¿Qué mierda acaba de pasar?
Puedo sentir como la desesperación en mi interior se abre paso a medida que el agua fría comienza a invadir mis fosas nasales, provocando un intenso ardor. Todo había sucedido demasiado rápido, no tenía idea de cuánto tiempo llevaba ya bajo el agua, pero podía sentir como si una boa constrictora se enrollara entorno a mis pulmones. Intenté salir a la superficie, pero la temperatura del agua parecía volverla más densa, haciéndome sentir mucho más pesado y aumentando el agotamiento de mis extremidades.
Por un momento, pensé que aquella sería la muerte más patética que pudiera existir, a poco menos de un metro bajo el agua, sobre todo tomando en cuenta el trabajo que ejercía. Escuché a lo lejos, como amortiguado por un tapón líquido, un sonido como de chapoteo de algo que caía al agua. Después, me adentré en una profunda oscuridad.
El sonido del agua cayendo desde lo alto fue lo primero que noté al recuperar el conocimiento, hice un esfuerzo por abrir los ojos, pero al hacerlo, las imágenes que mi mente reproducía parecían obras de Van Gogh, como pintura mezclada de forma elíptica.
Un par de minutos después, logré abrirlos a medias, pero poco a poco mi visión se fue normalizando.
-Vaya, despertaste -escuché decir a Venecia, sobre el sonido de algo que crujía como rompiéndose-. Estas como una puta cabra, ¿lo sabías?
Intenté reír, pero al hacerlo, una punzada de dolor me recorrió la nuca, supuse que al caer al agua me había golpeado la cabeza. Si no fuese llevado casco, probablemente hubiera muerto. Algo que agradecerle a los maricas que crearon las normas de seguridad.
-¿Cómo me sacaste del agua sola? -Pregunté en parte por curiosidad, en parte porque mis pensamientos aún no esclarecían y fue lo primero que se me ocurrió.
Escuché sus pasos aplastar las ramitas del suelo, luego apareció en mi campo visual, obstaculizando la copa del árbol que era todo lo que podía divisar desde el ángulo en el que me hallaba acostado. Entornó la vista.
-¿Piensas que hablas con una debilucha?, podría darte una paliza si me dieras motivos, ¿sabes?
Sonreí, pero le creía. Esa torpe chica podía ser tan ruda como le viniera en gana, estaba loca. Y eso, curiosamente, le daba un toque bastante sexy a su personalidad.
Despacio fui incorporándome, primero sobre mis codos y luego apoyando mis manos sobre el suelo. Estábamos a orilla del arroyo, comenzaba a oscurecer y Venecia parecía estar armando una pequeña fogata improvisada, me sorprendió ver que era bastante ágil en ello.
-¿Sabes cómo pasó? -Pregunté algo aturdido.
Ella me daba la espalda mientras continuaba colocando trozos de corteza y ramas en el pequeño agujero que había cavado. Se volvió hacia mí.
-Creo que tu arnés estaba vencido o algo así, cuando te saqué del agua vi que la parte de la correa donde pones el..., el... -Hizo un movimiento con las manos como indicando un objeto que se abría empujando el pulgar.
-¿Mosquetón?
-Sí. Estaba rota. Me sorprendió un poco ver que no salías del agua y pensé que querías intentar asustarme, pero luego de un rato tuve que ingeniármelas para bajar.
Hizo una pausa y señaló hacia mi torso con una rama que tenía en la mano.
-Estas increíblemente loco, ¿Cómo se te ocurre hacer esto con una herida que no ha sanado por completo?, estabas sangrando.
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Muerte en el infierno
Fiksi RemajaEl mayor error de nosotros los humanos, es creer que siempre tenemos el control de la situación. ¿Qué sucede cuando la ya compleja vida de una persona llega a su punto de quiebre? Esta es la historia de un joven con un trabajo poco ortodoxo, en el...