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—Cariño... Oh mi amor...

El omega estaba tan sumergido en la nube de placer que le ocasionaba estar encima de su alfa, que no razonaba.

Su libido estaba al millón y sus hormonas también.

Se sentía tan bien, tan lleno que lo amaba, amaba estar ahí.

—Amor... Salta con cuidado...- ni siquiera pudo terminar, pues el omega tapó su boca con sus manos

No quería pensar en su gran vientre, lo único que quería en ese momento era sentirse saciado y lleno por su alfa.

Quería su esencia, que lo anudara, que lo marcara, que lo reclamara una y otra vez.

Si era posible incluso que lo preñara otra vez.

Así de hormonal estaba.

—Oh amor... me gustas, me gustas mucho Ivi

El alfa apretó sus manos en la cintura del omega, en clara señal de que su orgasmo estaba a nada de llegar y por ende su nudo tambien, pero no podia.

No podia anudarlo porqué entonces estaria dilatando al omega mucho mas y podia ser catastrofico para el bebe.

Por eso cuando su orgasmo llego, acompañado del de su omega, él lo aparto rápidamente, masturbandose un poco para vaciarse en su propia mano.

Y aquello fue un grave error.

Pues Rodrigo abrió sus ojos de manera sorpresiva, se sintió rechazado y aquello lo hizo sentir vulnerable.

Su mirada bajo a su prominente vientre, quizas se trataba de eso.

Por la Diosa.

Como no lo habia pensado, estaba muy panzón, incluso él sintiera asco de sí mismo.

Con ese jodido pensamiento se levanto de prisa hacia el baño tomando prendas del suelo sin pensar en nada más que cubrirse, cuando el alfa salió del estado post orgasmico en que se encontraba miro en direccion a donde el omega habia corrido y cerro sus ojos.

Mierda.

Ni siquiera lo penso cuando tomo su ropa interior y se la coloco, yendo tras él, odiaba causar inseguridades en Rodrigo, podia sentirlo por su lazo y odiaba esa sensacion.

Toco la puerta con delicadeza, esperando recibir alguna respuesta de parte de su tierno amor, pero en vez de eso solo escucho un gruñido.

Por un momento penso que su omega estaría llorando, pero olvidaba que era Rodrigo Carrera y que seguramente ahora queria arrancarle la cabeza.

—¿Amorcito?

Nada.

—Mi vida, lo siento mucho, lo hice por tu bien, bonito.

—¡Jodete Buhaje!

—Uh, amo cuando me tratas asi, pero justo ahora quiero abrazar a mi lindo omega.

El sabia mover sus cartas, claro que lo sabia, porque a pesar de que Rodrigo fuera un Omega dominante, como todo omega no podia resistirse a...

—Te hare mimos cielo.

El omega ni siquiera lo penso y abrió la puerta del baño, vistiendo una camisa del alfa y ropa interior.

Iván sonrió al ver la tierna imagen de su lindo omega frente a él, sin pensarlo lo abrazo fuerte enterrando su cara en aquella marca que tanto le gustaba, aspirando ese olor a vainilla con destellos a cereza. 

Se sentia lleno y feliz teniendo a Rodrigo de esa manera.

Cargó al omega estilo nupcial y  lo llevo al sofa donde lo acostó para empezar con su sesión de mimos, en la redonda y muy abultada pancita de su omega.

Hate You- RODRIVAN !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora