Drugs on Money +18 ||JJK||

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—Hasta que por fin sales—dije saludando a Heather quien a penas salía de detención.

—Gracias por esperarme, pensé que me iba a quedar para siempre.

—No hay problema, lo hago encantada.

Habían pasado varias semanas desde que pusieron a Heather en detención por culpa de ese chico y lastimosamente era la única que estaba pagando por ello.

—¿Qué tal la detención?

—Fue un fastidio pero gracias a Dios ya terminó.

—Bueno al menos tienes tiempo para pasarla conmigo—dije con una sonrisa.

Ella se detuvo y me miró con una cara apenada.

—¿Qué?

—E-es que Taehyung y yo vamos a salir dentro de unas horas y...

—No te preocupes, lo entiendo—contesté.

—Perdóname por no avisarte antes—dijo tomando mis manos.

Le devolví una sonrisa reconfortante y le apreté suavemente las manos.

—Disfruta de tu cita con Taehyung, se lo merecen—contesté con una sonrisa.

—Te juro que te compraré tu cartera favorita—ella me abrazó y me agitó el cabello haciéndome reír.

—Tranquila—contesté entre risas— Le diré a Sarah o ya se me ocurrirá alguien para ir.

—Está bien, y perdóname porfi.

—Vete antes de que me arrepienta—reí empujándola y despidiéndome de ella.

Desde hace unas semanas compré dos entradas para ir a uno de los últimos partidos de beisbol aquí en Seúl y no tenía a nadie con quien ir.

Mientras caminaba a mi habitación pensaba que hacer con la entrada extra, no me hablaba con Eunwoo que por cierto está más molesto de lo normal y mi última opción era Sarah.

No quería desaprovechar la oportunidad del juego y esperé impaciente a que contestara. Después finalmente me contestó.

—¡Hola perra! ¿que sucede?—me preguntó al otro lado de la línea.

—¿Tienes planes para esta tarde? Tengo una entrada extra para el partido de béisbol...

—Novio, chiquis—me contestó a lo que yo rodé mis ojos.

—¿De verdad?

—Hoy es nuestro tercer aniversario y haremos algo, estoy esperando a que me pida matrimonio o algo parecido—dijo a lo que yo reí.

—¿Y por qué no vas con Jungkook?

—¿Christopher te dio alcohol o es que estás loca?—dicho esto escuché su escandalosa risa provocando la mía.

—Sarah, no.

—¿Y qué tiene de malo? Además, ¿no son amigos?

—Si, pero...

—Oye, nunca viene mal una salida de amigos chiquis. Invítalo y después me agradecerás.

—Pero...

—¡Adiós!

Y colgó la llamada dejándome estática a mitad del pasillo. Suspiré mirando hacia la cancha de futbol en la que aún estaban los chicos practicando.

—Bueno, es la última opción que me queda, sino, la revendo y me quedo con el dinero—murmuré adentrándome a la cancha.

Me quedé absorta observando a Jungkook mientras practicaba con sus compañeros. Su expresión concentrada, combinada con su sonrisa traviesa y divertida, era encantadora.