Guilty as Sin?

26. el problema de gustarte

Finalmente las tensiones en el grupo parecieron relajarse con forme las horas pasaban, y para la hora de la cena, todos fueron capaces de tomarse las pizzas que habían ordenado envueltos en un ambiente tranquilo y agradable, sin mencionar nada de lo que había pasado antes.

Habían acordado que por la noche irían a la feria del pueblo, habiendo coincidido las fechas con el cumpleaños de Álvaro ese año. Así que nada más terminar de comer todos se pusieron en pie para arreglarse cuanto antes, turnándose el baño para poder acceder a él todos. Martin fue de los primeros en acabar, y como no le apetecía estar ahí dentro con el lío de gritos y voces, decidió salir al exterior para tomar algo de aire.

Paul lo acompañó enseguida, habiendo estado preparado desde hacía al menos un cuarto de hora. Fuera hacía frío, más aún después de haber estado tantas horas en una piscina climatizada. Juanjo esperaba con una mueca a que todo el mundo acabase también, fumándose un cigarrillo mientras se apoyaba en el capó del coche. Como vio que estaba acompañado no le dijo nada, pero si lo había escuchado llegar. Las puertas estaban abiertas, así que los dos pequeños se adentraron dentro, tratando de buscar refugio frente al aire congelado de fuera, pero la ventana del asiento del conductor estaba abierta, así que no sirvió de mucho.

Esperaron en silencio durante un rato, pero Martin no tardó en darse cuenta de la mirada que tenía sobre él ni dos minutos. Intentó distraerse con cualquier cosa que viera a través de la ventanilla, pero era imposible deshacerse de la sensación. Acabó por girarse hacia Paul con una mueca precavida.

"¿Qué pasa?"

"Nada, estaba pensando."

"Pues no me mires así que me intimidas" dijo el vasco casi en un murmullo.

"Es para ver si consigo hacerte ceder para que me cuentes algo por fin."

Martin se sintió nervioso, porque Paul llevaba intentando conseguir cualquier información sobre el tema desde el día de ayer, y aquel no era ni el lugar ni el momento para que lo hiciera. Intentó contestarle en un susurro, dándole a entender que no quería mantener esa conversación ahí, pero su mejor amigo no pareció darse cuenta de su ceño hundido en incomodidad.

"Es que no hay nada que contar."

"¿Y por qué te pones tan a la defensiva? No entiendo porque no me quieres hablar del tema, con lo ilusionado que estabas con Cris... Hablabas de él todo el rato."

Martin giró el cuello de tal manera que se preocupó de poder habérselo roto. Estaba intentando seguir el hilo conductor que había llevado a Paul hasta ahí, pero hacía tanto tiempo que no pensaba en el chico que acababa de mencionarle que hasta le costó comprender de quién le hablaba. El estómago se le revolvió con fuerza en cuanto se dio cuenta.

No supo qué responder, le había pillado totalmente de imprevisto. ¿Estaba insinuando que él estaba liado con Cris? La simple idea le dio náuseas, y entendió que definitivamente no le apetecía hablar sobre aquello en ese momento.

Se quedó petrificado, con la boca abierta y el ceño fruncido. Temía estar viéndose demasiado idiota.

¿Pero que podía hacer? Si lo negaba dejaba espacio a que Paul sospechase de otras personas, y no había que ser muy tonto para darse cuenta de la manera en la que Martin se quedaba mirando a Juanjo cada vez que lo veía. Tirar del hilo de Cris podría tapar la realidad, al menos durante un tiempo, hasta que Paul dejase el tema de lado. Podía sonar retorcido, pero la idea comenzó a tomar forma en la cabeza de Martin conforme los segundos pasaban. Si se hacía un poco el tonto sobre aquello, ¿estaría protegiendo a Juanjo? Se estaba sintiendo muy nervioso y presionado, así que no sabía ni él la respuesta de aquello. Tal vez no era tan mala idea, mientras colase y su mejor amigo lo dejase estar...