setenta y uno

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BARCELONA, ESPAÑA
sábado 10 de agosto, 2024

──── Lando no se si sea buena idea...

El británico había llegado ayer a Barcelona para poder visitarnos junto a Leo y Charles luego del anuncio de la enfermedad de mi cachorro. Este se había quedado con nosotros y los tres estábamos al cuidado de Leo, quien estaba mucho más animado desde que llegó Lando ya que podía jugar más —sin mi supervisión— pero adoraba ver a mis niños jugar y volver a los viejos tiempos.

──── Vamos Lou, prometo que lo organice todo perfectamente ────.Lando junto sus manos fingiendo suplicar mirándome con ojos del gato con botas.

Charles acarició mi mano llamando mi atención a lo que lo miré.──── Creo que Lando tiene razón, mi amor. Podríamos tomarnos unos días de vacaciones todos juntos y eso le ayudaría a Leo a despejarse. Está todo el día en el departamento, o caminando de aquí hasta la plaza y nada más. Tú también necesitas relajarte un poco, y Lando dice que tiene todo organizado así que no hay de qué preocuparse.

Mordí mi labio pensativa ante la idea de Lando. Este quería llevarnos de vacaciones junto a los chicos a Tenerife, una isla en Canarias. Según el británico había hablado con Pedri y Gavi para pedirle recomendaciones sobre islas bonitas en España y esta fue la opción ganadora.

Mire a Leo quien se encontraba a un lado de Lando mirándome con los mismos ojos de súplica mientras su rostro se encontraba recostado sobre sus patitas cómo si estuviera suplicando también. Habían complotado en mi contra, mis dos niños se aliaron.

──── Está bien... ────.respondí finalmente viendo el rostro de felicidad en Lando y oyendo el ladrido de Leo. Alce mi dedo cortándolos en un silencio──── Pero, voy a hablar primero con el veterinario de Leo para ver qué opina y luego decidimos cuándo iremos. Espero que hayas pensado en todo Lala, porque voy a confiar ciegamente en ti.

──── ¡Gracias Lou! Prometo que no vas a estar decepcionada ────.me sonrió en grande emocionado.──── ¿Lo oíste Leo? Iremos a la playa, vamos a jugar y correr.

Lando sonrió acariciando el pelaje de Leo mientras este movía la cola emocionado. Sonreí viéndolos y sentí la mano de Charles apretar la mía haciéndome mirarlo.

──── No vas a arrepentirte, mon ange. Nos hará muy bien a todos como familia ────.hablo en un tono alegre dejando un beso en mi cabeza a lo que sonreí levemente.

Luego de confirmarle a Lando que iríamos de vacaciones, este junto a Charles y Leo se dirigieron al balcón para comenzar a hablar con los chicos para ver quienes irían con nosotros a Tenerife. Llame a Roberto preguntándole cuáles serían los riesgos de ir con Leo, si iba a necesitar llevar algo por él o que medicamentos extra tenía que sumar a la lista. Una hora después habíamos acordado realizar con Leo sus quimioterapias hasta el día del viaje, luego seguiríamos su tratamiento con medicamentos y la sonda para alimentarlo de igual forma. Su veterinario me había dicho que era una buena manera de despejar a Leo y que este disfrutara sus días, que estuviera enfermo no quitaba que aún era un cachorro juguetón y eso lo había confirmado desde que Lando había llegado para animarlo.

𝐅𝐋𝐀𝐓𝐋𝐈𝐍𝐄 - 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora