Azahia es una chica que conoce a su Alfa de la manera más cruel, pero en su camino descubrirán ambos el amor aunque en el camino nada será fácil, y la oscuridad en él la hará caer una red de mentiras,dolor y sufrimiento.
-Escucho atentamente mientras me dice que quiere verme para algo importante. Acepto, aunque no muy segura.
-Cuelgo, quedando con la incertidumbre de qué será eso tan importante que tiene que decir. Será mejor que busque en mi closet algún atuendo para esta noche. Siento un ligero miedo al pensar en salir al bar, pero la curiosidad por saber qué me dirá Vladis es aún mayor.
-Deseo saber su secreto, pero por mi cuerpo pasa un escalofrío. Sin embargo, mi curiosidad supera el temor que puede causar ver a Vladis.
- observó en mi closet, y noto un hermoso vestido blanco. Ajustado en la cintura y suelto en la parte de abajo, perfecto para esta noche.
-Continuaré con mis actividades en casa mientras se acerca la hora de encontrarme con Vladis.El día se ve un poco oscuro, anunciando una noche lluviosa y fría.
-El día ha pasado rápidamente, y ya son las 5:30 pm. Decido darme una ducha. Entro al baño, abro el grifo y disfruto del agua caliente acariciando mi cuerpo. Después de unos minutos, salgo envuelta en una toalla, me pongo unas bragas blancas combinadas con un brasier del mismo color, y luego me visto. Me pongo un vestido junto a unos botines negros, aplico un maquillaje sencillo, dejo mi cabello suelto y tomo un pequeño bolso blanco adornado con pedrería.
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-Ya son las 6:45 pm. Decido tomar mis llaves y dirigirme a la parada de autobuses para ir al bar. Camino unos pasos y me siento en la banqueta a esperar mi transporte. Unos minutos después, llega el autobús. Subo y me siento al lado de la ventana, pensando en lo que pueda suceder.
-Estoy un poco nerviosa, pero tal vez así descubra el misterio. Estoy por llegar al pueblo. Toco el timbre para bajarme y, una vez fuera del autobús, empiezo a caminar rumbo al bar.
-Después de unos minutos de caminata, llego a mi destino. Me recuesto bajo la luz de un farol mientras espero a que Vladis llegue.
- observaba con atención cómo el auto se aproximaba. Era Vladis. El vehículo se detuvo y de él bajó un hombre vestido completamente de negro. No podía negar que se veía atractivo. "¿Qué cosas digo? Cálmate, Azahia", pienso para sí misma.
Vladis:
-Detuve el auto en la cerca de la entrada y abrí la puerta. Lo primero que vi fue a Azahia. Se veía hermosa, nunca la había notado de esa manera, pero no vine a socializar con ella.
Tormenta:
-¡Basura! Déjame tomar el control. Es mi niña y la quiero conmigo.
Vladis:
-Hasta que al fin apareces, perro pulgoso.
Tormenta:
-¡Perro pulgoso! Retráctate de eso, pedazo de basura. Sin mí eres solo un debilucho, así que discúlpate ya.