Fabian, criado solo por su madre, descubre la identidad de su padre, Tom Kaulitz, el famoso guitarrista de Tokio Hotel. Años después de ser abandonado, viaja a Los Ángeles para confrontarlo y entender su pasado. En un encuentro cargado de emociones...
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Después de un momento de calma tensa, Fabian finalmente encontró el coraje para hacer la pregunta que había estado dando vueltas en su mente desde que llegó a la casa de Tom.
—¿cómo conociste a mi mamá? Quiero decir, ¿cómo empezó todo entre ustedes?— preguntó Fabian, con una mezcla de curiosidad y emoción.
Tom suspiró, como si recordara tiempos lejanos llenos de emociones intensas y decisiones difíciles.
—Conocí a Emma a través de Gustav, él era su vecino en Berlín. En ese entonces, yo tenía 16 años y ella apenas 12. Al principio, éramos amigos cercanos, compartíamos intereses en la música y pasábamos mucho tiempo juntos debido a nuestra relación con Gustav y Georg— explicó Tom, buscando las palabras adecuadas mientras miraba a Fabian.
Fabian asintió, procesando la información. Era extraño imaginar a su madre tan joven y a Tom siendo apenas un adolescente.
—Con el tiempo, Emma creció y maduró. Nuestra amistad se transformó en algo más profundo, y nos convertimos en novios cuando ella tenía 14 años y yo 18— continuó Tom, recordando cómo los sentimientos juveniles se habían convertido en algo más serio y comprometido.
Fabian escuchaba atentamente, asombrado por la historia de amor que sus padres habían compartido, una historia que no conocía completamente hasta ese momento.
—Y en 2010, naciste tú, Fabian. Yo con 20 y ella 16— concluyó Tom, su voz llenándose de un cálido afecto mientras miraba a su hijo. —Fue un momento de mucha alegría para nosotros a pesar de las dificultades que enfrentábamos en ese entonces.—
Fabian asintió lentamente, asimilando la historia de cómo había llegado al mundo. Era un momento emotivo para él, al escuchar directamente de Tom cómo había comenzado todo.
—Gracias por contarme todo esto, Tom— dijo Fabian sinceramente, sintiéndose más conectado con su padre que nunca antes. —Significa mucho para mí conocer su historia.—
Tom sonrió con ternura, poniendo una mano en el hombro de Fabian.
—Siempre estaré aquí para ti, Fabian. Aunque no siempre he estado presente, ahora estoy comprometido a ser parte de tu vida— aseguró Tom, sus ojos reflejando una determinación renovada.
Fabian asintió, sintiendo una mezcla de gratitud y esperanza por el futuro. Ahora entendía más sobre su pasado y tenía la certeza de que, juntos, podrían construir una relación significativa y fuerte.
El ambiente en la sala se volvió más relajado mientras Tom y Fabian continuaban compartiendo recuerdos y anécdotas. . Era un nuevo comienzo para ambos, lleno de promesas y posibilidades mientras navegaban juntos por las aguas desconocidas de su relación padre-hijo.
2005
Los chicos habían obtenido una gran fama con su primer álbum "Schrei". Estarían unos días en Berlín, donde vivía la madre de Gustav. Estaban en su patio trasero cuando llegó una chica de 12 años, parecía mayor, como de unos 14 tal vez
—Hola Gus, ya tenía tiempo que no te veía por aquí.—
