Drugs on Money +18 ||JJK||

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Jungkook y yo estábamos absortos en la película. Aunque yo la había visto millones de veces, se volvía emocionante verla con él, y además, lo convertía en un nuevo fan.

Nos encontrábamos cómodos, él y yo acostados en su cama mientras que Bam estaba en medio de ambos, dormido. Realmente pensé que cuando Jungkook me lo presentaría actuaría un poco celoso con el ya que es su dueño, pero literalmente se me tiraba a los brazos. 

—¿Viste lo que le dijo a Hagrid, verdad?—preguntó con la voz cortada. Me di la vuelta y lo observé entre risas.

—Jungkook, he visto esta película millones de veces y...

—¡Hogwarts no sería lo mismo sin ti!—exclamó.

Reí y le di un beso en la mejilla, quitándole la lágrima que estaba saliendo.

—Jungkook, ¿estás llorando?

Él me miró y luego me empujó hacia un lado, haciéndome reír. Después se levantó dándome la espalda.

—Son lágrimas de sudor.

—Ah, claro, claro, lágrimas de sudor—respondí entre risas, acercándome y abrazándolo por detrás.

Jungkook se volvió hacia mí con una sonrisa pícara.

—Solo los verdaderos fans entienden el profundo significado de esas lágrimas de sudor.

—Definitivamente, estamos conectados con el mundo mágico de Harry Potter de una manera profunda—comenté, jugando con su cabello.

Pasamos un rato más riendo y comentando sobre la película. Después de un rato, Jungkook se levantó y estiró.

—Deberíamos ir a cenar algo antes de que Bam decida que somos parte de su menú nocturno.

—Buena idea. Pero antes...—me acerqué y lo besé suavemente.

—Eso es más mágico que cualquier hechizo de Hogwarts—murmura, y salimos de su apartamento rumbo a la cena.

Optamos por un pequeño restaurante acogedor, el tipo de lugar donde las risas de los comensales se mezclaban con la suave música de fondo.

Nos sentamos en una mesa al rincón, un poco apartados pero lo suficientemente cerca para disfrutar de la atmósfera cálida del lugar.

El menú estaba lleno de delicias culinarias, y mientras hojeábamos las opciones, nuestras conversaciones sobre la película continuaron. Jungkook seguía señalando escenas icónicas que le habían dejado una impresión duradera, y no podía evitar reírme de su entusiasmo.

—En serio, Grace, ¿no te parece que la relación entre Ron y Hermione es un poco obvia desde el principio?—preguntó entre bocados de ensalada.

—Oh, totalmente. Pero eso es lo que hace que la historia sea tan encantadora, ¿no crees? —respondí, saboreando mi pasta.

La cena transcurrió entre bromas y risas, compartiendo historias sobre nuestras películas favoritas y nuestras experiencias más extrañas con la comida.

La química entre nosotros no se desvanecía, cada momento parecía construir una conexión más fuerte.

Después del postre, mientras disfrutábamos de un helado, Jungkook me miró con ojos brillantes.

—Estoy muy contento de estar aquí contigo. No sé cómo describirlo, pero... es como si todo encajara.

Sonreí, sintiendo la misma conexión que él mencionaba. Era como si nos hubiéramos sumergido en un mundo mágico, donde cada risa, cada palabra, nos acercaba más.