Drugs on Money +18 ||JJK||

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—Vamos mamá, no seas lenta—murmuré empujándola con su maleta hacia fuera de la casa.

—¡Jungkook!—exclamó mirándome con esas miradas asesinas que tiene.

—¡Deja la lentitud!—exclamé acercándome a mi auto.

Abrí la puerta trasera dejando que B-bam subiera. Después de asegurarme de que mi equipaje estuviera listo, y todo estuviera en mi auto, me coloqué mis lentes.

Bombón.

—¿Como vas?

Estoy a punto de ir al aeropuerto nena

Muero por verte con ese bikini tuyo y...

¡Jungkook!

Ay quee, es la verdad.

Me reí bloqueando mi teléfono y sacando las llaves de mi auto. Me apoyé en el esperando a que Hank terminara de salir por la puerta cerrándola detrás de si.

Joder que lentitud.

—¿Ya, nos vamos?

—Si, eh. Jungkook sígueme, iremos en caravana—dijo Hank señalándome.

—Si veo que vas muy lento pienso adelantarte—murmuré abriendo la puerta de mi auto.

—Jungkook no corras—advirtió mi madre.

Ignoré su advertencia y me subí al auto. El rugido del motor resonó, y con una sonrisa, conduje hacia la carretera, estaba loco por ver a mi princesita.

Lo que fueron un par de minutos se convirtieron en horas al llegar. Terminamos subiendo en un avión privado que tenía Hank y finalmente después de unas catorce horas llegamos a nuestro destino. Bajamos del avión donde nos esperaba un auto que nos llevaría a la casa. 

La casa era impresionante, una estructura grande y elegante con vista al mar. La brisa salada llenaba el aire mientras aparcaba el auto en el amplio garaje. La propiedad estaba rodeada de jardines bien cuidados y un camino que llevaba directo a la playa.

—Mamá, no puedo creer que hayas dejado que Hank se quedara con esta casa—comenté con un suspiro.

Si, porque la casa es una propiedad de mi querido y fallecido. 

—Bueno, es la casa familiar, y él es parte de la familia, ¿no?—respondió mi madre, tratando de justificar la situación.

Ignoré sus palabras y saqué a Bam del auto. Al entrar, noté que ya había otros autos estacionados y asumí que ya habían llegado algunos miembros de la familia de Hank. Entramos a la casa y nos encontramos con tres personas en la sala de estar.

—¡Ah, al fin llegaron!—exclamó Hank, acercándose con una sonrisa. A su lado estaban dos chicos y una chica, todos bastante jóvenes.

—Hola, chicos—saludé mientras estrechaba sus manos— Tanto tiempo sin verlos.

—¡Joder Jungkook como creciste!—exclamó Jake halandome y dejando dos palmadas en mi espalda— ¡Evan, ven a ver al enano!

A diferencia de Hank, me llevaba muy bien con sus dos hijos mayores, era lo único bueno que había sacado el matrimonio.

—¿Por qué gritas tanto, cavernícola?—cuestionó bajando de las escaleras. Bajó sus gafas de sol y abrió su boca— ¡Jungkook!

Reí saludando a Evan con un abrazo.

—Joder, ¿cómo es que sigues igual de musculoso desde la última vez que te vi?

—Bueno, sigo yendo al gimnasio de vez en cuando—respondí con una risa mientras me soltaba del abrazo.