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Pasaron varios días en los que cada momento era una preparación, un ajuste más a la nueva realidad que estaba enfrentando. Me llevaron a una casa diferente, más tranquila, alejada de las miradas curiosas. Y alejada completamente de todo. 

La atmósfera era pesada, como si algo importante estuviera a punto de suceder, aunque nadie me decía nada claramente.

Mientras me acercaba al comedor, escuché una conversación en voz baja que provenía de la sala contigua. Me detuve, sin querer interrumpir, pero no pude evitar escuchar lo que decían.

—Si no fuera por Jungkook, nunca habríamos sabido que Hank estaba detrás de la empresa de Doyun —decía una voz que reconocí como la de Johan, llena de frustración—. Él ya no es un niño, Johan.

—Pero tampoco es un adulto—replicó Johan, con un tono más sereno, aunque claramente preocupado— Además, él no es Doyun.

—Tampoco es tu hijo—insistió otra voz, y reconocí la voz firme de Dae.

—Es como si lo fuera. ¿A quién más tiene, aparte de su madre, manipulada por Hank?

—Me tiene a mí—respondió Dae, con una firmeza que me sorprendió y que sentí en mi pecho, como si esas palabras me llegaran directamente.

—Qué paternal te has vuelto, Dae—se unió Ryand, con un tono sarcástico— Tal vez Jungkook crezca y termine convertido en un criminal, tal como su tío... o mejor dicho, su padrino.

Dae no tardó en replicar, cortante:

—No te metas en esto, Ryand. ¿O quieres que te rompa la nariz como te lo hice cuando estábamos en la universidad? 

Decidí moverme un poco para que notaran mi presencia, y enseguida escuché a alguien decir que podía pasar. La conversación se cortó abruptamente, y me acerqué al comedor, donde todos parecían haberse acomodado. 

A pesar de lo que había escuchado, mi corazón latió con emoción cuando vi a Dae ahí, de pie, ya más recuperado.

—Jeon Jungkook—dijo, alzando un brazo para llamarme con una sonrisa.

No pude evitarlo; mi reacción fue inmediata. Corrí hacia él y lo abracé, sintiendo el alivio de verlo bien después de la última vez que nos encontramos en una situación de tanta tensión.

—Dae...—susurré, permitiéndome ese momento de vulnerabilidad mientras nos separábamos.

Nos sentamos en el comedor, y aunque todos intentaban mantener una actitud relajada, la tensión era palpable. Miré a mi alrededor, esperando que alguien dijera algo, y finalmente Johan rompió el silencio.

—Jungkook, hay algo importante de lo que necesitamos hablar—comenzó, cruzando sus manos sobre la mesa— Saliste en las noticias... tu madre también.

Levanté la vista, sorprendido.

—¿Mi madre? ¿Por qué salió en las noticias?

Dae y Ryand intercambiaron miradas antes de que Dae continuara.

—Jia hizo una declaración pública, diciendo que estás desaparecido—explicó, su voz llena de una tristeza que trataba de ocultar— Y, junto con ella, Hank ha presentado una denuncia en tu contra, argumentando que estás tratando de reclamar la empresa de tu padre... que estás causando problemas para manipular la situación a tu favor.

Sentí cómo la rabia comenzaba a arder dentro de mí. La voz de Ryand añadió un toque de ironía, pero también de advertencia.

—Según Hank, eres un mentiroso, alguien que solo está en esto por ambición... por querer quedarte con la empresa de Doyun y desplazar a tu madre.

Drugs on Money +18 ||JJK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora