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El eco en la pantalla se reflejaba perfectamente, aunque el omega y el alfa no entendían absolutamente nada, el doctor De Luque obviamente lo hacía, su ceño se mantenía fruncido constantemente, poniendo en alerta a los otros dos.

Un suspiro lastimero salió del doctor y dejó los aparatos en lugar para tomar una toalla y limpiar el vientre del omega, tomó la foto impresa del eco y caminó hacia su consultorio.

El omega miró al alfa y lo tomó de la mano con fuerza siguiéndolo.

—Bien,a pesar de que ya les había advertido sobre esto, me veo en la obligación de decirles el diagnóstico- ambos asintieron—No hay ningún avance

Rodrigo pudo sentir su respiración volverse mas pesada y el miedo se instaló en su pecho.

—No hay crecimiento, no hay desarrollo, todo sigue igual

Entonces era eso lo que el alfa presentía.

—¿Qué debemos hacer?- aunque su voz temblaba, el alfa trataba de mantenerse fuerte

—Sinceramente no creo que algo funcione, les dije que la marca podía ser un posibilidad sin embargo, parece no haber funcionado y en ese caso no hay nada...

—¡No estoy marcado! Es... Es temporal...

El doctor miró al omega.

—Rodrigo... Aún así podría no funcionar, el bebé parece no avanzar, a este paso tu lobo podría enfermar y el cachorro morirá.

—Pero...

—Es decisión de ambos, si deciden seguir con el embarazo o interrumpirlo ahora

Un fuerte sollozó salió del omega, mientras apretaba la mano del alfa con fuerza.

—Pero... Su olor, su olor es dulce como el de un omega, él será un omega como yo, ¿Cómo es posible que no avanzara si su olor salió? ¡Debe estar equivocado! Estoy seguro que... Estoy seguro, yo...

El alfa se levantó y abrazó con fuerza al omega al notar que había entrado en un colapso, el doctor De Luque asintió al alfa y salió del consultorio dándoles privacidad.

—Bonito...

—Será una linda omega...- susurró Rodrigo en el pecho de Iván mientras sus lágrimas salían—Una linda niña omega, Iván

Si alguien decía que los alfas no lloraban porque eran seres insensibles y orgullosos, esa persona estaría mintiendo, porque Iván ahora lloraba mirando al techo pidiéndole a la Diosa Luna y todos los dioses que le permitieran conservar a su cachorro.

Si en algún momento se sintió cansado por su actual vida, en ese momento se arrepentía, si en algún momento hizo algún daño, en ese momento se arrepentía, si tuviera que arrodillarse y pedirle a la luna una oportunidad lo haría sin dudar, porque nada dolía más que sentir que le quitarían a ese pequeñito que le pertenecía, que sin saber quería ver crecer, porque fue demasiado inesperado y rápido, pero era suyo, era su cachorro...

—Será nuestra niña, Rodri... Será nuestra bonita omega...

No es fácil, nunca será fácil, continuar aunque todos los pronóstico digan que las cosas saldrán mal, no es fácil dar ánimos y sonreír cuando lo único que quieres es echarte en tu cama y llorar de impotencia y rencor.

¿Por qué no podían ser felices?

¿Era por el daño que le había hecho a esa omega? ¿Era por rechazar ese vínculo? ¿ O por todas la omegas que dejó con el corazón roto por él?

El alfa se sentía de lo peor, habían pasado días desde aquella cita médica, Rodrigo había perdido su sonrisa, ahora solo ee sentaba cerca del ventanal acariciando su vientre plano, cada vez que llegaba lo veía ahí o durmiendo en el sofá donde pudiera ver a la luna, sus ojitos estaban hinchados y sus mano no dejaban de tocar aquella zona plana.

En la oscuridad de su departamento el alfa lloraba mirando aquella imagen de su omega completamente derrotado y sufriendo.

Porque aunque ambos tenían una pequeñísima esperanza, en el fondo sabían que lo más posible era que todo terminará terriblemente mal, a menos que un milagro ocurriera y a estás alturas ninguno de los dos creían en los milagros.

Se acercó como todas las madrugadas y acarició el rostro del omega, quitando el cabello castaño de la frente de su omega y besó sus mejillas llenitas y rosadas.

Sus ojos se dirigieron a quella zona donde la mano de su omega reposaba.

El alfa no tocaba el vientre de Rodrigo desde hace varios días, no quería seguir ilusionandose por más difícil que fuera, uno de los dos tenía que mantener la cordura cuando las cosas se pusieran más difíciles.

Pero esa noche, esa noche en dónde la luna llena brillaba en lo más alto, iluminando el sofá donde el omega estaba dormido, el alfa quitó la mano del omega con delicadeza y de acercó besando entre lágrimas el vientre del omega, lo besó como nunca antes.

—Sabes, yo nunca había pensado en que algo bueno saldría de mi- rió con nostalgia y lágrimas cayendo—Era un alfa bastante rebelde aunque me concentro en mis estudios, supongo que a pesar de mi mente desequilibrada si quiero ser un cheff al igual que tus abuelitos.

Los ojos del omega se habrieron, pero no se movió, solo se quedó atento a las palabras del alfa dirigidas a su pequeño cachorro en su vientre.

—Tu papi cree que eres niña pero yo creo que eres un niño, un fuerte y lindo niño, como él...—El alfa llevó sus manos al vientre acariciándolo con amor—No quiero ser egoísta, no cruel, mi amor, pero por favor hazlo ya... Si tienes que irte, vete ya, no sabes cuánto nos dolerá, pero sabemos que debemos aceptar nuestro destino...- el omega cerró los ojos sintiendo mas lágrimas salir silenciosamente de los mismos—Pero si te quedas... Te prometo que seré el papá más feliz del mundo, te voy a cuidar y amar como nunca he amado en la vida, solo... Solo dame la oportunidad, mi amor... Te lo pido por favor....

Bajo aquel brillo, en lo más altos del cielo, la luna les había concedido sus más profundos deseos, siendo testigo del amor profundo que ambos empezaban a sentir por aquel cachorro que había sido regalo de la misma.

Porque ella había escuchado cada una de las veces que el omega le había pedido el bienestar de su bebé, pero ella ya le había concedido algo al omega, sin embargo, al alfa no, es por eso que al escuchar sus lágrimas y su petición, no dudó en darle lo que más deseaba.

Un niño omega, sano, salvo y fuerte.

Hate You- RODRIVAN !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora