La bestia

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Azahia:

-Me despierto por los rayos del sol que entran por la ventana, recordando lo sucedido anoche. Me levanto y bajo a la cocina, con la esperanza de encontrar a Priscilla despierta.

-Buenos días, Pris.

-Buenos días, Aza. Espero que hoy me cuentes lo que sucedió anoche. Sentémonos a desayunar mientras me lo cuentas.

 Sentémonos a desayunar mientras me lo cuentas

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-Azahia:

"Solo fue un animal, un lobo creo. Estaba comiendo algún ciervo y me asusté, eso es todo. No te preocupes, mejor desayunemos."

-Priscilla:

- Está bien, aunque no te creo mucho eso que me dices.

Azahia:- Más bien, señorita, cuéntame cómo estuvo tu noche ligando con ese chico. Es guapo.

-Priscilla:

- Es un bombón, estuvimos platicando muchas cosas, Aza jajaja, pero no era para eso nuestra salida al bar. Vi que estabas hablando con un camarero como si estuvieras buscando información.

Azahia:

- Buscaba información sobre los Savage Grey. Dicen que es una de las familias más influyentes de este lugar.

Priscilla:

- Será mejor que te cuides de ellos, en especial de Vladis. Es un hombre cruel, ególatra, posesivo y autoritario. Aparte de ser un hombre carente de sensibilidad, eso es lo que dicen muchas personas.

Azahia:

-Escucho en silencio lo que me dice Priscilla. No digo una sola palabra, solo asiento con la cabeza y, con una sonrisa, sigo desayunando. Sin embargo, dentro de mí quedan muchas cosas por saber.

-Después de terminar de desayunar, tomaré una ducha para ir a casa. Tengo que terminar unos trabajos de la universidad, además de hacer unos apuntes de todo lo investigado sobre Vladis.

-Al despedirme de Priscilla para irme a casa, emprendo el camino hacia la parada de autobuses. Mientras camino, mi mente no deja de pensar en todas las preguntas sin respuesta, como si se tratara de un rompecabezas que debo armar.

- Al llegar al autobús, me acomodo junto a la ventana, dejando que el paisaje se deslice a mi lado. Es en ese momento, con la vista perdida en el movimiento del mundo exterior, que mis pensamientos vuelven a Vladis.

-Era una tarde tranquila cuando llegué a casa. Sentía el peso del cansancio acumulado, así que decidí acostarme por un momento. Apenas me recosté, algo extraño comenzó a suceder. Sentí una presión en el pecho, como si algo pesado estuviera aplastándome. La respiración se volvió difícil, cada inhalación era una lucha y la angustia comenzó a apoderarse de mí.

-El miedo me invadió rápidamente. Empecé a sentirme nerviosa y una oscuridad envolvente nubló mi visión. No podía ver nada a mi alrededor, todo se volvía negro. Fue en ese momento que perdí la conciencia.

-Cuando recobré el conocimiento, miré el reloj: eran las 3:00 p.m. No podía creer lo que había pasado, había perdido la noción del tiempo. Pero lo más perturbador fue la visión que tuve mientras estaba inconsciente en esa oscuridad, vi claramente la figura de un carnero satánico, una imagen que me llenó de terror.

-No sé cuánto tiempo estuve inconsciente ni si lo que vi fue un sueño o algo más. Lo único que sé es que esa visión me dejó una sensación de inquietud que aún persiste. La imagen del carnero satánico está grabada en mi mente, recordándome ese extraño y aterrador momento.

-Debo calmarme y buscar ayuda para entender qué es lo que está pasando. Mañana le preguntaré al viejo Kenneth del pueblo, ya que es una persona sabia y podrá orientarme mientras tanto, terminaré mis pendientes de la universidad, prepararé algo para la cena, comeré y me ducharé antes de dormir. Mañana será otro largo día.

El odio del AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora