47 - ¿Alguien sabe dónde esta Chiara?

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Chiara entró en la casa, ajetreada. Se moría por follarla, por penetrarla profunda e intensamente. Hacía seis días ya que no mantenían relaciones sexuales, ni siquiera se besaban. Y lo necesitaba... la necesitaba, necesitaba sus besos. La encontró en la cocina, preparando la comida.

- Amor... - se acercó y la rodeó por detrás. Violeta no pudo evitar gimotear al sentir su erección. - Vamos al cuarto, anda...

- ¿Eh? - ella se giró y miró a Chiara. Haciéndose la despistada.

- Vamos... - sonrió y se inclinó para besarla. Ella lo evitó.

- No querrás perder la apuesta ¿cierto?

- ¿Pero qué...? - Chiara arqueó una ceja. - Oh no, eres una tramposa. - se cruzó de brazos y la miró seria, enfadada.

- No cariño, la única norma era: no sexo ni contacto sexual...

- Dios... - Chiara se pasó una mano por el pelo. - eres mala, muy, muy mala... en la luna de miel te vas a enterar.

- La espero con ansias. - sonrió ella.

Chiara no dijo nada, se subió al piso de arriba y cerró la puerta del baño de golpe.

- No lo hagas querida... - gritó Violeta desde la cocina.

- ¡Déjame! - le contestó desde el lavabo.

Violeta negó con la cabeza y subió las escaleras. Abrió la puerta del lavabo. Se acercó a Chiara.

- Madre mía. - jadeó ella en ver la enorme erección.

- Eso mismo... - Chiara le alzó la cara, cogiéndola por el mentón. - Podemos terminar ahora este juego... - suspiró, acercándose a su rostro. - aquí mismo. - Se sentó en la taza del váter y palmeó sus muslos. - vamos mi amor... estas lista para mi... lo deseas...

Violeta se giró.

- No, no y no. Pasado mañana es nuestra boda. Si he aguantado seis días sin hacerlo, voy a aguantar hasta la noche de bodas... - le guiñó un ojo y salió por la puerta. - No hagas nada que lo noto.

***

'Get outta my way, he's taken your place...'

Violeta movió las caderas al ritmo de la música.
Hoy era el día, el día era hoy. Movió el cepillo de dientes al compás del ritmo de la música que escapaba de la radio. Se pasó un dedo por el bordado de la braga, acomodándose y se quitó el jersey.

Chiara no estaba. Había pasado la despedida de soltera a saber dónde y había dormido en casa de Alez.
Vaya par. Escupió y enjuagó. Fue con tan solo unas braguitas puestas hacia la habitación, cogió la ropa limpia y se metió en la bañera. Algo relajante después de una buena despedida de soltera... vestida de conejita Play Boy, secuestrada a un club de gigolós strippers... parecía que sus amigas no se habían enterado bien de cómo eran las cosas.

Eso solo hizo que torturarla más. El corazón le latía con fuerza, contra el pecho. Tenía un vestido de novia precioso, perfecto, y aún se preguntaba cuál sería la expresión de Chiara, que sentiría la morena en ese momento... o tan solo justo ahora... ¿Qué estaría haciendo?

***

- Ya voy. - chilló Alez.

- Eso, tu grita más.

Alez negó con la cabeza y fue hacia la entrada de su enorme casa.

- Keeks, es tu madre.

- ¿Trae a los niños?

- Ajá.

Chiara se colocó un pantalón de pijama y fue a la entrada.

- Hi mom. - le besó la mejilla. Emma le devolvió el beso, pero sus fosas nasales captaron otra cosa.

Protégeme - Kivi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora