El odio del Alpha

La noche oscura

Azahia:

–Era una noche tormentosa, fría y con una intensa lluvia. Hacía ya varios días que no veía a Vladis. Esta semana regresé a la universidad y mi trabajo seguía, como siempre, sin nada nuevo que contar. Mi amiga Cata me contó que había conocido a un chico, Guillermo, un tipo amable que la quiere. Eso me hace feliz por mi amiga.

–Me preparo una taza de café, ya que el frío es constante. Me siento en mi sofá, cerca de la ventana, mirando la lluvia caer y los relámpagos que iluminan el horizonte. A mi mente llega la imagen de Vladis: su mirada, su boca y ese color de piel parecido a un chocolate. "Ah, Azahia, qué cosas piensas", me digo a mí misma.

–Sumida en mis pensamientos, observo por mi ventana divisando a lo lejos una silueta entre los árboles y unos ojos brillantes. Me levanto un poco asustada con la incertidumbre de saber qué era lo que se encontraba afuera. Me voy a mi recámara con Vladis en mi cabeza, me acuesto entrando en un sueño profundo.

--No, no, no, aléjense;- me despierto con una sensación en mi pecho y un sudor frío.

–Tranquila, Azahia, fue solo una pesadilla- me digo a mí misma.

– Me levanto de mi cama en busca de un vaso de agua y una pastilla para calmar mis nervios. Solo fue un mal sueño, pero lo que vi me dejó llena de preguntas.

–Será mejor que vuelva a la cama; mañana tendré un día muy largo. Regreso a las clases en la universidad. Me faltan dos años más de mi carrera. Me siento muy orgullosa de mis logros, sumado a que vivo en un lugar lejano sin familia, y aun así he salido adelante- pienso mientras me acuesto de nuevo, intentando calmar mi mente para poder descansar.