31. Viaje

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Era de noche, todos se encontraban dormidos dentro del auto, al ser más grande era más cómodo y podían recostarse

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Era de noche, todos se encontraban dormidos dentro del auto, al ser más grande era más cómodo y podían recostarse.

Sana seguía conduciendo, había llamado a su padre para avisarle que iría de viaje junto a Nayeon, necesitaba un descanso después de que haya tomado su último examen de la universidad.

Sabía que pasaría y se graduaría, así que solo dio un aviso a su universidad, podría ser riesgoso quizá, pero no quería dejar a Tzuyu sola, sentía una conexión mucho más fuerte con ella que la que tenía en un inicio.

Miró por el retrovisor y Tzuyu dormía abrazada a sus hermanos, sonrió inconsciente y volvió su mirada a la carretera, seguía la ruta que Jungkook le había dicho, tal parece que tiene buena memoria.

Jihyo seguía en el lado del copiloto, ella dormía con la cabeza colgada, no dejaba de babear por la posición en la que estaba.

Nayeon dormía muy cómoda detrás de los asientos, ella estaba recostada por completo y tapada con su frazada de lana.

Y Minjeong, ella dormía pegada a la ventana mientras abrazaba a su metralleta, no quería que se lo quiten.

La noche fue larga, sorprendentemente Sana no había tenido sueño, se encontraba con mucha energía que sentía necesitaba liberar.

Había detenido el auto cuando el sol apareció y comenzó a hacer un poco de ejercicio, a los segundos Nayeon bajaba con pereza del auto, ella se había ofrecido para cocinar cada mañana.

Estiró su cuerpo mientras Sana seguía haciendo flexiones y fue al maletero por la pequeña cocina portátil.

Unos minutos después, todo estaba listo, el aroma comenzaba a despertar a todos, pero más a los lobos que se levantaban con los ojos cerrados, solo olfateando entre sueños.

—¡A comer! — ese grito de Nayeon fue suficiente para que despierten y bajen rápidamente entre empujones, como unos pequeños niños por ganar una caramelo en plena piñata — Coman despacio — regañó.

Minjeong bajó con delicadeza y bostezó, en pocos segundos llegó a su lado para comer también, su porción era más pequeña que el resto, era entendible el porqué.

Tzuyu comía de su plato de arroz cuando Sana se sentó a su lado, la rubia le sonrió y siguió comiendo, cuando sintió la mano de Sana tomar su cintura y acariciarla mientras también comía.

Tzuyu alzó los hombros y siguió comiendo, todo era un día tranquilo.

—¿Segura que ya sabes usarlo? — Jimin retrocedía con temor, Minjeong iba a practicar su disparo una vez más, estaban en la carretera del desierto y no había problema.

—Sí, solo observa — cargó el arma entre sus manos.

El resto solo miraba con curiosidad, Minjeong apuntó a una roca y forzando su vista a ese punto, disparó y fue ella quien salió disparada hacia atrás por la fuerza del arma.

Una loba como mascota - SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora