Capítulo 28

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ー¿Cómo está mi chica favorita? ーpreguntó Gus de forma alegre mientras se acercaba a mi.

Llevaba un equipo deportivo Nike de un color verde cacería bastante favorecedor.

Desvié la mirada de mi amigo hacia el aparcamiento donde Fer continuaba apoyado con los brazos cruzados sobre el capo del Jeep negro de Gus. Unas ray ban negras adornaban su cara, y un pantalón negro junto a una camiseta de licra del mismo color lo hacían lucir de manera diferente.

No estaba acostumbrada a verlo fuera de sus pantalones de pinza y sus camisas de color pastel.

Pero siendo honestos de aquella forma deportiva lucía muy bien.

ーGenial ーrespondí con una sonrisa mientras Gus me aplacaba en un abrazo haciéndome reír.

ー¿Qué tal por el norte de España? Este idiota no ha querido soltar palabra ーcontestó refiriéndose a Alex mientras lo acusaba con el dedo y se colocaba al lado mio.

ーEres como una especie de cotorra, colega ーrespondió Alex mientras se encogía de brazos y señalaba el coche de su amigo con la cabezaー. ¿Lo has sacado de paseo?

ーEl idiota de Fer no quería traer su Porsche ーrespondió con un quejidoー. ¡No sé para qué lo quieres! ーle gritó a un Fer ausente que se encontraba a pocos metros de nosotros muy concentrado en la pantalla de su teléfonoー. Ayer quedó con una tía y esta insoportable ーmencionó en un tono de voz más bajo para que solo nosotros pudiéramos escucharle.

ー¿Con Clara otra vez? ーSe extrañó Alex mientras metía sus manos en los bolsillos.

ーNo, con Raquel ーrespondió Gus con cierta amargura mientras volteaba sus ojosー. Aquella pelirroja que le hizo ghosting la primavera pasada.

ーNormal que esté de un humor de perros entonces ーcontestó Alex mientras echaba a andar hasta el Jeep negro de su amigo.

ー¿Y bien? ーpreguntó Gus mientras se acercaba a mi y me sacudía un poco los hombrosー. ¿No vas a contarme entonces cómo te fue en el norte de España con nuestro tercer mosquetero?

ーNo me lo ha contado ni a mí. ーEscuché la voz de mi amiga por detrás nuestra antes de que me diera tiempo a responderー. Buena suerte en sacarle alguna palabra.

Una Sofía vestida en camiseta y pantalón de deporte, y una cola rubia alta se acercaba a nosotros por el camino de tierra acompañada de un Nico igual de deportista. Una gorra gris en su cabeza lo protegía del sol.

ーGenial ーdije de forma irónicaー. El rey y la reina cotilla.

Gus sonrió con triunfo al ver a mi amiga y se acercó hasta ella para envolverla en un abrazo igual de cálido que el mío. Luego saludo a Nico, ambos chocando puños y manos en un saludo muy masculino.

ーNico ha aparcado la moto ahí detrás ーcomentó señalando la entrada de la finca mientras se acercaba a miー. ¿Lista para patearle el culo a estos cuatro? ーpreguntó señalando a los chicos que caminaban delante de nosotras.

ーSiempre estoy lista para patear el culo de algunos hombres ーrespondí con una sonrisa cómplice.

Caminamos por el carril de tierra hasta adentrarnos a la gran nave que se encontraba un poco más alejada del carril donde habíamos aparcado los coches.

El lugar era bastante grande. Una decoración muy foránea decoraba cada una de las paredes y unos cuantos graffitis en relación a la temática ambientaban el espacio.

El monitor, un chico rubio bastante grande y majo, nos explicó como funcionaban las pistolas con bolas de pintura, nos ofreció unos trajes militares de nuestras tallas y luego unas máscaras protectoras para la zona de la cara. Nos condujo a través de toda la nave para ofrecernos unas botas de militar y acto seguido caminamos un poco por la finca hasta llegar a un campo vallado donde diferentes estructuras de madera, paja y neumáticos decoraban la pista de paintball.

Déjame quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora