Nadie dijo que sería fácil ✔️

EPÍLOGO

"Sepan que todos ustedes son dignos
Tomaré sus días malos con sus días buenos
Caminaré a través de esta tormenta Lo haría. Todo lo haría porque los amo, Los amo
Incondicionalmente - Katy Perry

Una pequeña celebración del 3er aniversario de bodas, con algunas sorpresas y revelaciones.

Querido gentil lector,

Es con una mezcla de asombro y determinación que estoy dispuesto a compartir una historia que llegó a mi conocimiento recientemente y que involucró a la alta sociedad inglesa en el año 1813. Fue un escándalo que sacudió los pasillos y todavía resuena en susurros, preguntas y teorías hasta el día de hoy.

Ese fatídico año, la noticia de la repentina muerte del duque de Davenport recorrió Londres, dejando tras sí un reguero de misterio y polémica. En su momento, la explicación oficial apuntaba a un trágico suicidio, una conclusión que hasta el día de hoy no convence a todos los círculos de la sociedad.

Lo que más alimentó los rumores fue el rápido matrimonio de la viuda, que se produjo casi tres meses después del triste suceso, y la posterior llegada de sus hijos, cuyo notable parecido con su actual esposo no pasó desapercibido. Los murmullos cobraron vida, indicando que estos herederos, concebidos antes del segundo matrimonio de la ex duquesa, eran la prueba viviente de una verdad oculta.

Ahora, querido lector, le traigo información que puede arrojar nueva luz sobre estos acontecimientos ensombrecidos por el tiempo. En mis investigaciones, tuve acceso a informes de fuentes confiables que revelan una historia aún más siniestra.

Créanme, el duque de Davenport no sólo era un noble dedicado e influyente, sino un hombre con oscuros secretos. Se dice que no sólo usurpó el título de su propio hermano tras matarlo, sino que también fue responsable de la muerte de su primera esposa, una dama que trajo consigo una nueva vida. El único testigo de este acto abominable, un sirviente cuyo nombre permanecerá anónimo, habría colaborado para ocultar la evidencia, sirviendo al duque hasta su final definitivo.

Esta oscura saga cobró un nuevo capítulo con el ascenso de Penélope Featherington al cargo de duquesa, título por el que siempre mostró aversión y desprecio, según testimonios de testigos. Lo que parecía una unión amorosa, en realidad, un intercambio comercial entre su padre, el barón Featherington, y el duque de Davenport.

Todos debemos recordar aquella ceremonia, un espectáculo meticulosamente organizado con el consentimiento de la reina, que estuvo marcado por una incomodidad palpable. Bajo amenazas veladas, Penélope se vio obligada a unirse a un hombre cuyo pasado estaba manchado por secretos mortales.

Según informes obtenidos durante las investigaciones, la vida de la duquesa fue un infierno constante, marcado por ataques y amenazas a ella y a su bebé, así como a su familia. El duque de Davenport, en un acto de confesión macabra, admitió haber orquestado la muerte del barón Featherington, cuya muerte, como muchos recuerdan, precedió a la suya por un día.

Pero las revelaciones no terminan ahí. Davenport también confesó ser responsable de la muerte de Marina Thompson, prima de la actual Dama de Bridgerton y, sorprendentemente, su amante. Las razones detrás de estos actos brutales siguen sin estar claras, un misterio que ni esta autora ni las autoridades han podido descubrir.

Esta terrible confesión fue el último suspiro de un hombre atormentado, que decidió, en un último acto de desesperación, quitarse la vida tras descubrir la traición de su esposa Penélope, quien siempre mantuvo una relación secreta con el hombre que ahora, con certeza, puede considerarse el padre de sus hijos y de su actual marido, el señor Colin Bridgerton.