96; tengo el presupuesto

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PEDRI GONZÁLEZ POV;

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PEDRI GONZÁLEZ POV;

¿Cuando nos vemos?—pregunte a Maika en el teléfono.

Pues cuando puedas, tienes entrenamiento Rey, se te olvida.—

Reí en el teléfono mientras ella reía a mi vez.

Bueno, luego me paso...—dije.

Maika tenía algo que enganchaba, me tenia mal, pero...me lo hacia bien

La ultima vez que te oigo esas conversaciones, ¿vale?—dijo Fermín.

De mi círculo íntimo, era el único que lo sabía, y me respetaba.

Pero si tu eres peor, encima, el notas.—le reproché.

Shh. No me reproches.—

¿Tu de que plan vas?—dije, riéndome en su cara.

Ahora no, ¿que te traes con Maika? Lo dejasteis hace un mes.—

Nada, en plan. Nos besamos y eso, pero sentimos que sin ser nada oficial todo va mejor.—respondí.

¿Que sois?—

No sé...es que estamos mejor sin confirmar nada.—dije, siendo sincero.

¿A que esperas?—dijo, regañándome.

Cuando la ves, porque a ti te gusta, ¿no?—preguntó

Si...—Dije.—Tenía planeado ir a verla esta tarde.

Pues díselo.—dijo este, levantándose.

¿ a Donde vas?—

A irme para que te declares.—dijo.

¿Qué?—

¡Vamos! ¡Declárate!—dijo,

Empece a pensar las cosas, y la verdad, no era hora de pedirle una relación, había que ir lento, esta era la clave.

¡Ya abro!—dijo Maika.

Me abrió y vi una sonrisa en su rostro.

¿Que tal el viaje?—dijo ella, dándome un abrazo.—Pasa.

Muy bien, ¿tu?—

Igual.—respondió, sirviéndome un agua.

Wow, ¿eres mayordomo?—dije, en sarcasmo.

Que gracioso estas.—

Le di una caja, aquella caja que contenía la pulsera que le di.

Toma.—dije, con miedo.

En la caja, aquel día que nos separamos, ella me devolvió la pulsera y decidí guardarla.

Es la pulsera que te hice, pero la que me devolviste cuando rompimos...—

Vi como sus ojos tornaban hacia mi, sorprendidos.

¿La guardaste?—preguntó.

Claro Mai, al fin y al cabo...—

Esta se la puso inmediatamente, y vi como una lágrima caía de su ojo derecho.

Pero...¿por que lloras?—

Porque esa pulsera eran los colores favoritos de mi padre, ¿sabes? Y me gustaba relacionarte con el, sabes que le hubieses encantado.—dijo ella mientras yo lo entendía Todo.

Ven aqui.—dije, mientras le abrazaba.

Sentí sus brazos agarrándose a mi, y sus lágrimas pidiendo a gritos el cariño de su padre.

Te quiero mucho, y siempre lo haré, ya lo tienes demostrado.—dije.

Se inclinó para besarme, mientras yo, estaba en las nubes, pensando que había hecho para merecerme esto.

Yo también te quiero mucho, Pedri.—

Me gustaron esas palabras, y me conmovió, ya que nunca me las había dicho antes.

𝙐𝙣 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora