Tzuyu se encogió de hombros y le dio la espalda a Jihyo, cuando de repente ambas movieron sus oídos cuando escucharon un ronroneo muy cerca, giraron hacia la dirección del sonido y lo vieron.
El estúpido gato estaba en la ventana.
—¡Tú! — ambas hermanas lo señalaron con enfado antes de intentar ir contra con él, por su culpa se habían metido en problemas.
—¡Escuchenme, malditos humanos salvajes! — el gato advirtió con dureza, ese grito fue tan repentino que las hizo frenar en medio de la sala, el gato estaba molesto — no sé de qué cueva salieron, ni me interesa que ahora vivan en esta casa, no les voy a perdonar que casi me comieran el otro día, ¡Par de babosas!
Las chicas se miraron incrédulas, ¿Este que se había creído? ¿Gritarles a la raza más fuerte que hoy en día aún habita en la tierra?
Ese gato no le tiene miedo a la muerte.
—¡Oye tú…— Jihyo no pudo ni terminar cuando el gato ya había saltado directamente en su cara en medio de un gran maullo de guerra, sus uñas se incrustaron alrededor de su cabeza y sus pequeños dientes fueron a morder la sensible nariz de la pelinegra.
Jihyo gritó del dolor he intentaba quitar al gato sujetándolo de sus patas traseras y jalandolo lejos de ella.
El caos y el bullicio se escucharon hasta el segundos piso, llamando la atención de sus parejas aún más cuando se escuchó un fuerte estruendo cuando la lámpara que tomó Tzuyu fue a estrellarse en la cara de su hermana cuando el gato la esquivo de un salto.
Jihyo cayó de espaldas en el respaldo del sofá y terminó dando una voltereta hacia el suelo, dejando sin ayuda a Tzuyu quien vio atemorizada los dientes filudos del gato solo segundos antes de ser ella ahora quien luchaba por liberarse.
Sana y Nayeon frenaron entre tropezones en las escaleras al ver como Tzuyu aventaba al pobre gato fuera de la ventana luego de darle una mordida a su fino pelaje y dejarlo calvo en la parte de su trasero.
—¡Vuelves a meterte conmigo y no la cuentas! — amenazaba Tzuyu con su boca llena de pelos del animal. Su pose demandante desapareció al ver a su chica observarla con enfado y decepción — Cariño…yo
—Es solo un gatito, Tzuyu — acusó, dirigiéndose rápidamente a la puerta — ¿Qué diablos te pasa?
—N-no, no entiendes…él comenzó — trataba de explicarse rápidamente, señalando su cara llena de rasguños y mordidas que apenas se podían ver.
—¡¿Dónde está?! — Jihyo reaccionaba y se ponía de pie rápidamente con su cabello tapando su rostro — ¡¿Dónde está ese animal?! — buscaba con la mirada, iba a darle su merecido.
—¡Aquí está el animal que buscas! — Nayeon le entregó el espejo que estaba en la mesita de la sala y salió tras Sana, también estaba molesta — ¡Salvaje!
—¿Q-qué? — Jihyo no entendía, solo miró a Tzuyu y al espejo sin entender — Cariño…— lanzó el espejo a sus espaldas y comenzó a seguirla — ¿Por qué dices eso? No debes estresarte. Cariño.
Sana encontró al gato inconsciente y sentado a un lado de los botes de basura, lo que no sabía es que el gato estaba fingiendo para vengarse de quiénes trataron de comerlo.
A Sana le dio tanta pena verlo así que enseguida observó a Tzuyu a través de la ventana, esta la miraba con súplica en su mirada, estaba arrepentida.
Bueno, no estaba arrepentida de haber peleado con el gato, estaba arrepentida de que la haya visto, debió de ser más silenciosa.
Mientras Minjeong y Jimin comían y conversaban entre sonrisas, Jungkook no podía dejar de pensar en el pelinegro, está seguro que estará aterrado y él solo quiero ir a abrazarlo y decirle que todo va a estar bien, que ahora él lo protegerá.
Pero recuerda que él no lo quiere cerca, y sabe que en cuanto lo salven, tendrá que dejarlo e irse de su vida como lo había previsto antes de que todo ocurriera.
Hubiera querido que al menos le diera una sola oportunidad, pero el cantante estaba tan empeñado en alejarlo, ¿Pero quién lo puede culpar? Él lo tiene todo: fama, dinero, viajes, no necesita que algún tonto venga con sus historias mitológicas y a querer formar una familia al segundo que lo conoce.
—En serio es algo tonto…— pronunció fuera de sus pensamientos y bebió el trago que le habían servido en ese bar, trago que escupió en seguido — ¡Pero que asco! — se limpió enseguida — Señor, deme otro…— volvió a su depresión.
—Hermano, tranquilo — Jimin dio golpecitos en su espalda, podía sentir su sufrimiento — Ya tendrás oportunidad de conocer a alguien y que te corresponda, alguien que no sea un tonto como ese tal Taehan.
—Se llama Taehyung…— respondió entristecido.
—Si, eso mismo dije.
—¿Y tu monja? — volvió a tomar de su trago.
—Ah, se fue por allí — señaló a su chica, Minjeong solo tomaba un vaso de agua mientras predicaba la palabra de Dios a un chico que parecía devastado y ebrio.
El joven solo asentía a sus palabras y para la alegría de Minjeong, este sonrió levemente por un momento. Jimin aún no entendía lo que la fé podía hacer, pero si es cierto que existe un Dios, no cabe duda que le agradece que Minjeong no la haya metido en prisión.
—Amén — Jimin sonrió y se llevó un gran trago a su boca.
🎶Los caminos de la vida….no son como yo pensaba….🎶
No sé sabe quién fue el tonto que puso esa canción en el bar, pero absolutamente casi todos se pusieron a llorar estando ebrios, hasta Jungkook.
Menos Minjeong quien los miraba apenados y Jimin quién los observaba consternada.
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Una loba como mascota - Satzu
FanfictionSatzu - Tzuyu vivió mucho tiempo como loba sin la necesidad de convertirse en humana. Sin embargo, ahora le tocó salir al mundo exterior con el objetivo de encontrar a su pareja y salvar a su especie de la extinción. La misma misión la tiene su man...