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Tom y Fabian se levantaron temprano al día siguiente, disfrutando de un desayuno tranquilo en la casa

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Tom y Fabian se levantaron temprano al día siguiente, disfrutando de un desayuno tranquilo en la casa. El sol brillaba intensamente a través de las ventanas y el aire estaba lleno de la promesa de un día perfecto. Heidi, sin embargo, no estaba. Una nota en el comedor explicaba su ausencia: "Chicos, lo siento, pero tuve que salir del país por el trabajo. Los veré pronto. -Heidi".

Tom y Fabian decidieron aprovechar el día libre para ir a la playa y pasar tiempo con Emma, quien se alojaba en un hotel cercano. Antes de salir, Fabian se acercó a su padre con una petición inesperada.

—¿Podemos pasar por un amigo? Es que se me olvidó avisar que lo invité —dijo Fabian, un poco nervioso.

Tom levantó una ceja, claramente sorprendido por la solicitud de último minuto, pero asintió. —Claro, no hay problema. Pero deberías avisar con antelación la próxima vez.—

Fabian sonrió, agradecido. —Lo sé, lo siento. No volverá a pasar.—

Con la aprobación de Tom, se dirigieron al hotel para recoger a Emma. Al llegar, Emma estaba lista, vestida con un cómodo atuendo de playa y una sonrisa radiante en su rostro. Subió al auto y se acomodó en el asiento trasero, junto a Fabian.

—¡Hola, chicos! —saludó Emma, entusiasmada por el día que tenían por delante.

—Hola, mamá —respondió Fabian, dándole un beso en la mejilla.

—Hola, Emma —dijo Tom, mirándola por el retrovisor con una sonrisa.

Antes de que Tom pudiera poner en marcha el auto, Fabian habló nuevamente.

—¿Podemos pasar por mi amigo ahora? Vive cerca de aquí.—

Tom y Emma intercambiaron una mirada seria, pero no dijeron nada. Tom arrancó el coche y se dirigieron a la dirección que Fabian les indicó. Poco después, llegaron a una casa modesta y vieron a un chico de piel muy pálida y ojos azules esperando afuera con una mochila.

—Ese es Jaiden —dijo Fabian, señalando al chico.

Jaiden se acercó al auto con una sonrisa tímida y saludó a todos antes de subirse. —Hola, soy Jaiden. Gracias por dejarme venir.—

—Hola, Jaiden. Soy Tom y esta es Emma, la madre de Fabian —dijo Tom, presentándose mientras comenzaba a conducir hacia la playa.

—Encantada de conocerte, Jaiden —dijo Emma, sonriendo calurosamente.

El viaje a la playa fue animado, con conversaciones sobre música, la escuela y las experiencias de Fabian en Los Ángeles. Jaiden, aunque inicialmente tímido, pronto se sintió cómodo y comenzó a participar más en las conversaciones.

Al llegar a la playa, el grupo se bajó del auto y se dirigió hacia la arena blanca y el océano brillante. El sonido de las olas y el olor a sal llenaban el aire, creando una atmósfera relajante y divertida.

Hidden Rhythms | Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora