Capítulo 8

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La exposición en clase de historia del arte me había salido realmente bien. La profesora Celia me había dado la enhorabuena personalmente y me había calificado con matrícula de honor.

Ese elogio había servido como chute de dopamina semanal.

Moléculas que me temía que iban a desaparecer en cuanto comenzará a hablar con mi psicóloga sobre cómo había transcurrido la semana.

La terapia me ayudaba mucho, pero las sesiones a veces me dejaban sin energía. Remover mis problemas del pasado a veces podía resultar ciertamente agotador.

Mi culo estaba inquieto en la silla mientras esperaba a que Cristina comenzará a realizar preguntas. Normalmente nuestras dinámicas eran así, ella preguntaba y según como me encontrara de ánimos ese día era un libro semiabierto o completamente cerrado.

Aquel día me apetecía hablar; además una hora más tarde tendría terapia grupal. Doble sesión para mi.
   
Entre la discusión con papá el sábado por la mañana y el dibujo de Alex ayer por la noche... La semana había sido movidita. Quería hablar con Cristina de lo primero, lo segundo lo reservaría para mi tormento personal.
   
ー¿Qué tal la semana? ーpreguntó mientras se acomodaba en su silla y cogía su libreta.

ーBueno ーsuspiré lista para soltarlo todoー. El sábado tuve una discusión con mi padre.
   
ー¿Te apetece contarme el motivo?
   
El motivo principal siempre había sido un tema que evitaba durante las sesiones, lo habíamos intentado en una ocasión. Pero después de ponerme demasiado nerviosa decidimos dejarlo apartado hasta que me sintiera preparada.
   
ーAl principio fue por no haber estado presente en mi cumpleaños, me sentía engañada y enfadada. ーEstiré las mangas de mi jersey en un movimiento nerviosoー. Después saqué el tema del abandono y mi madre, ーun pequeño suspiro salió de mi bocaー dijo que no iba a hablar del tema y me fui a mi cuarto a llorar.
   
ー¿Por qué sacaste a tu madre en la conversación?
   
ー¿Por qué no? ーdije irónicamenteー. Mi padre nunca quiere hablar de ella, siempre evita el tema o se enfada cuando la menciono. Es mi madre, no ha sido una buena madre pero llevó sin verla nueve años y a veces cuando paso tanto tiempo sola la echo de menos.
   
ーPero ella también solía dejarte sola la mayor parte del tiempo. ーPuntualizó Cristina.
   
ーEstaba enferma. ーSeñalé justificando todos sus erroresー. Y eso es culpa de mi padre, toda la infancia de mierda es culpa de mi padre.
   
ーAhí está. ーApuntó Cristina con el bolígrafo hacia miー. Que tu padre se niegue a hablar del tema puede ser la misma razón por la que tú le culpas.
   
Genial, que mi madre fuera drogadicta era algo que mi padre había causado. Enigma resuelto. Aunque no era solo eso lo que me tenía tan enfadada. También era el hecho de echarla de menos cuando no debería, el querer volver a Londres a estudiar artes y ver como estaba.

No había sabido de ella en años, y en aquellos últimos meses lo único que hacía era pensar en ella constantemente. No sabía cómo afrontar la situación con mi padre al decirle que quería ir el año que viene a Londres durante un erasmus. Iba a pensar que era una desagradecida. Y a pesar de que odiaba a mi padre la mayor parte del tiempo, la idea de decepcionarle me atormentaba.
   
ーCreo que quiero estudiar en Londres el año que viene ーmencioné mientras Cristina me observaba con mucha atenciónー. Y no sé cómo decírselo a mi padre, eso también me tiene muy frustrada.
   
ーEs bueno que identifiques la emoción y cuál es el factor que te la causa. ーSoltó su libreta en la mesa y tomó una postura más cercanaー. Alicia, esa conversación es algo que tiene que suceder. No solo por ti y por él, también por vuestra relación. Sé que es difícil pero puedes buscar un hueco con él para cenar o comer, un día en el que te sientas preparada. Apuntes todo lo que quieres decirle, tus motivos para volver a Londres durante un año y hablar de manera clara y calmada las cosas.
   
ーTengo miedo de decepcionarle ーconfesé con la voz un poco más apagadaー. Tengo miedo de decepcionarme a mi misma, ¿y si cuando llegue a Londres todo es una mierda?¿Y si mi madre ya no me quiere?¿Y si sigue consumiendo?
   
Solo de pensar en esa idea un sentimiento de terror me recorrió todo el cuerpo.
   
ーPara saberlo es algo que tienes que vivir. ーSu mirada era compasivaー. Hay sentimientos y situaciones que simplemente tocan vivir. Sé que es difícil, pero no te aferres a lo que pasó en tu pasado e intenta vivir el futuro sin condicionantes. ーObservó la hora en su reloj de muñeca y dijoー. La sesión ha terminado, te veo ahora en la terapia grupal.
   
Salí de la sala con un enredo de pensamientos en mi cabeza. Tenía razón, esa conversación era algo que tenía pendiente con papá desde hacía muchos años, y aunque había salido a la palestra en más de una ocasión, siempre acababa en gritos, reproches y llantos de mi parte. Así que se había convertido en un tema tabú encima de la mesa.
   
Aún quedaban tres cuartos de hora para la siguiente sesión, así que salí del edificio y me dirigí hacia una cafetería.

Déjame quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora