El gran lobo negro

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Azahia:

–Sentí una presencia que me observaba desde los árboles mi piel se erizó y un poco de miedo me invadió, pero necesitaba saber qué era lo que se escondía entre los arbustos. Con paso seguro, me adentré en el bosque la noche se había vuelto muy oscura y fría. Avancé más y más con cada paso, sin saber realmente lo que hacía; tal vez estaba loca de repente, escuché unas ramas quebrarse cerca de donde estaba loca.

–Un escalofrío recorrió mi cuerpo la incertidumbre me agobiaba. En un parpadear de ojos, vi una sombra pasar entre los árboles,mis ojos se abrieron de par en par al ver un majestuoso lobo negro de ojos ámbar mirándome fijamente.

–Despierto de la hipnótica mirada del animal. Era como si pudiese entenderme, realmente estoy asustada. Lo único que puedo hacer es cerrar mis ojos y esperar mi final.

–Estaba petrificada, manteniendo mis ojos cerrados. Nada más sentí el aliento helado del gran lobo cerca de mi cuello, como saboreándolo.

–Abro mis ojos lentamente con la esperanza de que aquel animal se hubiese ido, cosa que no pasa, estaba frente a mi mirándome con un deseo lascivo que se clavaba en mi ser. Pero al mirar sus ojos observaba su dolor, sufrimiento, y furia.

- Era como si aquel animal no deseara hacerme daño, pero no me confiaba porque podría atacarme en cualquier momento. Sus ojos brillaban con una inteligencia inesperada, como si entendiera más de lo que aparentaba. Sin embargo, su naturaleza salvaje estaba latente, y cualquier movimiento brusco podría desencadenar un instinto peligroso.

– Manteniendo la distancia, observé sus movimientos cuidadosamente, tratando de interpretar sus intenciones. El aire se cargaba de tensión, cada segundo estirándose como una eternidad mientras aguardaba su próximo movimiento.

– Mientras veía cómo se alejaba, una gran incertidumbre me invadía. ¿Por qué no me atacó? Regresé a casa, ya era tarde y el frío calaba en mis huesos.

–Me dispuse a acostarme pensando en los hechos ocurridos, me sumerjo en un gran sueño; En pocas horas en mi mente vinieron unas terribles imágenes donde veo a Vladis con su madre y yo acostada en una sobre un pentagrama donde ellos en una esquina de la habitación recitaban una especie de hechizo, desperté asustada haciéndome la pregunta que significa eso.

-Me dispuse a acostarme pensando en los hechos ocurridos. Sumergida en el sueño, en pocas horas, mi mente fue invadida por terribles imágenes. Veía a Vladis con su madre, y a mí acostada sobre un pentagrama. Ellos, en una esquina de la habitación, recitaban una especie de hechizo. Desperté asustada, preguntándome qué significaba eso.

 Desperté asustada, preguntándome qué significaba eso

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El odio del AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora