Sana y Nayeon bajaban corriendo las escaleras, temían que se hayan tardado demasiado y las chicas ya estén muy lejos como para alcanzarlas.
Frenaron justo a tiempo que iban a chocar con la puerta y la castaña la abrió enseguida, frenándose nuevamente cuando frente a ellas estaban Tzuyu y Jihyo dándoles la espaldas, veían en distintas direcciones a la calle.
—¿Qué hacen aquí? — Sana se quitó los lentes de sol.
—¿No deberían estar ya buscando un trabajo? — Nayeon preguntó.
Ambas chicas giraron a verlas, se mantuvieron en silencio y solo cruzaban miradas entre ellas, como diciéndose algo entre gestos.
—¿Qué ocurre? — preguntó Sana.
—Verán…— se atrevió a hablar Jihyo — tenemos un pequeño problema.
—¿Cual problema?
—Sana —Tzuyu se acercó a ella y se inclinó a su oído, susurrando — ¿Cómo se busca una dirección?
Minutos después las hermanas ya caminaban por las calles en busca de unos de los trabajos anotados.
—”Giré a la derecha” — pronunció Siri, la pelinegra sostenía entre sus manos el celular de su novia, se lo había prestado para que puedan localizar los lugares.
—Dice a la derecha — pronunció Jihyo, ambas acataban las ordenes del pequeño aparato.
A solo unos metros de distancia, Sana junto a Nayeon se escondían detrás de unos postes, ocultaban sus rostros con lentes, mascarillas y una gorra, todo de un color negro.
—”Usted a llegado a su destino”
—Aquí es — Jihyo se detuvo frente a un gran restaurante, o eso es lo que le indicaba el celular.
—¿Sientes eso? — Tzuyu deliraba con el delicioso aroma de la carne que se asaba en una parrilla — Tengo hambre.
—Calma — pedía Jihyo, estaba igual que su hermana — Es un trabajo, no debemos arruinarlo, ¿Está bien?
—Sí — asentía insegura — Pero yo solo quería tener hijos, ¿Por qué tengo que trabajar? — giró a ver a la pelinegra.
—Tzuyu — alzó la voz — Se supone que vamos a casarnos con ellas para formar una familia, ¿Cómo lo vamos a cuidar? Debemos ser responsables.
—Pero…
—Pero nada — tomó su brazo — Vayamos, que debemos llevar dinero a casa.
Nayeon y Sana las observaron ingresar al restaurante, ahora estaban escondidas detrás de un puesto de periódicos mientras el señor las veía con extrañeza.
—¿Crees que lo consigan? — preguntó Sana.
—Tal vez, pero quizás hagan algo que haga que las echen — respondió Nayeon .
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Una loba como mascota - Satzu
FanfictionSatzu - Tzuyu vivió mucho tiempo como loba sin la necesidad de convertirse en humana. Sin embargo, ahora le tocó salir al mundo exterior con el objetivo de encontrar a su pareja y salvar a su especie de la extinción. La misma misión la tiene su man...