El odio del Alpha

¿Porque ella?

Vladis:

– Llego a mi casa con ese beso en la mente, porque me está afectando. No puedo permitirme sentimientos en mi ser .

Tormenta:

– Me quiere mi niña basura. Ella es nuestra. Márcala, tráela con nosotros, ella nos pertenece.

Vladis:

– Tú eres el menos indicado para hablar. Sabes que no la marcaré, solo la necesito para liberarme de mi maldición.

Tormenta:

– Basura, ella es importante para ambos. Búscala, tráela, inútil devilucho.

Vladis:

– Corto mi conexión con Tormenta. Es fastidioso, pero tiene razón, es importante. Así que deberé acercarme más a ella.

Vladis:

–Me dirigió a mi estudio en busca de un vaso de coñac. Mientras bebía, Mi mente se llenó de preocupaciones sobre la manada. Los ataques habían cesado, pero no podía permitirse bajar la guardia. De repente, unos toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos. Era mi madre.

Malena:

– Hijo, necesito dinero para salir de vacaciones, ¿podrías darme algo?

Vladis:

–La miró y niegó con la cabeza, gesticulando mi rostro con desaprobación.

– Te di la semana pasada. Ser el alfa y la cabeza de la manada no significa que esté lleno de dinero. ¿Por qué no le pides a tu esposo Reymon? Así que, por favor, sal de mi despacho.

Malena:

–Salgo del estudio molesta.– Vladis no es como mi otro hijo, y Reymon no tiene tanto dinero, piensó mientras cerraba la puerta tras de sí.

Vladis:

—No sé por qué debo soportar que mi madre venga a pedirme dinero. Su esposo y ella viven aquí conmigo, pero eso no quiere decir que deba darles dinero. Sigo bebiendo mi vaso de coñac mientras pienso en las palabras de mi padre: "Lux est clavis". Trato de entender por qué o qué significado tienen. Estoy cansado, iré a mi habitación.

–Al llegar a mi habitación, me ducho y me pongo un buzo para dormir. Me meto en la cama y me quedo dormido.

—¡No, no, no, aléjense de mí, malditas criaturas! —grito al despertar de una pesadilla. No sé cuándo terminarán. Me vuelvo a acostar, ya mañana pensaré en lo de Azahia.