- ¿Pues qué voy a decir de Chiara? - sonrió Alez. - ¡Que es una tía cojonuda! Que... - puso cara sentimentalista. - Que ya llevamos catorce años juntos. - lo abrazó, Chiara se zafó, riéndose. - No te rías, de veras, apóyame, que este es mi primer discurso de padrino.
- ¡Tu primer y último!
- No digas eso hombre, si en verdad... - le guiñó un ojo.
- Vaya par... - musitó Denna.
- Te he oído, nena. - le dijo Alez.
- ¿Quieres terminar ya el jodido discurso sobre Kiki? Me toca hacer el de Vio. - se rió Denna.
- Bueno, a lo que iba. Ahora en serio. - suspiró. - Llevo catorce largos años conociendo a Chiara Oliver. Lo único que puedo decir de ella es que es una de las mejores personas que hay sobre esta tierra.
Violeta sonrió, prestando atención a lo que decía Alez.
- Que gracias a ella he vivido cosas que no se irán fácilmente de mi memoria. Que espero que a estos catorce años se les añadan mucho más, porque es mi mejor amiga, y lo seguirá siendo. - sonrió. - gracias por todo Keeks. - miró a Violeta. - disfrútala, ahora que es toda tuya. - se sentó, pero se acordó de algo. - Y, me dejaba lo más importante... ¡Que pedazo de pivón tenemos aquí! - dijo señalando a Chiara. -¡Nena, que sexy estás con ese vestido!
Todos los invitados rieron.
- ¡Un brindis por Chiara! - dijo Alez, alzando su copa de champán.
Denna se levantó dos minutos después.
- Atención. - llamó. - ¡Atención! - dijo de nuevo. - Creo que es hora de que yo hable un poco de mi mejor amiga. - ladeó la cabeza. - gracias por hacerme madrina de tu boda. - le susurró a Violeta. - Tampoco tengo mucho que decir. Tan solo de verla, uno ya se hace a la idea de cómo puede ser. La primera vez que la vi yo, fue en primero de bachillerato, cuando las dos empezábamos los estudios... - sonrió, Violeta se empezó a emocionar. - ella... ella es una mujer excepcional. Yo cuando la vi, pensé... ¡joder! ¡Alguien que me hace la competencia! Todos le iban detrás en el instituto. - Denna rió.
- Pero ha encontrado a alguien que supera a todos aquellos de instituto. - dijo poniendo énfasis en las palabras. - Estoy orgullosa de que haya encontrado al fin la mujer de su vida, a esa que la hace feliz. Porque sinceramente, no había visto nunca a Violeta lucir tal sonrisa en su rostro. Es feliz, sé que es feliz. - asintió. - Ella es una mujer que se esfuerza por todo lo que hace, que lucha el día a día por lo que quiere, que no se rinde nunca, nunca... que prácticamente lo tiene todo, aparte de que a veces puede ser un tanto terca y un poco celosilla. Y aunque sea una mujer, se porque Chiara se enamoró de ella. - sonrió. - un brindis por la novia más guapa del mundo. - y ahora fue ella la que alzó la copa.
Todas y todos disfrutando del banquete de la boda
Oliver-Hódar.***
-Entonces, aquí está todo. - dijo Violeta dejando la maleta en el suelo. - la ropa, los zapatos, su peluche... ¿estás segura que no quieres que deje a Lúa con mi madre?
- No, no te preocupes, Alez me va a ayudar. Ahora pasamos más parte del tiempo juntos. - sonrió.
- ¿Estáis saliendo?
- No aún... el otro día nos acostamos y...
- ¿Qué? - Violeta chilló. - ¡Cuéntamelo, cuéntamelo!
- Pues nada, que yo iba como una cuba y me llevó a su casa, porque resulta que me dormí en su coche... y cuando me desperté... me lo encontré a mi lado. Yo pensaba que me había acostado con él aquella noche, pero me dijo que por mucho que le gustara, él no me haría nada estando borracha...
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Protégeme - Kivi
RandomVioleta Hódar se encuentra con un problema más grande de lo que se puede imaginar, todavía no lo sabe. Ella, Chiara Oliver, agente de la CIA, tiene que averiguar que sabe la chica y protegerla a toda costa. ¿Será capaz de hacerlo, cuando hace dos añ...