Debajo del Roble ~ Libro 05

Capítulo 184 ~ Yo también quiero protegerte

— ¿Quiere decir... que podría no haber juicio?

— Si la mediación acaba bien, sí.

Hebaron no miraba nada en particular y se acariciaba la barbilla como si estuviera sopesando todas las posibilidades.

— El rey Reuben anunció que bajaría personalmente a actuar como mediador, así que seguro que el duque de Croyso sentiría cierta presión. Pero ese arrogante duque debe estar decidido, ya que lo ha llevado tan lejos. No debería hacerse ilusiones.

— M-Mi padre... quiere que mi hermana se case con la familia real. Si el rey se pone del l-lado de Riftan... ni siquiera mi padre podrá llegar a ser demasiado fuerte — dijo Maxi en un intento de convencerse a sí misma.

Hebaron suspiró y se rascó toscamente la nuca.

— Para ser sincero, no estoy seguro de la fuerza con la que el rey Reuben esté dispuesto a ponerse de nuestro lado. Es probable que evite despojar al comandante de su título de caballero, pero dudo que haga un esfuerzo evidente por protegerlo del duque. Especialmente si eso podría ganarle la enemistad de los nobles. Si hay algo que el Rey valora más, es la unidad de Wedon.

La aprensión llenó el pecho de Maxi.

— S-Si testifico... ¿tendremos alguna posibilidad de ganar?

Maxi esperaba secretamente que Hebaron sonriera y le dijera que no se preocupara. Sin embargo, cuando el caballero dio su respuesta, su rostro no era más que sombrío.

— No puedo garantizar cómo terminará. Un juicio sin pruebas sustanciales es esencialmente una batalla de quién tiene razón. El bando con el argumento más poderoso está destinado a ganar.

Maxi se apretó la falda con los puños y se mojó los labios resecos.

— ¿Cuándo... e-es la mediación?

— Me han dicho que, por regla general, el tribunal real no juzga casos durante Paxias. Los nobles que ocupan cargos en el castillo de Drachium deben estar todos presentes para que se celebre un juicio. Apostaría a que el rey Rubén querría zanjar este asunto antes de esa fecha.

El caballero miró al cielo como si calculara el plazo y añadió lentamente

— Creo que se fijará una fecha dentro de unas semanas. El comandante partirá hacia Loverne con algunos de los caballeros antes de que el duque y el rey lleguen allí.

— ¿Cr-Crees que... yo también podría ir?

Hebaron vaciló y luego soltó un largo suspiro.

–- Si puede convencer al comandante de que la lleve.

Maxi se apretó la sien. Riftan era un hombre obstinado. Tanto que incluso le había ocultado algo de tal magnitud. Hablar con una pared sería más fácil.

Sólo de pensar en las discusiones que vendrían, Maxi se sentía cansada. Dobló sus fríos antebrazos.

— L-Lo entiendo — dijo con gravedad —. Hablaré con él.

— Por favor, perdóneme por poner esta carga sobre usted, mi señora.

La culpa cruzó el rostro de Hebaron, y Maxi negó con la cabeza.

— N-No, te agradezco que me lo hayas dicho. No saber nada... habría sido peor.

Maxi volvió inmediatamente a su habitación y esperó a Riftan. Su cabeza estaba a punto de estallar de tanto intentar pensar en una buena manera de empezar la conversación.

¿Debía enfadarse con él por ocultarle todo esto o debía implorarle y convencerle? Después de pasearse frente a la chimenea, se dejó caer en la cama, con la cabeza martilleándole horriblemente. Estaba mirando el dosel cuando, de repente, se le llenaron los ojos de lágrimas. No sabía por qué lloraba.