RENUNCIAR

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Ina y Marta

17/06/86
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Fina le contó la decisión que había tomado a su hija Ina, ahora ya no había impedimento para que ella y Marta estuvieran juntas.

Ina no estaba de acuerdo que su mamá sacrificará su felicidad.

Fina le pidió que respetara su decisión y que fuera feliz.

Muy a su pesar Ina acepto lo que su madre le pidió.

(...)

Se había vuelto costumbre que Ina  buscará a Marta en el hospital, y salían a comer juntas.

Esa tarde Marta noto a Ina ausente.

— Desde que llegamos no has probado bocado, ¿Te encuentras bien, qué es lo que te preocupa amor?

— Lo siento Marta, estoy preocupada por mi mamá, ella últimamente se encuentra muy triste y no me gusta verla así.

— ¿ Qué es lo que le pasa a la señora Fina? ¿Puedo ayudarla en algo?

— Gracias por preocuparte cariño, quizás pronto se le quita esa tristeza que tiene.

— Sabes yo también he notado un poco rara a mi madre, últimamente la he estado visitando y también la he visto que está triste, ausente, le pregunté qué era lo que le pasaba,pero me dijo que todo estaba bien, que simplemente está cansada. No le creí del todo  y llegué a la conclusión de que debió haber peleado con la mujer con la que está,y en algún momento le dije que no quería saber nada de esa mujer.Quizás por eso no me quiere contar qué es lo que le pasa realmente.

— ¿ Por qué no quieres saber nada de esa mujer?

— No lo se, no quiero tocar ese tema... Mejor hablemos de otra cosa.

Ina estaba molesta, sentía que la actitud de Marta era muy infantil al no querer saber sobre la relación que tenía su madre.

Terminaron de comer, Marta regresó al hospital e Ina se fue al teatro.

Ina no podía concentrarse en sus diálogos no dejaba de pensar en que tenía que hacer algo para ver a su mamá bien.

(...)

Decidió visitar a doña Marta.Cuando llegó a casa de esta le sorprendió su visita.

— Ina!! Qué sorpresa no te esperaba ¿Qué es lo que te trae por aquí?

— Doña Marta... Tiene que hablar con mi mamá, ella la extraña y la quiere mucho, me contó sobre su decisión de dejar su relación para que Marta y yo estemos juntas, pero se que ambas están sufriendo demasiado.

— Lo siento Ina... Ya nada se puede hacer tu madre tomo una decisión y es la segunda vez que me abandona... Yo no sé si en este momento quisiera estar con ella y por favor te pido que te retires de mi casa.

Ina se marchó de la casa de Marta, más afligida de lo que ya estaba sabía lo que tenía que hacer aunque le costará caro.

(...)

Marta invito a Ina a su departamento,era fin de semana y no tenía guardia en el hospital.

Cocinaron juntas, cenaron y veían una película.

Termino la película y Marta apagó la videocasetera y la televisión.

Después se volvió a sentar junto a Ina.

— ¿ Quieres que te lleve a tu casa ya?

— No Marta aún no... Quiero

Marta no dejo  que terminara de hablar Ina
y unio sus bocas en un beso tierno,estaba deseando hacerlo durante toda la noche.

El beso se tornó más candente, Marta se tumbó encima de Ina sobre el sillón, ambas se acariciaban por encima de la ropa...

— Espera Marta yo no puedo hacer esto — Ina hablaba con dificultad y la respiración entrecortada.

— ¿ Hice algo que te incomodara?

— No!! Simplemente yo... No he sido sincera contigo... Necesito que me escuches atentamente... Recuerdas que me dijiste que no quieres hablar sobre la mujer que tenía una relación con tu mamá

— Si y no sé por qué tocas ese tema justamente ahora

— Porque esa mujer es mi mamá

Marta estaba confundida y no estaba entendiendo nada

— No entiendo a qué te refieres

— Que tu mamá y la mía estaban juntas hasta hace poco, pero descubrieron lo nuestro terminaron para que nosotros fuéramos felices.

— ¿Tu mamá. Es ese amor de juventud de mi madre?

— Si

— Ina ... Por favor vete de mi casa yo ...

— Marta no me eches así, necesitamos hablarlo

— Creo que tuviste oportunidad de hacerlo desde hace tiempo y no lo hiciste, por favor

Marta se levantó del sillón y abrió la puerta de su casa para que Ina saliera de ella.

Ina sabía qué podía pasar esto, dejaría pasar unos días para que se le bajara el enojo a Marta y después la buscaría para nuevamente hablar con ella.

Pero Marta era demasiado impulsiva, tomó las llaves de su auto y fue en busca de su madre.

(...)

— Hija ¿Qué haces aquí tan tarde?

— Así que Fina era tu amante

Continuará...

RECUERDOS DE 1958Donde viven las historias. Descúbrelo ahora