Capitulo: 43

125 26 4
                                    

- Entonces nos vemos en una hora más en casa, Bae.

Colgando la llamada y guardando su teléfono en el bolsillo de su pantalón, MinSeok se dedica a recorrer con fascinación cada local del centro comercial le rodea en ese momento.

Aun precisita ese sentimiento punzante en su pecho a la hora de estar solo en cualquier lugar cuando se trataba de observar las nuevas carteleras de presentadores destacados en cada lugar de comunicación, como lo era dentro del mercado, o en la radio, en la televisión y en algunos posts de redes sociales que aun mantenía activos con él.

El hecho de que su carrera haya terminado en un abrir y cerrar de ojos no por una decisión voluntaria agradable.

Pero sabiendo que era más importante la paz mental de su pequeña familia, a seguir dejándose llevar por el calor de los conflictos, rumores y escándalos bien elaborados por esa mujer sin corazón, solo fueron el empujón que necesito para poder ser libre.

También ayudaba algo a su paz interna, el saber que no llevaron a cabo la noticia de su renuncia como algo de fuerte impacto, pues lo menos que quería hacer, era lidiar con reporteros y notas editadas difamando más cosas falsas sobre sus razones de su salida. 

Ahora, ser parte de la comunidad civil en un perfil bajo, era sumamente gratificante, pues la sensación de hacer cualquier cosa de forma que ya no se te juzgara a nivel nacional, quitaba mucho peso de encima al dejar de ser una imagen pública.

- Genial, ahora puedo ir a comprar figuras de decoración sin que nadie me señale de ser un hombre viejo - chillo de felicidad al ubicar su tienda favorita y comprar figuras de gatos para su habitación. 

Sin esperar más, se direcciona hacia el local y casi se deslizan algunas lágrimas de sus ojos, cuando nota que todas las figuras que siempre quiso comprar, aun seguían dentro de los vitrales, esperando por él. 

Con la alegría que podría caracterizar a un chico de 15 años adquiriendo su mejor reliquia, MinSeok sale de la tienda con una gran sonrisa, pero también una adquisición de 35 piezas para decoración de interiores con sus piezas. 

- La verdad no se si exagere, pero...¡Esto es fantástico! - dio un gritito ahogado y siguió su camino a un puesto de malteadas para calmar su alegre corazón por un momento. - Buenas tardes ¿aún hay malteadas de fresa?

Una joven chica se gira en su lugar y observa al recién llegado con una sonrisa.

- Claro - asiente la chica con amabilidad- ¿cuántas desea llevar?  

- Supongo que BaekHyun querrá una, pero aún falta una hora para eso - lo considero por un momento, pero después descarto a su hijo por el largo periodo que faltaba para verlo después de la escuela. - Solo será una, por favor. 

- Una malteada de fresa, trabajando - asintió la chica una vez más y se dispuso a hacer su trabajo. 

- Gracias - correspondió MinSeok y tomo asiento en una de las bancas cercanas, reposando con cuidado su bolsa de compras y su trasero por un momento, pues elegir rigurosamente las piezas de porcelana no era tarea facil. 

- La nueva casa tiene un bonito marco para las figuras en la sala - suspiro recordando el detalle - seguro a BaekHyun le gustara también.

Aseguro en voz alta con tranquilidad en su asiento.

- ¿S-Señor MinSeok...?

Extrañado con la forma en que fue llamado, pues solo de esa manera se referían a él en el trabajo, gira su rostro al sentir la voz detrás de él, y sus ojos se abren con sorpresa cuando nota que se trataba de ese joven de cabellera similar a la de su hijo.

🔆Papá🔆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora