Abrí los ojos lentamente, tratando de entender dónde estaba. Todo se sentía ajeno y distante, como si estuviera atrapado en un sueño del que no podía despertar.
La habitación en la que me encontraba era espaciosa, lujosa, con cortinas pesadas y muebles que parecían sacados de una revista de diseño. Todo estaba demasiado ordenado, demasiado perfecto. No era el tipo de lugar al que estaba acostumbrado.
Observé una pila de ropa doblada cuidadosamente sobre una silla al pie de la cama. Parecía que alguien había pensado en cada detalle, anticipando mis necesidades. Me vestí y miré una última vez por la ventana, observando los jardines y el inmenso terreno que rodeaba la mansión. Algo me decía que estaba muy, muy lejos de casa.
Suspiré y salí de la habitación, bajando las escaleras en silencio. Cada paso resonaba en el amplio vestíbulo, y una sensación de intranquilidad se arremolinaba en mi pecho.
Al llegar a la planta baja, escuché el sonido de un televisor encendido y, al asomarme a la sala, vi a un chico sentado en un sofá de cuero, completamente concentrado en las noticias.
El chico notó mi presencia y giró la cabeza, ofreciéndome una sonrisa amistosa. Tenía el cabello oscuro y unos ojos expresivos que le daban un aire relajado y simpático, aunque algo en su postura me hacía pensar que también era alguien que sabía más de lo que dejaba ver.
—Hey chico nuevo, ¿descansaste bien?—me saludó, con una voz tranquila— Soy Hoseok.
—Sí, creo que sí...—respondí, aún un poco confundido— Soy Jungkook.
—Lo sé—dijo con una sonrisa y un guiño— Todos aquí saben quién eres.
La afirmación me hizo sentir aún más fuera de lugar, pero decidí no preguntar. Me acerqué a él y me senté en el sofá, fijando mi mirada en la pantalla. En las noticias, un hombre de apariencia imponente salía de prisión rodeado de guardaespaldas y periodistas que lo acosaban con preguntas.
—¿Quién es ese? ¿Ese hombre?—pregunté, sin apartar la vista de la pantalla.
Hoseok dejó escapar un suspiro, como si la respuesta le resultara pesada.
—Huuh, ¿quien es el?—cuestiona con una sonrisa—, ¿Como que no sabes quien es?
—Él es Jeon Dae, amigo—me explicó, con tono serio— No me digas que no has has oído de Jeon Dae.
Niego con mi cabeza y miro al chico.
—Es un asesino. Lo metieron en prisión Seúl por eso—susurró.
Me quedé mirándolo, sorprendido, intentando procesar lo que me acababa de decir.
—¿Y cómo es que salió?—inquirí, sintiendo una mezcla de incredulidad y preocupación.
—Ah, eso es lo curioso—respondió Hoseok, con una leve sonrisa irónica— Fue un fiel partidario de Hank. Dicen que pagó una cierta cantidad de dinero para salir. Es el primero que lo logra.
—¿Qué?—mi mente intentaba digerir aquella información, pero había demasiadas piezas sueltas.
En ese momento, un hombre alto y bien vestido entró en la sala. Caminó hacia nosotros con calma, y con un gesto suave pero autoritario, hizo que Hoseok guardara silencio.
—Eso es suficiente, Hoseok—dijo el hombre en un tono amable, pero cargado de autoridad.
Me giré para mirarlo. Tenía el cabello oscuro y una expresión serena, pero sus ojos reflejaban una mezcla de astucia y dureza. Al verlo, algo en su semblante me resultó extrañamente familiar, y no fue hasta que habló que entendí por qué.
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Drugs on Money +18 ||JJK||
Fiksi Penggemar"Entre el dinero fácil y las drogas, nunca pensé que el verdadero riesgo sería enamorarme de ti." En el vibrante y moderno Seúl, la vida universitaria de Grace Spencer se pone patas arriba cuando conoce a Jeon Jungkook, el chico malo y millonario de...