Sana fue la primera en entrar a casa, se encontraba realmente molesta por todo, por caminar por horas, por entrar a ese asqueroso burdel, por encontrar a Tzuyu besándose con esa vieja y sobre todo, por decirle novia.
¡¿Cómo era posible eso?!
Lo que más le enoja es que Tzuyu no a dejado de hostigarla con eso desde que había vuelto de rescatar a la señora.
—¿Soy tu novia? — Tzuyu ingresaba tras ella.
—No — comenzó a subir las escaleras, quería darse una ducha para quitarse la peste a sudor.
—Pero tú lo dijiste — la seguía.
—Yo no dije nada — llegaba a su habitación.
—Sí lo dijiste, me llamaste novia, soy tu novia.
—No — se metió al baño.
—Sí — la siguió.
Jihyo entraba a con Nayeon durmiendo en su espalda, aun estaba cansada por las horas que había caminado y Jihyo le ofreció cargarla para que duerma hasta que lleguen a casa.
Ahora le daba mucha pena despertarla pero, sin ofender...olía a perro mojado y necesitaba un baño.
—Cariño — la recostó en el sofá — Despierta — la removió.
Nayeon abrió los ojos con pereza.
—¿Ya llegamos?
—Sí — sonrió — Ahora ve a ducharte, apestas — ordenó seriamente.
—Mira quien lo dice — ambas rieron — Ahora voy — se acomodaba de lado y volvía a querer dormir —Solo un rato más.
—No, debe ser ahora, vamos — halaba su brazo, comenzando a arrastrarla fuera del sofá.
—No quiero — se dejaba llevar.
—Vamos, luego puedes dormir — la arrastraba por el piso con cuidado.
—Está bien — Nayeon suspiró, cuando una traviesa idea cruzó por su mente — Jihyo...
—Dime — miraba a sus espaldas para comenzar a subir las escaleras.
—¿No quisieras...bañarte conmigo? — Jihyo se detuvo y giró a observarla con sorpresa — Es para ahorrar agua — rió nerviosa — ¿Aceptas?
—Eh...— ¿Esa era su oportunidad? ¡Podría tener a sus cachorros! No podría desaprovecharlo — Sí — sonrió ansiosa y la levantó rápidamente para ponerla sobre su hombro, comenzó a subir las escaleras corriendo y provocó la risa de Nayeon, se veía muy emocionada.
Pasaron por la habitación de Sana, donde la discusión seguía.
—¿Puedes salir? Necesito ducharme — Sana esperaba con los brazos cruzados.
—Tú siempre estás cuando me baño, no me voy — se sentó sobre el lavamanos, decidida a no moverse de allí.
—¡No es lo mismo! No eres humana en ese entonces, eres un animal — Tzuyu la ignoró — ¡Ya, Tzuyu, necesito que te vayas, estoy apestando!
—Para mi hueles bien — olfateó.
—Claro, lo dice quien come ratas — viró los ojos — ¿No quieres moverte? Bien, para eso hay cortinas — se adentró a la bañera y la cerró, dejando curiosa a Tzuyu — No te acerques, ni se te ocurra.
—No estoy haciendo nada.
La rubia observó la silueta de Sana por detrás de las cortinas, ella comenzaba a desvestirse y eso llamaba la curiosidad de Tzuyu.
Comenzó a inclinarse hacia adelante inconscientemente para verla, cuando perdió el equilibrio y cayó de cara contra la puerta.
Sana se asomó de prisa tras la cortina y observó extrañada a Tzuyu aun sentada en el lavamanos, silbando y viendo el techo.
—Tzuyu...
—¿Sí? — giró a verla con una sonrisa.
—¿Por qué la puerta tiene un agujero? — preguntó extrañada.
—No sé, sabrás tú, es tu casa.
Sana la miró con sospecha antes de volver a desaparecer tras la cortina.
La ropa era lanzada a la cesta mientras una canción comenzó a reproducirse. El agua cayendo comenzó a sonar y el dulce canto de Sana se escuchó en el pequeño cuarto.
—"A partir de hoy, voy a tener algo contigo"
—Sí — respondió Tzuyu.
—Estoy cantando, no interrumpas — cambió de canción — "Cariño, llevame a la locura. Tú eres lo mejor que he tenido"
—Lo sé — Tzuyu sonrió con arrogancia.
—¡Que estoy cantando!
Jihyo y Nayeon jugaban divertidas dentro de la bañera llena de espuma, ambas seguían con sus prendas interiores puestas e iban quitándose entre pequeñas sonrisas cómplices.
Jihyo estaba sentada por completo en la bañera y Nayeon se encontraba arrodillada delante de ella, la pelinegra no desaprovechaba la oportunidad de acariciar su cintura y admirarla, mientras la más alta se quitaba en un coqueteo divertido las tiras de su brasier.
—Permiso — Tzuyu entraba con naturalidad al cuarto de baño, haciendo que Nayeon se siente rápidamente y se cubra con sorpresa, Jihyo la abrazó a ella para que Tzuyu no la viera.
—¿Qué haces aquí? — regañó Jihyo a su hermana, ella parecía buscar algo, no parecía interesarle ni verse sorprendida por como las encontró.
—Sana necesita el shampoo, dice que no hay — seguía buscando con la mirada — Ah, aquí está — se acercó a la bañera y se inclinó sobre las chicas para poder tomar la botella que estaba sobre ellas.
Se dirigió a la puerta y salió como si nada.
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Una loba como mascota - Satzu
FanfictionSatzu - Tzuyu vivió mucho tiempo como loba sin la necesidad de convertirse en humana. Sin embargo, ahora le tocó salir al mundo exterior con el objetivo de encontrar a su pareja y salvar a su especie de la extinción. La misma misión la tiene su man...