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El lado posesivo y bestial de Iván había salido a flote, besaba el cuerpo de Rodrigo con hambre y desesperación, mientras sus dedos se enterraban en su piel haciendo leves marcar rojizas.

El celo de Iván, a diferencia del de Rodrigo, se daba cada tres meses y solo duraba un solo día, el de Rodrigo se daba cada mes y duraba tres días, y si, el del alfa era mucho más intenso.

Su lobo era fuerte y posesivo, cualquier omega podría correr o alejarse de él durante su celo y era por eso que Iván pasaba sus celos completamente solo.

Pero a Rodrigo no le molestaba en lo absoluto la intensidad del alfa, ni siquiera cuenado las garras del mismo se enterraban en su piel causándole leves heridas, menos cuando mordísqueaba todo su cuerpo clavado de manera superficial sus dientes.

Rodrigo se sentia en la gloria.

Y poco a poco ambos le dieron paso a sus lobos, entregándose al placer de reclamar de ambos como destinados.

Por primera vez.

Porque ya no había nada más que hablar, sus lobos ya lo habían aceptado. 

Iván alineó su miembro en la entrada dilatada de su omega, metiéndose lentamente en él, apretando su cintura y clavando las garras en su piel, Rodrigo arqueó su espalda por la intromisión jadeando con fuerza.

El alfa le hacia sentir en lo más alto del cielo, el placer de entregarse a su destino era algo que jamás imaginó que pasaría, pero en el fondo, estaba agradecido de que el alfa se haya quedado, pues estaba saciando muy bien su celo y eso lo agradecía a la luna.

Su celo ni siquiera había sido doloroso gracias al alfa.

El mismo que lo penetraba con demasiada fuerza, tanta que empezaba a sonar fuerte el golpeteo de sus cuerpos y también la cama que amenazaba con romperse en cualquier momento.

Pero a él no le dolía, su alfa se estaba revelando y el aceptaría todo lo que le diera porque se sentía bien y agradecido con el alfa.

Iván subió su mano enrollandola en el cuello del omega, haciéndolo abrir la boca por instinto, subiendo ambas piernas en los hombros contrarios, estaba demasiado profundo.

Ambos se miraron con un brillo excepcional en sus ojos.

Iván apretaba su mandíbula cada vez que Rodrigo sacaba su lengua lamiendo sus labios, sus ojos estaban tan brillantes como dos luceros y sus manitos sostenían el brazo que lo ahorcaban con cuidado.

Lo estaba ahorcando.

Por un momento la parte racional de Iván lo hizo retroceder asustado, estaba siendo demasiado salvaje, incluso la posición en la que estaban era demasiado, quitó su mano del cuello del omega y las bajó a su estrecha cintura para mantenerlas ahí, apretando la suave piel del castaño.

Rodrigo sonrió lascivo, había visto sorpresa en los ojos de Iván, pero le gustaba, le encantaba la manera en la que lo estaba haciendo.

—S-si te contienes... Te juro que buscaré otro maldito alfa que me folle

Los movimientos de Iván pararon y miro al castaño sintiendo su cuerpo estremecerse y la furia colaese por sus venas.

En su jodida mente de mierda el dejaría que otro alfa lo tocara.

Y ni siquiera eso porque lo llenaría tan bien, que no iba a querer a otro hombre más que a él en su jodida vida.

Sacó su miembro del bajo y 9o volteó poniéndolo en cuatro con sus piernas muy abiertas, adentrándose en él con tanta fuerza que la estructura de la cama se estremeció.

Hate You- RODRIVAN !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora