84; dale, que yo invito

26 1 0
                                    

LAMINE YAMAL POV;

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


LAMINE YAMAL POV;

Vi como Pedri enfurecía por Bryan, todos sabíamos que Bryan siempre quiso algo más, pero no era capaz de aceptarlo

Hasta que Pedri le dijo las cosas claras a Bryan...vi como se empujaban, se veía que Pedri y Maika habían pasado un buen rato, y Pedri estaba irritable, como era normal.

¿Tu que haces empujándome chaval?—dijo Bryan.

¿No puedo?—dijo, acercándose a el.

¿Que les pasa?—me pregunto Maika mientras yo le contaba la situación.

Se pelean por ti.—anuncie.

Chicos, dejadlo.—dijo esta, intentando separarles.

No, dejalo Maika.—dijo Pedri mirándola enfadado.

Si eso Maika, déjale mejor y vente conmigo.—dijo Bryan mientras agarraba a Maika y la besaba.

¿Tu eres gilipollas?—dijo esta, enfurecida tras escupir los restos.

Vi como Pedri me miraba, y sabía que no iba a pasar nada bueno.

La mano de Pedri se desplazó a la cara de Bryan, un puño cerrado y la nariz ya le estaba sangrando.

¡El nombre de mi novia fuera de tu boca!—anunció mientras le cogía de la camiseta.

Que me vas a hacer ahora, canijo.—dijo Bryan.

Podría empezar por partirte los dientes, ¿que prefieres?—

Vi que Pedri estaba enfadado, y se le iba a cruzar algún cable.

Pedri, para.—dije, mientras este le soltaba.

Bryan fue inmune a lo que le dijo Pedri, y se fue riéndose como niño pequeño.

¿Estas bien?—dijo Pedri cogiendo a su novia con suavidad.

Si, pero es muy tonto.—dijo Maika limpiándose los labios.

Voy a ir abajo, vete a mi cuarto y cálmate.—

Baje con Maika y estaba bastante normal sobre el tema.

¿No se te hace raro?—pregunté.

El que.—respondió con seriedad.

La pelea...—

Se lo merecía.—dijo.

¿Tu crees?—

Lleva intentando tirarme desde que llegue a la concentración.—argumentó.

Cuando baje, Morata preguntó y le expliqué la situación.

Joder Lamine, ¿no puedes cerrar el morro?—dijo ella.

Me sentí mal, pero tampoco vi que hiciese nada mal.

Maika, relajate tu también.—dijo Morata apoyando su mano sobre su pecho.

Esta recapacito y pidió disculpas, pero se subió arriba, supongo que se enfadaría.

𝙐𝙣 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora