Across the Balcony

CAPITULO 26

“Lo que no me mata, me hace más fuerte”
El arrepentimiento de los errores pasados es el camino hacia una mejor vida futura. Nietzsche reflexionó acerca del arrepentimiento y el sufrimiento, influenciando en la filosofía y la literatura. Pero ¿Qué tan viable es ese camino? ¿Acaso la confrontación con el sufrimiento hará trascender los errores?


-No, no, no…

Corrí las calles como loca,  me había quedado dormida, y la clase con Lee Seok In ya había dado inicio hacia 10 minutos, no podía comunicarme con Adhara por obvias razones, me había atrasado con lo del viaje a Suiza y ahora estaba retrasada, el mundo estaba en mi contra.

Jadeo al llegar a la entrada del bloque correspondiente intentando calmar mi corazón, solo me faltaba recorrer el pasillo que se encontraba solitario.

-No debí despertar.

Me acerco a la puerta y veo que el auditorio esta lleno, puedo divisar a Seok In en el escritorio acomodando sus lentes mientras ve algo en su computadora, todos están concentrados en sus hojas. ¡Genial!, había examen, estaba realmente perdida.

Abro la puerta y toda la atención se centra en mi, el maestro me mira y hace una seña para que me acerque a él.

-Lo siento -es lo primero que digo al acercarme a su escritorio -me quedé dormida, y realmente no tengo idea de nada.

-Geum, te has ausentado, no te has puesto al día, y sí, este es el primer examen con un gran porcentaje de calificación, así que si no lo realizas en el tiempo restante arriesgándote a no saber de que tema es, te recomiendo cancelarla.

Su expresión es seria, estaba perdida, debía arriesgarme de todos modos.

-Lo tomaré.

Él asiente y me pasa una de las hojas sin mirarme, me volteo y aun me están viendo algunos, Adhara esta con su mirada fija en el examen sin prestar atención a los demás. Veo un lugar al fondo del salón y me dirijo allí para que el destino termine conmigo.

El examen era con respecto al Entorno Económico Empresarial  el tiempo marcaba cada segundo en el reloj de pared. Me encargué de examinar las preguntas con atención. La primera pregunta se refería a las teorías del mercado y su impacto en las empresas. Mientras leía comencé a escribir, articulando claramente las teorías de oferta y demanda, y cómo estas influencian las decisiones empresariales. Mis manos se movían rápidamente, plasmando ideas que había discutido tantas veces en la empresa y que, ahora, podía aplicar con precisión en el examen.

La siguiente pregunta abordaba la gestión del riesgo en empresas emergentes. Hice una pausa, recordando que una vez leí sobre estrategias de mitigación de riesgos y comencé a responder, ofreciendo ejemplos prácticos, debía funcionar ¿no?

Me quedaba poco tiempo debía responder lo mas rápido posible, a lo mejor no había estado en las últimas clases pero mi propia experiencia laboral y algunos temas leídos o escuchados debían servir.

Cuando el tiempo se agotó, Seok In pidió que entregáramos los exámenes. Caminé lentamente hacia el frente del aula, sintiendo cada mirada sobre mí. Al dejar mi hoja sobre su escritorio, nuestras miradas se encontraron brevemente. Vi un destello de decepción en sus ojos antes de que desviara la mirada.

Me dirigí hacia la salida, sin mirar atrás. El aire frio del pasillo me calo hasta los huesos, no podía perder ese examen, estaba segura de mis respuestas, pero sentía que mi vida nuevamente había caído de tope, había perdido personas realmente importantes o más bien, estaba dispuesta a renunciar a ellos porque lo que había pasado no tenía remedio.

-¿Hablamos? -siento que me sujetan del brazo y veo que es Adhara.

Asiento y me adentro nuevamente al salón en el que Seok In aun esta revisando los exámenes.

- ¿Pasa algo?

Seok termina de meter los papeles en su maletín y rodea el escritorio y se apoya en éste. Se arremanga sus mangas para luego cruzarse de brazos y me mira fijamente. -Jeon hablo conmigo de lo que esta pasando, normalmente no me meto en este tipo de cosas porque no me gusta hacerlo pero como el mayor de todos me siento en la obligación de dejarles algo en claro.

Asiento con mi cabeza, él se quita los lentes y masajea su sien.

-Se lo que pasó entre tu y Jun Ho, y eso esta afectando mucho a Dafne, y para que mentirte al resto del grupo, especialmente a Halley que es su hermana. No voy a pedirte explicaciones, no me importa nada de eso, y sabes perfectamente que Jong Woo también es otro implicado, él es mi mejor amigo y odio verlo pasar mal, ya suficiente tiene con la carga familiar. Cadie se que esto no lo ocasionaste tu sola, porque no sabes todo lo que le dije a Jeon pero esto va para ti también, busquen la manera de encontrar solución y pronta, porque no voy a tolerar situaciones incómodas que jamás se habían presentado.

-Cadie, se que Jun Ho y tu crearon una amistad que no se como expresarla, pero mezclaron todo -dice Adhara ubicándose en mi campo de visión -no se como Jong Woo esta manejando esto, suele tragar todo para si mismo, a lo mejor Seok y tu sean los únicos que saben como lo está manejando si ya no enfrentaría a Jun Ho, pero la cuestión aquí es que heriste a Dafne y mucho, no sabes lo mucho que lucho junto a su hermana por quedarse aquí, y sobretodo por querer seguir al lado de Jeon, ambos están locos pero irrevocablemente enamorados, luego…

-Luego llegue yo y arruine todo lo se. Buscaré la manera de que todo sea como antes -dije esta vez mirando a Seok In -les pido perdón por todo nuevamente y profesor, no faltaré más a las clases, y me esforzaré por terminar este semestre lo más limpiamente posible.

Seok In asintió con una mirada seria.-Está bien, Geum Cadie,  confío en que cumplirás tu palabra.

Salgo de allí como alma que lleva el diablo, tenía un nudo en mi garganta pero no me podía permitir quebrarme allí. Tenía aun tiempo para llegar a mi trabajo. Tomo un taxi y me dirijo a un café. Saco mi celular y marco el número sin importar la hora.

-Noona

Me largo a llorar de solo escucharlo.

-Noona, ¿Qué paso?, me estas preocupando.

-Markus…cometí un error y me odio por eso.

-Cálmate Noona por favor, me destroza escucharte llorar, cuéntame por favor, soy tu hermano, estoy aquí para ti, haré todo lo que sea, dime si debo ir a Corea ahora mismo.

Por un momento creí haber estado hablando con Woo Sang, donde pese a haber sido un hombre de pocas palabras, siempre estuvo dispuesto para darme la mano.

Le comente lo que había sucedido y por todo lo que estaba atravesando.

-Voy a matarlo.

Niego con mi cabeza -Yo también fui parte Markus.

-Demonios Cadie, no quiero que llores, él fue quien te besó, él obviamente tiene la culpa, estabas ebria, no tenias sentido común.

-Claro que si.

-Claro que no Cadie, hacemos muchas tonterías cuando tomamos y… confiaba en Jun Ho. -suspira -todo es mi culpa, no debí dejarte ir de esa manera, nada de eso hubiese pasado si te hubiésemos retenido.

-No Markus, las cosas cuando están destinadas a pasar pasan y esto creo que fue inevitable.

-¿Deseas que viaje para allá?, puedo estar contigo Noona, todo el tiempo que requieras, no quiero que estés sola.

Sonrío -Solo te llamaba para disculparme por la forma en que me fui, fui muy inmadura, pronto llevaremos las sucursales de papá juntos.

-Olvídate de eso ahora Noona, quiero que estés bien.

-Lo estaré, gracias por escucharme hermanito.

Después de colgar el teléfono, me quedé unos momentos en silencio, sintiendo el calor reconfortante de la taza de café entre mis manos. Las palabras de Markus resonaban en mi mente, ofreciendo un consuelo que no sabía que necesitaba. Su apoyo incondicional me daba fuerza, jamás podría odiarlo, y él era la nueva oportunidad de hermandad que el universo me había dado.

Llego después a mi destino final y miré la fachada del edificio donde trabajaba, extrañaría este lugar.  Respiré hondo y me dirigí a mi oficina, intentando mantener la compostura.

La tarde transcurrió lentamente. Mis pensamientos seguían revoloteando en mi cabeza. Terminada la jornada laboral, me dirigí a un bar, la verdad no tenia afán de llegar a mi apartamento y necesitaba conmigo a alguien que no me juzgara, elegí una mesa en una esquina y envié un mensaje a Ji Hoo, pidiéndole que viniera.

Él llegó poco después, se sentó frente a mí, y sonrío al ver tantas botellas de soju ya abiertas -comenzaste sin mi cariño.

-Solo sírvete y acompáñame hermano.