Las nueve de la noche. Violeta no había bajado para la cena.
- Cariño... - dijo Chiara, picando a su puerta. - Baja a cenar, anda...
- No. - dijo desde dentro de su cuarto.
- Pero si Alex es como de la familia, ¿Por qué te avergüenzas?
- Porque me vio desnuda ¿quizás? Y delante de ti. Y su comentario... ¡Y tú! ¡No le dijiste nada!
- Ya le he metido bronca. Pero nadie tiene la culpa de eso. - rió. - venga nena... baja a cenar.
La puerta se abrió lentamente. Violeta llevaba puesto un pijama de color azul cielo y el pelo alborotado, aun mojado. Sin una gota de maquillaje y con las mejillas encendidas. Adorable.
- Te besaría. - dijo Chiara en la forma verbal del condicional. - Si pudiera y no tuviera que perder la jodida apuesta.
- Entonces hazlo. - sonrió Violeta, olvidándose de la vergüenza. - puedes acabar esto.
- Oh no. Si hay alguien que lo acabará, esa vas a ser tú.
- ¿Quién lo dice? ¿La reina del sexo?
- ¿Quién se ríe? - la repitió Chiara. - ¿La diosa del
Kamasutra?Y las dos se pusieron a reír. Ya que no podían besarse.... La puerta sonó por enésima vez, aquella noche de lunes.
- No os molestéis. - dijo Alez que se había quedado a cenar, en una 'auto invitación' a la casa Oliver-Hódar. - ya abro yo.
- Dios. - Alez se quedó embobado, mirando los intensos y avellanados ojos de Denna. - Hola... guapa.
- Mmmh... ¿Y tú quién eres? - dijo la rubia pasando adentro de la casa. -creo que aquí viven Kiki y Vio, y no un chulo playa.
- Oh nena, no soy un chulo playa. - dijo cerrando la puerta y apoyándose en el marco de la entrada. Repasando el curvilíneo cuerpo de la joven.
- No piropees tanto. - le espetó ella. - Y bueno, aún peor. Un cordobés... vamos, un armario andante... o un saco de asteroides. Como quieras.
- Qué casualidad, Vio dijo lo mismo de Keeks la primera vez que la vio. Y mira donde están ahora. - alzó la barbilla, hacia la pareja que bajaba por las escaleras.
- Bueno... veo que ya os habéis conocido. - sonrió
Violeta. - Almu, este es Alex. - miró a su amiga. - Y Alex...- Encantado, Bonita. - se burló.
- Denna. No Bonita. - se quejó la rubia. - ¿quién te crees? Oh bueno, olvídalo tienes cara de ser aburrido.
- ¿Sí? No creerías lo mismo si te metiera en mi cama.
- Apuesto a que ni se te levanta.- Denna rió. Violeta no pudo evitar reír también.
- Bueno. - concluyó Alez. - quizás no contigo.
- ¿Qué no? - dijo Denna, señalándose. - he visto esa mirada voraz en muchos. Solo eres un baboso más.
Alez fue a reprochar. Pero de repente, Bruno, apareció.
Abrazó la pierna de su padre.- Papi...
- ¿Qué pasa, cariño? - lo levantó y le besó la mejilla. Captó la atención de Denna. - ¿Te encuentras mal? ¿Quieres que nos vayamos a casita? - Alez se fue hacia el comedor de nuevo, con Bruno en brazos.
Denna, estupefacta, miró hacia a Violeta.
- ¿Es padre?
- Si, y necesita ayuda. - suspiró. - Es muy buen hombre, pero a veces es un poco zopenco. - miró a Chiara.
ESTÁS LEYENDO
Protégeme - Kivi
DiversosVioleta Hódar se encuentra con un problema más grande de lo que se puede imaginar, todavía no lo sabe. Ella, Chiara Oliver, agente de la CIA, tiene que averiguar que sabe la chica y protegerla a toda costa. ¿Será capaz de hacerlo, cuando hace dos añ...