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Iván limpió las lágrimas de Rodrigo acariciando su carita, dejó un beso en la punta de su nariz mientras el omega se calmaba.

—Hueles muy bien, hueles a mi bebé- Rodrigo sonrió en medio de las lágrimas asintiendo—¿Puedes sentirlo?

El omega volvió a asentir, desde que supo que estaba en cinta sintió a su cachorro y no porque se moviera, por su olor o por los sintomas de su embarazo, sino por la pequeña y casi inexistente conexión que había entre él y el cachorrito.

El alfa llevó su nariz al nacimiento del olor del omega, aspirando todo ese dulce olor que provenía de su pequeño.

Era un olor dulce.

—Es un omega- dijo en medio de una sonrisa, aún con la cabeza en el cuello de Rodrigo, su mano fue al vientre de su omega acariciándolo con cuidado como si fuese a romperse—Mi lindo omeguita

Rodrigo sintió su lobo regocijarse de amor cada vez más y es que esta estampa del alfa enamorado por su cachorro le daba una calidez increíble a su corazón.

Era increíble que ahora saliera un pequeño olor a cerezas cuando hace poco no podía sentir nada del bebé ¿Será posible que la marca no fuese la única solución?

—¿Ya me dirás qué pasó?

Rodrigo había olvidado por completo lo que había pasado, se había concentrado en su cachorro y alfa.

—Y-yo salí del departamento...- el azabache lo miró sin decir nada, quería escuchar atentamente lo que Rodrigo tuviera que decir

Porque su lobo había estado demasiado desesperado por su omega sin saber porqué, estaba convencido de que algo le había sucedido.

—Agustina estaba allí- las caricias en su vientre pararon y las manos del alfa se empuñaron en clara seña de molestia—Me dijo cosas...que ¿Por qué no me lo dijiste?

—¿Decir qué?

—Que ella es tu omega- Rodrigo lo miró con lágrimas a punto de salir nuevamente

—No, tú eres mi omega

—Pero ella dijo que...

—¡Me importa una mierda, Rodrigo! Lo que sea que haya pasado esa noche cuando fuiste asignado a mi, me importa una mierda, tú eres mi omega, solo te quiero a ti y punto.

El alfa se levantó de la cama con molestia, pasaba sus manos por su cabello con frustración, cada vez que las cosas empezaban a tomar un giró bonito para ellos, aparecía la omega esa molestando cada vez más, Rodrigo solo lo miraba caminar de un lado a otro presionando su mandíbula.

Y se sintió mal al ver a Iván molesto, él siempre arruinaba las cosas, sin importar cuánto se esforzara el alfa, él siempre lo arruinaba.

—No quiero la marca...

Iván se detuvo casi de inmediato y se volteó a mirarlo incrédulo.

—¿Ella te pidió eso, Rodrigo?- alzó una ceja mirando al omega asentir lentamente

—Puede morir...- dijo en un hilo de voz bajando su mirada a sus manos temblorosas, porque la mirada del alfa era filosa como un cuchillo y le estaba doliendo

—¡Nuestro hijo está a nada de morir, Rodrigo, por la Diosa Luna! ¿Hasta cuándo seguirás pensando primero en ella? ¡Estoy harto!

El alfa estaba completamente alterado, está vez se sentía en el límite.

—Iván, cálmate...- se colocó de rodillas en la cama alzando sus manos para tratar de tocar al alfa, pero este se alejaba con furia

—¿¡Qué me calme!? ¡Cálmate tú, joder! Llegas llorando, sin importarte nuestro hijo saliste del departamento, ahora vienes y dices esa porquería ¡Si mi hijo muere será tu culpa!

Rodrigo abrió sus ojos con sorpresa mientras el alfa salió con prisa de la habitación, buscó sus llaves y un abrigo para salir del departamento.

Rodrigo escuchó el portazo dejado por el alfa al salir del departamento.

"Si mi hijo muere será tu culpa..."

Iván subió a su auto y empezó a conducir ignorando a su lobo que le pedía estar con su omega, sabía que ambos lobos estaban creando un vínculo con el cachorro, pero ¿Era necesario?

Si el cachorro moría entonces ¿De qué serviría el estúpido vínculo? ¿De qué servía todo lo que estaba haciendo cuando su omega ni siquiera ponía de su parte por el bienestar del bebé?

Una completa mierda.

Eso era todo lo que estaba pasando, una completa mierda, porque sí, él tenía la suficiente fuerza y voluntad para luchar por ambos, pero ¿Realmente valía la pena? ¿Si su cachorro moría qué quedaría entre ellos?

Si la maldita omega seguía en el medio, la vida de ambos sería un infierno.

Él dándolo todo y el omega llorando por su amiga.

Estacionó su auto en un bar, necesitaba quitar el rechazo de su corazón, necesitaba quitar la molestia y las ganas de mandar todo a la mierda, porque realmente no importa lo que suceda, mientras el cachorro siga vivo, él estaba dispuesto a soportar todo solo por tenerlo algún dia en sus brazos.

Si el omega decidía abandonarlo después del nacimiento de su bebé, con el dolor más grande en el corazón, lo aceptaría.

Porque aunque fueran destinados no podía obligarlo a quedarse a su lado, no podía obligarlo a quererlo y porsupuesto que le dolería si eso llegase a pasar, pero como alfa, el velaria por la salud y seguridad de su hijo siempre, sin importar el resto...

Hate You- RODRIVAN !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora