Miraba el plato de espaguetis jugueteando con él mientras le daba vueltas a los fideos teñidos de rojos.
Mi psicóloga me había llamado esa misma mañana para concretar la hora, los días y el comienzo de la terapia colectiva. Me había informado que el grupo estaría compuesto de diez jóvenes con características y circunstancias similares a las mías.
Según Cristina, aquel tipo de sesiones entre iguales solían ser muy eficaces.
Ayudaba a mostrar y entender emociones, desarrollar habilidades sociales y seguir unos tiempos diferentes para cada persona.
Además de que se complementaba muy bien con la psicoterapia individualizada.
Todo eso unido a un «Te vendrá muy bien para avanzar en tu progreso» eran palabras que me había dicho mi psicóloga hacía menos de dos horas. Desde entonces no podía parar de pensar en aquello. Sabía que papá quería que comenzará aquel tipo de terapia, todo lo que recomendará Cristina era un bien para mi y debía intentarlo. Sin embargo, me encontraba reticente. Interactuar con otras personas que se salieran del círculo de Sofía, su novio Nico, mi compañero de clase Hugo, papá, Cecilia, Tony y mi terapeuta estaba fuera de mis pensamientos.
No me gustaba conocer a gente nueva, ya lo había intentado en un pasado y no había salido bien. Incluso establecer un vínculo de amistad con Sofía había llevado años; si a eso le sumamos que odiaba expresar mis emociones, ¿cómo se supone que iba a ayudarme una terapia grupal?
Seguí revolviendo mis espaguetis hasta que Sofía dijo:
ー¿Has escuchado lo que he dicho Alicia? Llevas los últimos diez minutos dando vueltas a tus espaguetis. Deben estar mareados.
Levanté mi cabeza del plato y observé como mi amiga arqueaba la ceja izquierda hasta casi rozar la raíz de su pelo rubio.
ーLo siento, ¿puedes repetirlo? ーdije en tono de disculpa.
ーA ver, ¿qué es lo que te pasa? ーrespondió en un suspiro apartando su bandeja de comida.
ーNada ーrespondí llevándome un bocado de pasta a la boca. Aunque no tenía apetito y se me hizo una bola en la boca.
ーEs evidente que pasa algo. ¿Qué es? ーVolvió a insistir.
Solté un suspiro sonoro que llevaba tiempo reteniendo y contesté:
ーCristina me ha ofrecido una nueva terapia y no sé qué hacer.
Podía ser totalmente sincera con Sofía respecto a mi salud mental, ella había estado ahí hacía un año atrás cuando todo había empeorado. Sabía sobre mis sesiones con Cristina e intentaba que no pasará demasiado tiempo sola.
Los primeros meses había sido una lapa.
Venía a casa cada día e incluso le pedía a Cecilia que preparará el pollo asado que tanto le gustaba.
Luego apareció Nico y las visitas diarias a casa pasaron a ser quedadas semanales.
Aún la veía todos los días en la universidad, y a pesar de que no la culpaba por querer pasar más tiempo con su novio, extrañaba su compañía en casa.
No quería ser egoísta. Así que muchas veces de las que me preguntaba como estaba mentía, sabía que si le contaba la verdad volvería a ser aquella lapa que tanto echaba de menos. Y aunque quería tenerla en casa tanto tiempo como fuera posible, disfrutando de su compañía, no era justo. Ni para ella, ni para Nico y en cierto modo tampoco para mi.
ー¿Qué clase de terapia? ーpreguntó con curiosidad.
ーUna terapia colectiva ーrespondí negando un poco con la cabezaー. No lo sé, sabes que odio interactuar con personas que no conozco, pero ella piensa que sería beneficioso para mi avance y blablabla.
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Déjame quererte.
Teen Fiction¿Y si te dijeran que el chico que vas a conocer en terapia cambiará tu vida por completo? ¿Comenzarías la primera sesión a pesar del escepticismo? Alicia Turner es una chica golpeada por la vida, una que nunca ha conocido el sentimiento del amor y l...