Lúa abrió la puerta con puro sigilo. Intentó aguantar el llanto, pero no podía. Sollozó y fue a buscar a su madre. Le movió un poco el brazo. Un puchero automático se plasmó en su expresión.
- Mami... - dijo con voz temblorosa.
Chiara dormía profundamente. Le dio la espalda, sin querer. Lúa suspiró y cambió de lado. Se dirigió a la izquierda y repitió la acción.
- Mamá... - la garganta le escocía, y los ojitos se le llenaron de lágrimas.
Violeta se sobresaltó. Encendió la lamparita de luz y tuvo compasión hacia Lúa. Le acarició la mejilla.
- ¿Qué te pasa mi amor? - dijo preocupada. - Estás ardiendo...
- Me duele la cabeza... - dijo la pequeña.
Violeta se levantó de la cama y cogió a Lúa en brazos. La paseó un poco, para que parara de llorar.
- ¿Qué te duele? - dijo Violeta mirándola.
- La cabeza... me encuentro mal... - sollozó.
- Vamos a ver... - Violeta sacó el termómetro de uno de los cajones del tocador. Se lo coloco a Lúa y le aguanto el brazo. - no lo muevas ¿eh? - le sonrió y le besó la frente.
- ¿Mmmh? - Violeta se giró hacia a Chiara, que se estaba despertando.
- Duerme, cariño. - le dijo Violeta. - que no te lo digo a ti.
Chiara se incorporó más y observó el panorama.
- ¿Qué pasa? - dijo aún somnolienta.
- Lúa tiene fiebre. - dijo mirando el termómetro. - justo rozando los treinta y ocho coma cinco grados.
- Dios... - Chiara se levantó y se acercó a ambas. - ¿La llevamos a urgencias? - preguntó, mirándolas.
- No, tengo dalsy, hará que le baje la fiebre y que pueda dormir. Pero mañana mejor no voy a la clínica y me quedo en casa con ella.
Chiara asintió.
- ¿Necesitas algo? - le pregunto a Violeta, ladeando la cabeza.
- No, tranquila. - desapareció con Lúa hacia al piso de abajo, a buscar el jarabe.
Chiara, de nuevo medio dormida, sintió como la cama se hundía por el lado izquierdo. Se incorporó. Lúa quedaba entre ella y Violeta.
- ¿Dormirá aquí?
- ¿Qué pasa? - dijo acariciándole el pelo a su pequeña, mientras ella cerraba los ojitos y cogía un trozo de camisón de su madre. Le gustaba tener algo fino entre las manos cuando se trataba del sueño, de dormir...- No la voy a dejar en su cuarto, si se siente mejor junto a sus madres.
-Bueno, de acuerdo... - Chuara se tiró un poco hacia la derecha, para que hubiera más espacio. - Vaya nochecita nos espera...
Violeta sonrió. Chiara se inclinó para besarla y ella se retiró.
- Que rápido olvidaste nuestra apuesta, cielo.
- Oh manda narices. - se dijo a sí misma. - Encima la apuesta. ¿Sin besarte durante toda la semana? ¿En que estaba pensando cuando te dije que sí?
- Mmmh... puedes darme el beso y terminamos ahora, pero espero que tengas un buen tanga que consiga tapar lo que tienes entre las piernas... porque me deberás un striptease de los buenos y laaargos.
- ¿Perdón? - se rió la morena. - ¿Ya volvemos? Yo no pienso ponerme un tanga, bonita. Ve preparándote tú para pasarte por la tienda de Lencería Lucy y doparte bien de prendas sexys...
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Protégeme - Kivi
RandomVioleta Hódar se encuentra con un problema más grande de lo que se puede imaginar, todavía no lo sabe. Ella, Chiara Oliver, agente de la CIA, tiene que averiguar que sabe la chica y protegerla a toda costa. ¿Será capaz de hacerlo, cuando hace dos añ...