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El segundo día de celo era mucho más intenso que el primero.

El fuerte sonido de los golpeteos de ambos cuerpos uniéndose una y otra vez era lo único que se escuchaba con fuerza en la habitación, porque el alfa tapaba la boca del omega con su mano, a este punto todos sus vecinos sabían que pasaba porque el omega gritaba muy fuerte.

Y eso era satisfactorio, si, pero le daba vergüenza que alguien fuera a llamarles la atención por eso.

Una vez más se vino dentro del castaño de ojos verdes con destellos violetas en ellos, Rodrigo no estaba del todo consciente, eran muy poquitas las veces que lo estaba, pero justo ahora no lo estaba y es que el alfa tampoco, pues el olor del omega era demasiado embriagante y lo tenía en un estado de ensoñación constantemente, como si su cuerpo actuara por instinto y nada más.

Y lo supo esa noche cuando el omega inclinó su cabeza para que el alfa lo marcara, pero la pequeña parte racional de Iván no se lo permitió y en vez de una mordida, solo le otorgó un beso en ese lugar.

El castaño cayó rendido en la cama mientras el alfa miraba todo a su alrededor, todo era un desastre, habían un montón de cosas en el suelo, puesto que muchas veces empotró a Rodrigo en aquellos muebles de madera tirando todo lo que tenían encima directamente al piso.

Incluyendo que habían roto uno.

Habían sabanas rotas, el omega las rompía con sus uñas cuando él lo penetraba con fuerza.

Miró el cuerpo del omega cubierto de sudor, de las marcas de sus uñas y dedos, lleno de chupetones y pequeñas mordidas.

Y ni siquiera quería mirarse a él mismo en el espejo, estaba seguro que la uñas de Rodrigo habían hecho muchas marcas en su espalda, podía sentir el ardor.

Eran un puto desastre.

Salió de la habitación para preparar algo de comer a ambos, llevaban más de 24 horas teniendo sexo a cada instante, se sentía cansado y completamente seco, sin embargo el omega parecía estar al mil porque aunque ahora estaba "durmiendo" en unos minutos volvería a pedir más y el alfa no puede negarselo o Rodrigo lo atacaría y se molestaría con él.

Porque si, ya había sucedido y su pecho fue víctima de las garras de su omega.

Sonrió caminando hacia la cocina completamente desnudo porque solo tenía una muda de ropa y esta la usaría para cuando el castaño lo echara a patadas, porque también están seguro de que al terminar el celo haría eso.

Pero ahora había una diferencia y es que él no dejaría a Rodrigo, porque ahora tenía su olor impregnado y su lobo se regocijaba feliz por tenerlo.

Preparó unos fideos instantáneos, tomó algunas sodas y galletas, llevando todo en una bandeja para despertar al más bajo, pero para su sorpresa Rodrigo estaba despierto mirándose en el espejo.

Sus miradas se encontraron, los ojos verdosos de Rodrigo lo miraron con intensidad.

Había vuelto el señor omega amargado.

—Te traje algo de comer

Rodrigo volteó y sin decir nada caminó hacia la cama, tapándose con las gruesas mantas, Iván puso la bandeja en la cama y ambos tomaron un pequeño tazón de fideos

El azabache tenía tanto que decir, sin embargo no lo hacía, se sentía intimidados por la mirada del omega.

Rodrigo lo intimidaba.

Mientras el castaño tenía una presión en su pecho.

—¿Cómo se ha portado?

—¿Hmm?

—Mi lobo, ¿Cómo se ha portado?

—Oh bueno... Él es, insaciable...

Rodrigo se sonrojó al escuchar aquello

—Lo lamento...

—¿Eh? ¿Por qué?

—Sé que es un poco intenso

—Nada que no pueda soportar, por algo en mi lindo omega

Rodrigo se atragantó con los fideos causando una risa en el alfa.

—No lo digas así...

—¿Así cómo?

—Como si estuvieras tranquilo con eso, ¿No tenías una vida sexual activa con cualquier omega que se te cruzara?

—¿Estás queriendo decir que debí sentirme frustrado de haberte encontrado porque no podré coger con ningún otro omega?

Rodrigo ni siquiera respondió, solo lo miraba

—Rodrigo- dejó el tazón de fideos en la bandeja—Todos tenemos un destinado, unos lo encontraran y esos son los realmente afortunados, mientras otros no y aunque quizás lleguen a ser felices con otras personas nunca sentirán esa conexión o ese sentimiento fuerte que se siente por tu destinado, tú eres el mío ¿Por qué debería sentirme mal por eso? Mi vida antes de ti no me importa en lo absoluto, si estuve con otra persona no se compara a lo que siento ahora contigo porque iJoder! Estás doblegandome solo con tu olor, debería tenerte miedo 

El omega rió escuchando lo último.

»Además no pienso dejarte ir, porque mi lobo ya te reconoció y no quiero encima de mí otro olor que no sea el tuyo, ni siquiera deberias ocultarlo es tam malditamente delicioso

—Lo hago por mi bien...

—¿Qué dices?

—Mi olor es fuerte y muy dulce, como si estuviera en celo siempre, eso me ha traído problemas con alfas abusivos, no Quero volver a pasar por eso- murmuró avergonzado

—Nadie tiene derecho a tocarte, Rodrigo. Nadie, y quién lo haga lo desgarraré

La tranquilidad en su voz causaba un fuerte estremecimiento en el cuerpo del omega.

¿Acaso estaba exitado?

—Yo...- su olor empezaba a intensificarse—¿Qué pasará con Agus? Ella...ella estaré amorada de ti

El alfa se encogió de hombros.

—Nunca hice nada para demostrarle que quería algo más con ella

—Iv...

—Es la verdad, Rodrigo. Tu amiga se obsesionó conmigo, de una manera un poco enfermizs, además yo ya le "terminé" si asi podría decir porque solo teníamos encuentros sexuales y nada más

El azabache volteó a ver al más bajo, este lo miraba con un brillo extraño, como si lo mirada con adoración. 

—¿Rodrigo?

Alfa

Iván abrió sus ojos con sorpresa, aquel no era el lobo de Rodrigo, era él mismo.

El pene del alfa empezó a despertarse y un fuerte calor empezaba a invadirlo.

—¿Qué sucede?

Mi alfa

Y aquello fue suficiente para que Iván tirará la bandeja al piso subiéndose encima de Rodrigo, besándolo con desespero.

Su cuerpo empezaba a sentirse caliente y su lobo estaba luchando por salir, miró los ojos de Rodrigo y este le dedico una pequeña sonrisa.

—Hueles a alfa en celo...

El omega llevó su nariz al nacimiento del olor del alfa dando un beso allí.

—Creo que entraste en celo, alfa

¿Cómo es posible aquello? Los celos de los alfas eran cada 3 meses y él se supone que ya había pasado, sin embargo, ahí estaba sintiéndose demasiado caliente y con ganas de romper en dos al chico debajo de él.

—Vamos alfa, no te reprimas

El alfa cerraba sus ojos con fuerzas reprimiendo sus ganas, pero todo se fue a la mierda cuando el castaño abrió sus piernas haciendo que el fuerte olor del lubricante que escurría de él, los ojos del alfa empezaron a tornarse de un azul penetrante y cuando abrió los ojos, el omega lo supo.

Indujo el celo del alfa.

Hate You- RODRIVAN !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora