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Estábamos hablando de cosas triviales, tonterías realmente, cuando de repente, unos guardias irrumpieron en la sala, sus rostros serios y visiblemente tensos. 

Noté de inmediato que algo estaba mal, y por la forma en que todos se callaron, ellos también lo sentían. Uno de los guardias se acercó y habló en voz baja, como si temiera que alguien más pudiera escucharlo.

—Jeon Dae está cerca... está en la zona.

El impacto de esas palabras fue inmediato. Seok-Jin se llevó la mano al pecho, su rostro palideció como si acabara de ver un fantasma.

—¿Está... está muy cerca de aquí?—preguntó, su voz apenas un susurro.

Namjoon apretó los labios y miró al guardia con preocupación, sus ojos reflejaban una mezcla de miedo y desconfianza.

—¿No vendrá aquí, verdad?—preguntó, pero todos sabíamos que la respuesta no era tan simple.

Uno de los guardias asintió, aunque su expresión no inspiraba mucha confianza.

—Hay guardias por todas partes. Estamos preparados para cualquier cosa.

—¿Guardias?—bufó Jimin— Este hombre ha engañado a la policía más de una vez. No me sorprendería que pudiera hacerlo de nuevo.

Yo me quedé en silencio, tratando de entender el alcance de lo que estaba ocurriendo. Sabía que Dae era un peligro, alguien que ni la policía podía controlar, y por la forma en que todos parecían tensos, supe que el miedo que infundía no era para menos.

Namjoon miró a Jin y luego a los demás, y su expresión se volvió seria.

—Dae podría entrar si quisiera. Detenerlo es como intentar detener la lluvia con las manos—dijo con un tono sombrío.

Sentí un escalofrío recorrerme al escucharlo. No me gustaba esa sensación de vulnerabilidad, de estar atrapado en una situación de la que no sabía cómo salir.

Taehyung, que hasta ahora había estado en silencio, se acercó y me puso una mano en el hombro, su mirada intensa.

—Jungkook, es hora de que entrenes con nosotros —dijo Taehyung, su tono firme, como si hubiera decidido algo importante.

—¿Qué?—mi respuesta salió en un murmullo sorprendido—, ¿Entrenar? ¿Entrenar para qué?

Namjoon soltó un suspiro y se acercó, cruzando los brazos mientras me observaba con seriedad.

—Dae no es alguien que se ande con rodeos, Jungkook. Si viene aquí, y si está en lo que creemos, no solo buscará a tus amigos, sino también a ti. Debemos estar preparados.

Los miré uno por uno, tratando de procesar sus palabras. Nunca imaginé que necesitaría entrenamiento para defenderme.

¿De que habla esta gente? 

Después de unos días de preparación, Jimin y yo caminábamos hacia un campo de tiro que se extendía vasto y silencioso frente a nosotros. La tensión en el aire era palpable, y aunque me esforzaba en mantenerme tranquilo, había algo que me inquietaba.

—¿Entonces, vas a enseñarme a disparar?—pregunté, rompiendo el silencio.

Jimin me lanzó una mirada seria, y luego asintió.

—Vamos a enseñarte a defenderte, Jungkook. No es solo disparar por disparar. Tienes que saber cómo actuar si las cosas se salen de control.

Asentí, tragando el nudo que se formaba en mi garganta. La idea de tener que defenderme a tiros me parecía surrealista, pero sabía que, dadas las circunstancias, no había vuelta atrás. Al llegar, los demás ya estaban allí: Taehyung, Namjoon y Jin, todos en silencio, con una seriedad que no les había visto antes.

Drugs on Money +18 ||JJK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora