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El sol brillaba intensamente en Los Ángeles, y Fabian se despertó con una sensación de emoción

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El sol brillaba intensamente en Los Ángeles, y Fabian se despertó con una sensación de emoción. La casa estaba tranquila, ya que Tom y Heidi aún estaban ocupados con sus compromisos. Decidió que era un buen momento para aprovechar el día y conocer mejor la ciudad. Mientras preparaba un rápido desayuno en la cocina, sus pensamientos estaban en los cambios que se estaban gestando en su vida y en la nueva conexión que había hecho con Jaiden.

Después de terminar su desayuno, Fabian salió de la casa y se dirigió hacia el parque cercano donde solía encontrarse con Jaiden. El parque estaba lleno de vida: familias paseando, niños jugando y corredores que aprovechaban el buen tiempo. Fabian estaba ansioso por ver a Jaiden y compartir con él un día libre de responsabilidades y presiones.

Mientras caminaba, su mente divagaba en los acontecimientos recientes. Jaiden se había convertido en un buen amigo y, a pesar de sus diferencias, se entendían muy bien. La conversación que tuvieron la última vez en el restaurante seguía en su mente, especialmente la parte en la que Jaiden compartió la triste historia sobre su primera y única historia de amor. Fabian se había sentido conmovido y sabía que su amistad con Jaiden era más que una simple coincidencia.

Llegó al parque y se dirigió hacia el lugar donde normalmente se encontraban. Jaiden ya estaba allí, sentado en una banca y revisando su teléfono. Cuando Fabian se acercó, Jaiden levantó la vista y le dedicó una sonrisa amistosa.

—¡Hola, Fabian! —exclamó Jaiden, levantándose para saludarlo. —¡Qué bueno verte!

—¡Hola, Jaiden! —respondió Fabian, sonriendo de vuelta. —¿Cómo has estado?

—Bien, gracias. Solo disfrutando del buen tiempo y tratando de relajarme un poco. ¿Y tú?

—Lo mismo. Pensé en pasar el día aquí y, si quieres, podríamos hacer algo divertido. ¿Qué te parece?

Jaiden asintió con entusiasmo. —¡Claro! Siempre es bueno hacer algo diferente. ¿Qué tienes en mente?

Fabian pensó por un momento y luego sugirió: —¿Qué tal si vamos a un mercado local? He oído que hay algunos bastante interesantes en la ciudad. Podemos pasear, ver qué encontramos y quizás comer algo.

Jaiden aceptó de inmediato, y ambos se dirigieron hacia el mercado. El camino estaba lleno de conversación ligera y risas. Fabian disfrutaba cada momento, apreciando la compañía de su nuevo amigo. Jaiden, por su parte, estaba agradecido de tener a alguien con quien compartir estos momentos de ocio.

Al llegar al mercado, se encontraron con una variedad de puestos llenos de colores vibrantes y aromas tentadores. Desde frutas frescas hasta artesanías locales, el lugar estaba repleto de cosas interesantes para ver y comprar.

—¡Wow, mira todo esto! —dijo Fabian, mirando a su alrededor con asombro. —Nunca había visto algo así en persona.

—Sí, es impresionante. —Jaiden concordó, señalando un puesto de antigüedades. —¿Qué te parece si empezamos por ahí?

Ambos se acercaron al puesto de antigüedades y comenzaron a explorar. Encontraron una variedad de objetos curiosos: relojes antiguos, cámaras vintage y piezas decorativas que parecían tener historias interesantes detrás de ellas. Fabian estaba particularmente interesado en una antigua máquina de escribir y se tomó un momento para preguntar al vendedor sobre su origen.

Mientras Fabian y Jaiden exploraban, Fabian no pudo evitar pensar en cómo su vida había cambiado desde que se mudó a Los Ángeles. Había conocido a nuevas personas, hecho nuevos amigos y, sobre todo, se había encontrado con parte de su familia que había estado distante durante mucho tiempo. Las cosas estaban tomando forma, y aunque aún había incertidumbres y desafíos, sentía que estaba en el camino correcto.

Después de pasar un tiempo en el mercado, ambos decidieron buscar un lugar para almorzar. Encontraron un pequeño café acogedor y se sentaron en una mesa al aire libre. El ambiente era relajado y el clima perfecto para disfrutar de una comida al sol.

Mientras esperaban su comida, Fabian recibió un mensaje en su teléfono. Era de su madre, Emma, quien le enviaba un saludo desde Alemania. El mensaje decía:

*"Hola, Fabian. Espero que estés pasando un buen día. Solo quería decirte que te extraño mucho. ¿Cómo estás? Me encantaría saber más sobre tu día y tus nuevos amigos. Un abrazo grande. —Mamá"*

Fabian sonrió al leer el mensaje y le mostró a Jaiden. —Es un mensaje de mi mamá. Me alegra saber que está pensando en mí.

Jaiden asintió con una sonrisa. —Eso es genial. ¿Te gustaría responderle ahora o prefieres hacerlo después?

—Creo que debería responderle ahora. —dijo Fabian. —Es una buena oportunidad para ponernos al día.

Fabian escribió una respuesta rápida, contándole a Emma sobre su día en el mercado y lo divertido que había sido pasar tiempo con Jaiden. Mientras escribía, reflexionó sobre cómo su madre siempre había estado allí para él, incluso a distancia.

Más tarde, cuando regresaron a la casa de Tom, Fabian se preparó para una videollamada con su madre. Era una manera de mantenerse conectado y compartir un momento especial, a pesar de la distancia. Tom y Jaiden lo acompañaron en la sala, y Fabian se sentó frente a la cámara de su computadora.

Emma apareció en la pantalla, sonriendo. —¡Hola, Fabian! ¡Qué bueno verte!

—¡Hola, mamá! —respondió Fabian, sonriendo de vuelta. —Estuve esperando este momento para hablar contigo.

—Yo también. —dijo Emma, su voz llena de calidez. —Cuéntame, ¿cómo va todo en Los Ángeles?

Fabian comenzó a hablar sobre su día con Jaiden, la visita al mercado y el almuerzo. También le mencionó cómo había estado conociendo mejor a Tom y la familia Kaulitz. Emma escuchaba atentamente, haciendo preguntas y mostrando interés en cada detalle.

—Me alegra mucho escuchar que estás disfrutando y conociendo a nuevas personas. —dijo Emma, con una sonrisa en su rostro. —Siempre me preocupa cómo te va, pero escuchar tus historias me hace sentir más tranquila.

—Sí, todo está yendo muy bien. —dijo Fabian, mirando a su madre con cariño. —Jaiden ha sido un gran amigo y me ha ayudado a adaptarme a la vida aquí.

Emma asintió. —Me alegra escuchar eso. Espero que sigas encontrando gente buena en tu camino. Y dime, ¿cómo va todo con Tom y Heidi?

—Están ocupados con sus compromisos, pero hemos estado pasando tiempo juntos siempre que podemos. —explicó Fabian. —Heidi aún no ha vuelto a casa, pero Tom ha sido un buen "¿amo de casa?".

Ambos rieron y la conversación continuó durante un tiempo, con Emma preguntando sobre los detalles de la vida en Los Ángeles y Fabian compartiendo sus experiencias. La videollamada se convirtió en un momento de conexión profunda entre madre e hijo, y ambos disfrutaron cada minuto de la conversación.

Finalmente, la noche llegó, y Fabian sintió que el día había sido verdaderamente gratificante. No solo había pasado tiempo con su único amigo Jaiden, sino que también había tenido la oportunidad de hablar con su madre y sentir su apoyo y amor a pesar de la distancia.

Después de la videollamada, Fabian y Jaiden pasaron el resto de la noche en la casa de Tom, relajándose y hablando sobre sus planes para el futuro. Tom se unió a ellos, y juntos disfrutaron de una noche tranquila, compartiendo historias y risas.

El día había sido largo y lleno de experiencias, pero al final, Fabian se sintió satisfecho y feliz. La vida en Los Ángeles tenía sus desafíos, pero también estaba llena de oportunidades y conexiones significativas. Con su madre al "otro lado del mundo", pero siempre presente en su corazón, y un nuevo amigo que estaba comenzando a formar parte importante de su vida, Fabian estaba listo para enfrentar lo que viniera con optimismo y esperanza.

Hidden Rhythms | Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora