el sonido de las puertas de ascensor provocan que ambos vemos hacia el final del pasillo, de este baja Manuel quien camina hacia nosotros, vestía una camisa ligera de rayas beig y blancas, una bermuda clara y sobre sus hombros colgaba un buzo de hilo negro, sus pasos eran seguros en dirección a nosotros, mientras acoplaba su pelo que se notaba aún un poco húmedo.
Cuando llego a nosotros el olor a perfume invadió el habiente, pude notar cómo su presencia incomodaba a Lorenzo.
Mis ojos chocaron con los suyos, el calor recorrer desde mis mejillas hasta la punta de mis pies, aparte mi mirada.-Hola manito.- saluda a Lorenzo. Luego mira hacia dentro de la habitación y silba, haciendo que Felipe lo observe.- ¿Listo para ir por hamburguesas?.- Felipe asiente caminado fuera de la habitación.
-Luego hablando.- dice sin más Lorenzo y lo veo alejarse. Qué extraño, se mostraba así desde el partido.
Tomo la llave, mi bolso y salimos de hotel.
Una vez fuera de este, un auto espera por nosotros en la entrada del hotel, observo en su interior y Veni cómo en la parte trasera había colocado una silla para niño.
Manuel se agacha y susurra algo a Felipe, quien asiente, lo carga en brazos, observo cómo lo coloca en la silla con todo y su cinturón.-¿Vienes?.- abre la puerta del copiloto y sonríe, veo cómo sus ojos se achinan y sus hoyuelos se hacen notar
Asiento, mientras subo al auto.
...
Manuel había manejado unos cinco minutos aproximadamente, sabía perfectamente qué dirección tomar, por lo que supuse no era su primera vez aquí.
Llegamos a un pequeño carrito, se encontraba en una rambla a las afueras de las cuidas, estaba adornado con luces, había algunas mesas por el frente y algunas personas comiendo en el lugar.
Una vez allí, tomamos una mesa mientras Manuel iba por la comida, saludo al cocinero y una mujer que lo acompañaba, supuse que sería su esposa. No era la primera vez que venía aquí por la forma en la que ambos sonrieron al verlo.
Al paso de unos minutos, pude ver cómo Manuel venía hacia nosotros con dos bandejas.
-Las mejores hamburguesas caseras que van a probar jamás.- colocó ambas sobre la mesa, había traído tres hamburguesas con papas para los tres.
-Wow.- suelta Felipe al ver el tamaño de estas.- Eso es mucha comida.-
Ambos reímos ante su expresión. Lo observo unos segundos mientras veo cómo enfría la comida de mi hijo, procurando que no se queme.
...
Nos encontrábamos caminando por la pequeña rambla, Felipe se había dormido por lo que lo llevaba cargado en mis brazos.
-¿Puedo?.- pregunta extendiendo sus brazos en dirección a mi hijo, asiento mientras veo cómo es el ahora quién lo carga. Verlo así, cargando a mi hijo, haciendo que esté se viera tan diminuto en sus brazos. No pude evitar sonreír viéndolos.
Seguimos caminando por la pequeña rambla observando la ciudad.
-¿Y su papá?.- me sorprendió su pregunta, quien puedo notarlo.- Si puedo saber claro.- mi mirada se dirijo hacia el frente
-No quiso ser parte de esto.- suelto un suspiro sin tratar de darle más importancia al tema.
-Pues, no sabe lo que dejo ir.- sus ojos encuentran los míos y esta vez soy yo quien no aparta la vista. Sus ojos marrones me observan.
-¿Que quieres de mi, Manuel?.- lo observo, mantengo mi mirada, veo cómo su mirada se suaviza.
-A ti.-
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"El desastre que dejas" | Manu. U
RomanceCada cosa que pienso y digo es interpretada de otra manera. El poder de expresarme no era algo que manejara muy bien, generalmente mis sentimientos y emociones están tan a flor de piel que no consigo la forma, palabras o manera de expresar lo que si...