Capítulo 18

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Nico y Sofía habían llegado media hora antes de lo acordado, estaban picoteando algunas de las cosas que había puesto sobre la mesa del salón mientras yo sacaba los puff para que hubiera asientos para todos.

ー¿No hay normas esta vez, Turner? ーpreguntó Nico divertido.

ーQue no seas el idiota habitual ーrespondí ordenando un poco la sala.

ーHe echado de menos a mi pequeña reina del hielo estos días. ーSuspiró Nico mientras se acomodaba en el sofá y se llevaba la mano al pecho con un gesto cariñoso.

Nos habíamos visto poco las últimas semanas, con tanta universidad, conciertos y diferentes planes nunca encontrábamos hueco para estar los tres juntos. Y para ser justos, yo también echaba de menos a mi pequeña mosca cojonera.

Cogí el juego de amazon que me había llegado esa misma tarde y comencé a ordenarlo todo sobre la mesa del salón. Un cuarto de hora más tarde aparecieron Alex y sus amigos con comida y bebida en las manos. Presenté a todo el mundo y después fui a la cocina a poner los snacks en diferentes cuencos y bandejas.

ーNo me habías dicho que los amigos de Alex fueran tan guapos ーcomentó Sofía mientras me ayudaba a servir la comidaー. Parecen los tres mosqueteros.

ーSupongo que como dice el refrán ーrespondí llevándome un dorito a la bocaー. Dios los cría y ellos se juntan.

Mi amiga asintió con la cabeza de acuerdo con mi comentario. Desde el salón los chicos se reían por una broma que habían compartido Gus y Nico. Habían congeniado demasiado bien. Aunque Nico solía causar ese efecto y conexión con la gente.

A los dos minutos de conocerse ya habían intercambiado alguna broma de la cual desconocía la gracia. Fer se mantenía en su seriedad habitual, aunque lo había notado sonreír en más de una ocasión.

Miré hacía el salón y observé como Alex parecía agusto y relajado. Eso me tranquilizó.

ーAlex no nos había mencionado la pedazo de casa que tenías, Alicia ー dijo Gus mientras entraba al salón cargada de comida.

ーOlvidaría mencionarlo ーrespondí sonriendo.

ーA mi no se me olvidaría ーcontestó guiñándome el ojo.

Siempre solía tener una actitud bastante coqueta.

Incluso me había mandado por instagram algunas bromas coquetas por mensaje directo. Luego había parado con el pretexto de que su amigo le había prohibido textualmente esas interacciones conmigo, así que ahora había pasado a mandarme memes de caídas graciosas o momentos embarazosos de las celebridades de televisión.

ーSe te olvidaría de todas las chicas que llevas a casa ーrebatió Alex desde el sofá.

ーAuch ーrespondió Gus agarrándose el pecho con la mano como si le hubieran disparado una balaー. Alicia sería especial ーaseguró con un tono muy convencido.

Saqué todo el contenido de la caja de cartón; diferentes papeles, documentos, fotografías, mapas, papeles de periódico, cartulinas y pistas que se terminaron de esparcir por mi mesa del salón.

Tras unos cuantos debates decidimos ponernos por parejas para ver quien conseguía resolverlo más rápido. Sofía y Nico se habían puesto juntos, Gus y Fer también; a pesar de que Gus había batallado un poco por elegir un compañero diferente. Al final yo terminé poniéndome con Alex.

Cada pareja había elegido un lugar del salón para resolver las pistas por su propia cuenta. Parecíamos verdaderos detectives que vigilaban la competencia. Alex y yo estábamos en la encimera de la cocina; ya habíamos realizado la llamada que traía el juego y ahora estábamos dándole varias vueltas a diferentes nombres que podrían ser el asesino.

ー¿Tú crees que es Antonio? ーpreguntó Alex dudoso.

ーSí. ーMe recogí el pelo con concentración.

ーLas huellas no coinciden ーrespondió pasándome el papelー. Las pruebas concuerdan con Esteban. ーSeñaló el papel donde teníamos todo apuntado.

ーPues decimos Esteban. ーCedí ante su sugerencia. Alex se levantó pero antes lo agarré por la manga de la sudaderaー. ¿Entre nosotros está todo bien? ーpregunté casi con miedo de la respuesta.

ー¿Frozen preocupada? ーSonrió apoyándose en la encimera. Luego dijo con sinceridadー. Todo bien.

Una sonrisa de dibujo en mis labios cuando volvió a usar su tono burlón y el apodo que me había puesto al poco tiempo de conocerme, aún así dije:

ーHas estado raro estos días.

ーHe estado ocupado. ーNo me terminaba de convencer esa excusa pero no iba a indagar másー. Vamos a decir que hemos ganado.

Asentí con la cabeza y lo acompañé hasta el centro de la mesa del salón donde estaban todas las pistas del caso. Gus y Fer estaban en una acalorada discusión sobre quién podía ser el asesino de Diana. Gus al igual que yo pensaba que Antonio era el culpable, mientras Fer daba sus argumentos de porque era Esteban. Parecía que les había costado ponerse de acuerdo más que a nosotros.

Déjame quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora