HISTORIAS

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Ina

20/02/86
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No hay fecha,ni plazo que no se cumpla,hoy era el día de la comida en casa de la escritora.

Su hija me dio la dirección y fecha en una tarjeta,ese día en el hospital.

Había estado dudando en asistir, pero al final opte por asistir.

(...)

Estaba apunto de tocar el timbre, cuando alguien hablo detrás mio.

— vaya ,no pensé que fueras tan puntual

Sabía perfectamente de quién se trataba,era ella Marta.

— Es una de tantas virtudes que tengo,me gusta respetar el tiempo de los demás.

Marta había tocado el timbre,sin dejar de mirar fijamente a Ina,era como un imán para ella.

— Hija!!, Ina... Pasen

— Hola marta— Marta entro sin saludar correctamente a su madre entro de largo, Ina hizo lo contrario, la saludo con un beso en la mejilla.

— Doña Marta¿Cómo se ha sentido estos días?

— Mucho mejor,he seguido las indicaciones de mi doctora al pie de la letra.Toma asiento, enseguida vuelvo.

(...)

— La comida ya está lista,pasemos a la mesa.Prepare un poco de pasta y carne, espero te guste Ina,es la comida preferida de mi hija.

— No se preocupe,me gusta comer de todo.

Durante toda la comida, Marta no pronunció ninguna palabra,solo veía como Ina y su madre interactuaban,pareciera que se conocían de tiempo.No le agradaba eso,se sentía totalmente ignorada.

No aguanto más la situación y se levantó de la mesa ,se disponía a marchar se puso su abrigo.

— Hija,¿ Que haces? ¿ A dónde vas?

— Lo siento,recordé que tengo algo importante que hacer en el hospital,que les aproveche.

Se marchó dejando a Ina y a Marta descolocadas.

— Disculpa a mi hija aveces suele ser un poco ...

— Grosera,perdón es que...

— No te preocupes,en parte es verdad ella suele ser grosera, pero ella no era asi.

— No tiene por qué darme explicaciones,mejor que le parece si cambiamos de tema.

Marta vio la oportunidad para poder sacar el tema de la madre de Ina.

— Me habías dicho que vives con tu madre aquí en la ciudad.

— Si, ella tiene una tienda de antigüedades,
que le heredo mi abuelo.

— Fina... Así me dijiste que se llama.

— Si,así se llama.

— Debe de estar muy orgullosa de tener una hija como tú .

— No se si orgullosa, pero nos queremos mucho, yo la amo demasiado,sabe que me contó que cuando tenía más o menos mi edad, ella estuvo a punto de morir, tenía tuberculosis, pero mi abuelo la llevo a... — Ina observó a Marta tenía el rostro desencajado,— Disculpe quizás la estoy aburriendo con mi plática.

— Noo,para nada sigue contándome sobre tu madre — ahora ya no tenía dudas la madre de Ina era su  amada Fina,solo se preguntaba por qué nunca la busco, porque dejo que creyera que estaba muerta.

— Bueno, como le decía mi abuelo la llevo a Estados Unidos,ahí encontraron la cura ,pero le llevo años curarse del todo.

— Y tú padre,el vive con ustedes

— No, el murió antes de que yo naciera.

— Lo siento mucho

—¿Y usted tiene esposo?

— El también falleció

— Oh lo siento,— Ina miro su reloj — ya es tarde tengo un compromiso,debo retirarme.

— Está bien

Ina no se marchó hasta ayudar a recoger la mesa y lavar los trastes.

(...)

— No debiste, tomarte la molestia y ayudarme con los trastes

— No fue ninguna molestia, pero ahora sí debo marcharme,muchas gracias por la invitación.

— De nada, pero fue mi hija la de la idea, espero se vuelva a repetir, y ya nos estaremos viendo en el taller de lectura.

— Porsupuesto y nuevamente gracias.

Ina se retiró y cuando estaba apunto de llegar a la esquina de la calle...

— FINA!!!

Detuvo el paso y sabía perfectamente bien de quién se trataba, encaro a Marta.

— INA!!! ,ya te dije que soy Ina ¿Que quieres? No se supone que te habías marchado desde hace rato.

— Ya terminaste de coqueterle a mi madre

— ¿Qué? Por dios,te estás escuchando, no digas estupideces, Doña Marta podría ser mi madre.

— No lo es,vi como la mirabas durante toda la comida.

— No pienso seguir hablando contigo, y menos de tonterías, así que compermiso.

— ¿ Adónde crees que vas? No hemos terminado de hablar. — la sujeto de la mano y la acercó bruscamente hacia ella y estampó sus labios con los de Ina,era un beso robado y un poco atropellado.

Ina no tardó en separarse y abofetearla .

— Jamás vuelvas hacer eso,estás loca

Marta se sobaba su mejilla,y sonreía

— ¿ De qué te ríes?

— Que valió la pena,esa bofetada,desde hace tiempo moría por besarte.

Ina, ya no dijo nada y se marchó,durante el camino en su mente se repetía el beso una y otra vez.

¿Acaso a ella también le había gustado?

Continuará...



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