7 - 'Pesadilla'

1.3K 41 6
                                    

Chiara fue hacia el pueblo más cercano, donde vivían sus padres, con la lancha. La ató en un pequeño poste del puerto. De un saltó, bajó a tierra firme. Atravesó las calles. Tenía un aspecto muy sensual y misterioso... con su chaqueta negra, los pantalones grises y las gafas de sol Ray Ban. Razón por la que tanto hombres como mujeres se giraban un par de veces a observarla.

Vio algunas tiendas donde podría comprarle algo de ropa a Violeta, mientras permaneciera bajo su responsabilidad. Pero prefirió ir mañana u otro día con ella... suponía sus tallas, pero no quería equivocarse y tener que volver otro día, pero esta vez con ella. Renovó el cargamento de alguna de sus armas y fue a visitar a sus padres.

- Keeks... - dijo su madre pellizcándole una mejilla - ¿Qué te trae por el pueblo?

Chiara pasó adentro.

- ¿No están Jasmine ni Joey?

- Si, Joey salió hace un momento... iba a ir yo comprar, pero él me dijo que ya lo hacía él.

- ¿Y Jass?

- Jasmine vino ayer por la noche... no sé qué es esto... tantas visitas de repente. - se quejó su padre.

- Dad, tened cuidado... - dijo Chiara sentándose en una de las butacas.

- ¿Ha pasado algo, cariño? – dijo Josep quitándose la pipa de la boca.

- Si... hay una mujer que me quiere... hacer sufrir. - rectificó. - y puede que os quiera hacer una visita... así que será mejor que tengáis cuidado... por eso Jass y Joey están también atentos. No salgáis solos a la calle, hasta que consigamos detenerla...

Estuvo una hora más en casa con sus padres, hablando con
ellos y con Joey, hasta que decidió que tenía que irse.

Había bastante distancia con la lancha, hasta la cala de
Chiara, así que aún tardaría un rato en volver. Cuando paró el motor en frente de su casa de la playa, tuvo un mal presentimiento. Cargó su calibre del 38 y abrió la puerta. Un gemido provino de la habitación de Violeta.

Fue directa hacia allí. Pero antes de llegar al cuarto de su testigo, se encontró con un hombre en el suelo. Un pasamontañas tirado más allá. Chiara le tomó el pulso. Estaba muerto, pero no sintió nada. Seguro que era uno de los hombres de Curotto. Prosiguió, atravesando el salón y el pasillo. Abrió la puerta y se acercó hacia Alez y Violeta. Chiara sintió un tirón en sus entrañas al ver a Violeta llena de sangre.

- ¿Qué ha pasado? - dijo preocupada. Se puso en cuclillas en frente a ella, al lado de Alez.

Vio que este tenía una aguja y algo de hilo en la mano. Atravesando la pierna de Violeta.

- Le han disparado. Tuve que sacarle la bala y hacerle un torniquete. Pero pronto la presión cesó. Chiara, tengo que cerrar esta herida antes de que se desangre. - Violeta se arqueó.

- ¿Lo estás haciendo a carne viva, bruto? - Dijo Chiara alterándose.

- No, le inyecté anestesia, pero no había suficiente para que no sintiera nada.

Chiara apartó a Alez y se puso donde él estaba.

- Violeta... - dijo acariciando su brazo.

- Que...

- ¿Estás bien?

- De puta madre. - dijo ella irónicamente.

- Oh, veo que aun te quedan fuerzas para picarte conmigo... así que te quedaran fuerzas para aguantar... unos cuatro puntos más.

Chiara acarició su muslo, intentando tranquilizarla. Parece que eso sirvió de algo. Pasó aguja e hilo, cerrando el corte que había hecho la bala. Violeta gritó.

Protégeme - Kivi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora