Capítulo 32: "Dilo" Parte dos

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-Te amo, Clara.

Me separo unos centímetros de él, sorprendida, observándolo. No esperaba eso. Noto cómo se da cuenta de lo que dijo y también se aleja un poco de mí, aunque sigo sentada sobre él.

-No tenés que decirlo si no lo sentís por mí -afirma, mientras pasa su mano por mi rostro. Su cara está tranquila, pero sus ojos buscan los míos con desesperación, como tratando de descifrar qué estoy pensando.

Yo sabía perfectamente lo que sentía por Manuel desde el momento en que choqué con él en Miami, desde que lo vi jugar con Felipe por primera vez, y desde que me ha protegido sin que se lo pidiera. Con él me siento segura, me siento en casa.

Mi corazón latía como loco. Sentí un calor subiéndome por el pecho. Me mordí el labio. Y entonces lo dije:

-Te amo.

Veo cómo una sonrisa enorme se dibuja en su cara, justo antes de volver a besarme.

-Decilo otra vez -suplica mientras me baja.

-Te amo, te amo, te amo -le dejo un beso rápido en la mejilla mientras me acomodo el vestido.

...

-¿Dónde carajo estaban? -cuestiona Kat, molesta, cuando llegamos a la salida del baile, donde ellos nos esperaban-. Ni me digan... arreglate el pelo, vos -señala a Manuel y rueda los ojos.

-Y el cierre, hermano -ríe Facundo, señalando el pantalón. Esta vez soy yo la que le da un golpe en el brazo a Manuel. No podía ser más evidente.

-Fue la emoción, preciosa -se ríe mientras camina hacia el auto y me abre la puerta.

-¿Emoción por qué? -pregunta Kathy, curiosa. Levanto una ceja y sonrío. La cara de Kat se transforma por completo. Niego varias veces con la cabeza porque ya sé lo que se viene.

-¡Hasta los huevos! -grita, haciéndome reír, mientras Facundo me mira y después lo mira a Manuel.

-¿Qué le dijiste? -pregunta Facundo, divertido. Manuel solo lo mira, sin entender.

-Esa expresión la usan cuando, ya sabés... algo importante pasa sentimentalmente -explica. Miro a Kat con bronca, no puedo creer que le haya contado todo a este chismoso.

-A este alcahuete le venís a contar... -reprocho mientras subo al auto.

-Perdón, amiga...

-Sos un desastre, nena -dice Kat, tentada-. Pero bueno, al menos se ve que te hizo bien.

-¿Qué le dijiste? -insiste Facundo.

-Que la amo -suelta Manuel, sin más, mientras pone el auto en marcha. Giro la cabeza hacia él para mirarlo. Él solo me sonríe, apoya su mano en mi pierna y vuelve la vista al camino.

Miro hacia el asiento de atrás. Kat y Facundo nos miran divertidos, haciendo gestos como adolescentes.

...

Después de dejar a Facundo y Kat en la casa de ella, seguimos camino a la mía. No era mucho el trayecto, solo unas diez cuadras o menos.

Miro a Manuel, que va con la vista fija en la calle.

-Si no dejás de mirarme así, voy a tener que parar el auto -su voz ronca resuena por todo el coche. Me mira unos segundos mientras sonríe.

-Te amo, preciosa -dice, y vuelve la vista al camino.

Y entonces las luces de un auto que venía de frente iluminaron todo el interior, dejando ver cada parte de su cara.

Eso fue lo último que vi antes de que todo se volviera oscuro.

"El desastre que dejas" | Manu. UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora