ー¿Y qué te dijo? ーSofía se encontraba al otro lado de la línea telefónica.
La noche anterior, después del beso, me había visto entrar con Alex al local. Se había acercado a mí como un velocirraptor olvidando todas sus palabras anteriores y había comenzado a dar pequeños saltitos y a gritar en mitad del concierto.
Decía que sabía exactamente lo que había ocurrido por mi cara y colores.
Había tardado poco en mandarla a callar después de ver como Alex observaba la escena con una sonrisa arrogante y divertida en la boca. Estaba disfrutando del pequeño melodrama que estaba montando mi amiga entre el gentío. Así que le había contado los detalles por encima y le había prometido que se lo contaría todo al día siguiente.Esa misma mañana a las doce ya me estaba sonando el teléfono con el nombre de Sofía en la pantalla.
Me había sorprendido que tardara tanto y no me hubiera despertado a las nueve de la mañana.
ーQue se sorprendía de tus palabras ーrespondí mientras agarraba mi tazón de cereales.
ーBueno fui dura contigo, Ali ーcontestó en voz baja con un tono de disculpa en su vozー. Pero fuí la propulsora a ese fantástico beso. ーTerminó diciendo con orgullo.
Podía imaginarme su sonrisa de triunfo a través del móvil, lo que me hizo sonreír a mi también.
ー¿Por qué susurras? ーpregunté mientras me sentaba en el sofá con Coco al lado.
ーNico aún está durmiendo ーrespondió con la boca llena de comidaー. ¿Y como fue el beso?No recordaba que mi amiga se hubiera quedado anoche en el piso de su novio.
Si es que su apartamento de baño minúsculo, cocina y salón (junto a la cama al lado del ventanal) se le podía considerar piso. Pero bueno, no iba a ser yo quien le juzgara cuando literalmente era una niña mantenida por papá.
ーFue... ーMe quedé pensando para responder a su preguntaー. Embriagador.
ー¡AAAA! ーgritó mi amiga como a quien le habían dado la noticia de que iba a tener un niño. Estaba segura que con eso había despertado a Nicoー. Que bonito, Alicia. Estáis enamorados.
ー¿Qué? ーdije casi atragantándome con mis cerealesー. No. Solo nos estamos conociendo. Además, somos amigos.
ーEs verdad ーcontestó mi amiga como si recordara algo que se le había olvidadoー. Olvidaba que eres completamente alérgica a la idea del amor romántico.
ーMe encantan las comedias románticas. ーMe defendí indignada por sus palabras.
ーTe gustan las historias cuando tú no eres la protagonista ーcontestó mi amiga.ー¿Sof? ーSe escuchó la voz lejana de un Nico soñoliento.
ーTengo que dejarte ーdijo Sofía de manera rápidaー. El lunes me cuentas.
Sofía se había ofrecido el lunes a acompañarme a comprar la cena y alguna decoración para nochevieja. Además de las uvas.
Miré el reloj viendo como apuntaba casi la una de la tarde. Así que me peiné un poco las ondas deshechas de la noche anterior y me puse rápidamente unos pantalones de chándal anchos y una sudadera gris a juego. Amarré mis new balance y cogí la correa de Coco mientras mi perra me acompañaba dando pequeños saltos emocionada por su paseo rutinario. El día estaba feo, unas nubes negras cubrían las calles. El pronóstico del tiempo decía que llovería durante toda la tarde.Papá estaba en la oficina y llegaría para cenar. Así que tocaría pedir algo en el uber eat.
El paseo de Coco fue bastante rápido ya que hacía frío y estaba empezando a chispear. Cuando llegué a casa me puse mis zapatillas de pelito y me recogí el pelo en un moño fluffy. Estaba en mi habitación cuando tocaron a la puerta de casa.
No esperaba a nadie, así que me extrañó por las horas que eran.
Un Alex con el pelo un poco mojado y dos bolsas en la mano me sonreía cuando abrí la puerta de la calle. Su northface estaba mojado debido a la lluvia.
ー¿Me vas a invitar a pasar? ーcuestionó desde el descansillo.
Le hice una señal con la mano y entró. Me quedé un poco pálida al verlo en mi casa. No había planeado qué decirle sobre lo ocurrido la noche anterior. Aunque ya no tendría tiempo suficiente para pensar en nada. Agarré su abrigo para ponerlo en el armario que había justo a la entrada y a decir verdad no sabía muy bien cómo interactuar con él.
ーTraigo para hacer de comer ーdijo tranquilamente mientras señalaba una de las bolsas. En la otra había un regalo.
ーLa haré yo ーdije agarrando la bolsa y llevándola hasta la cocina.
ーNi siquiera sabes que hay en las bolsas ーcontestó siguiéndome.
ーPues improvisaré ーrespondí sacando unos solomillos de cerdo y unas setas junto a un brick de nata.
ーNo quiero terminar muerto por intoxicación ーse burló mientras agarraba el solomillo.
Agarré su mano apartándola de la carne, arqueé una ceja y pregunté:
ー¿Es que no crees que sea buena cocinera?
ーEstoy seguro que se te dan bien un montón de cosas ーrespondió volviendo a llevar el solomillo hacia élー. Pero no estoy seguro si la cocina es una de ellas. Te vi cortar la cebolla en mi casa aquella noche. Casi te rebanas el dedo.
Volteé los ojos ante su comentario. Sí, tenía razón. La cocina no era uno de mis fuertes. Vale, más bien siempre se me quemaban casi todos los platos, me quedaban demasiado salados o insípidos. Pero no se lo iba a admitir.
ーAyúdame entonces. ーTerminé diciendo mientras le arrebataba el solomillo y cogía una tabla para cortar del cajón.
Agarré el cuchillo de cocina que había visto un millón de veces utilizar a Cecilia para cortar carne. Intenté recordar y visualizar como solía hacerlo ella.
Agarré el trozo grande de carne y lo coloqué sobre la tabla de madera. Y sin pensarlo mucho empecé a cortar con el cuchillo. Era difícil, apenas se deslizaba y básicamente estaba haciendo un destrozo con el pobre solomillo. Las manos de Alex agarraron las mías por detrás. Su cuerpo pegado al mío mientras me guiaba para hacer un corte fino.
ー¿Habías dicho que se te daba bien? ーcomentó en voz alta, la sonrisa destilada a través de sus palabras. Mi parte consciente quería darle un codazo en el costado, pero con un cuchillo en la mano dudaba que fuera buena idea.
ーHe dicho que haría de comer ーrespondí mientras su mano seguía guiando a la míaー. No que se me diera bien.
ーMhmm. ーSu musitación desprendía arrogancia por toda la habitación. A pesar de eso me quedé callada.
Cuando terminamos con el solomillo, agarró las setas de la bolsa y comenzó a cortarlas con una destreza indomable. Mis ojos se quedaron en trance en sus brazos, las mangas remangadas me permitieron ver algo que no había visto antes. Reconocí la obra ipso facto, era la creación de adán modificada, bueno, solo una parte de la obra, las manos. Una mano de huesos y otra aún llena de vida.
La vida y la muerte en su máximo esplendor.
ーNo sabía que te gustaran los tatuajes ーcomenté mientras señalaba con mi mirada su dibujo.
ーSí, bueno ーdijo soltando el cuchillo y mirándome de vueltaー. Me dan un toque bohemio.
Hay estaba de nuevo, la mirada cargada de conflicto. La sonrisa que no le llegaba a los ojos para ocultar el dolor que había detrás.
No me gustaba cuando hacía eso, aunque miraba mi reflejo a través de él. Porque yo también solía ocultar mis sentimientos a través de una barrera de hielo inquebrantable.
Sabía que no quería hablar del tema, pero aún así lancé mi pregunta.
ー¿Qué significa? ーdije casual mientras me apoyaba en la encimera.
ーPensaba que tú eras la que sabía de arte.
ーSé el significado de la creación de Adán ーrespondí de manera pausadaー. Es evidente que en este tatuaje no cobra el mismo significado.
ーMe lo hice un mes después de la muerte de mi madre ーcontestó mientras salteaba las setas y doraba la carneー. Es para poder recordar siempre nuestra conexión; incluso después de la muerte. Recordar que siempre estará presente en mi camino.ー Su voz carraspeó después de la última frase, como si el nudo en la garganta le apretara demasiado. Así que decidí cambiar el tema.
ーHuele genial ーdije mientras me acercaba a la sartén que tenía las setas, el solomillo y un poco de nataー. Hemos hecho un buen trabajo en equipo.
ーQuerrás decir que he hecho un buen trabajo.
ー¡Oye! ーcontesté un tanto ofendidaー. Que yo he cortado la carne.
ーCorrección ーrespondió mientras se acercaba con proximidadー. Estabas mutilando la carne.
Su cercanía me hacía recordar el beso y el momento de la noche anterior. Haciendo disparar mil nervios y trompetas que correteaban y sonaban por todo mi estómago. No me había preparado lo suficiente para volver a verle tan pronto.
Desvié mi mirada hacia el solomillo que se encontraba en la sartén y corté el momento de forma rápida.
ーDeberíamos comer. ーMi voz sonaba un tanto atropellada, mostrando mis nervios. Él asintió, como si reconociera mi incomodidad.
Pusimos la mesa y encendimos la tele poniendo el primer capítulo de la temporada final de juego de tronos. Estaba emocionada por la temporada, había tenido que hacer malabares para no comerme ningún spoiler en todo ese tiempo.
Coco estaba en los pies de Alex tumbada. Ambos nos llevamos toda la comida hablando de la relación de Jon y Daenerys, el personaje de Aria e incluso había conseguido que Alex admitiera que Sansa no era un personaje tan aburrido y que tenía una resiliencia absolutamente increíble. Los solomillos se deshacían en la boca y había disfrutado tanto cada bocado de carne, que había comido hasta causar una pesadez en el estómago que me había dejado tirada en el sofá completamente devastada. Nos vimos dos capítulos más, ambos demasiado viciados como para parar de ver la serie en algún momento.
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Déjame quererte.
Teen Fiction¿Y si te dijeran que el chico que vas a conocer en terapia cambiará tu vida por completo? ¿Comenzarías la primera sesión a pesar del escepticismo? Alicia Turner es una chica golpeada por la vida, una que nunca ha conocido el sentimiento del amor y l...